No sé qué hacer, y me impaciento. Veo a mis compañeros roncar y dormir como troncos, mientras que yo no logro pegar ningún ojo. Mi corazón late a mil por hora ¡Basta! me levanto de mi bolsa de dormir, me coloco mis chanclas y salgo de la tienda. ¡Aire fresco! paso mis manos por mi cara, luego por mi cabello y mi nuca, miro al cielo ¡WOW! realmente hay una noche linda, veo al horizonte y ¡Ahí está! ¡Es Amie!
La veo de lejos, está sentada de espaldas, no sé si orando o cantando, tal vez un poco de ambas ¿Qué hago? ¿Voy hacia ella? ¿Vuelvo a la tienda? Si voy hacia ella, estoy perdido, si vuelvo a la tienda, también estoy perdido, así que definitivamente voy hacia ella.
Camino a pasos acelerados, mientras que mis lágrimas no logran quedarse dentro de mis ojos, cada línea y dibujo de la última carta leída están en mí mente y mi corazón. Siento como mi garganta se traba otra vez, mi respiración se hace pesada nuevamente, por lo que empiezo a jadear, pero no me importa, sigo caminando, y...ahora corro, lo que sea para llegar a ella.
Tocó su hombro, y ella me ve, se voltea mientras se pone de pie. Yo no digo nada, solo la tomo de los hombros y la abrazo. Sigo llorando, y ahora puedo sentir que ella llora también.
Necesitaba este abrazo y no lo sabía, es el mejor de mi vida, quizás el único de verdad. Me percato de que quizás ella esté asustada, porque jamás la había abrazado, y nunca me había visto llorar. Así que la suelto y me alejo un poco.
—Ahm, perdona...no quería asustarte
—Tranquilo, todo bien ¿Estás bien?
—Ahm, sí. Necesito mostrarte algo
Ella accede, no parece estar asustada, lo cual es extraño. Caminamos un poco para llegar al río, no estaba muy lejos. Ya había estado allí antes, una vez Gabriela me llevó cuando logré pasar los exámenes de escolarización, y me gusta como se ve de noche, por eso la llevo allá, porque quiero que ella lo vea también.
Llegamos, y ella no tarda en darse cuenta de la belleza del lugar ¡Su cara! Amo verla cuando se asombra, sus ojos se abren más y se ven más grandes de lo que son, se llenan de lágrimas pero no tantas como para derramarse, sino solo para verse brillosos, su boca se abre ligeramente, y mira todo, como si lo viera por primera vez, como un niño que abre sus regalos en navidad, ¡Es fascinante! Amo ver cuándo se asombra, amo que sea yo quien cause eso en este momento, o bueno, no yo, sino la escena que le estoy regalando. Me ve y me dice "Gracias" mientras sigue contemplando el esplendor de la noche. Yo en silencio, la observo a ella, es la hermosura que deseo contemplar.
—Gracias Adam, es muy...hermoso todo esto...realmente gracias, jamás había visto algo igual
Es increíble lo mucho que ha cambiado nuestra relación desde que nos conocimos. Amie siempre es agradecida y amable, pero siempre pensé que me trataba bien por cortesía, ahora, lo hace como sí en serio disfrutara estar conmigo.
—No es nada—¿Solo digo eso? ¡Qué idiota! Pero, la verdad no sé que más decir. Amie es buena con las palabras a diferencia de mí. Todo se quedó en silencio por un rato, hasta que abro mi boca para decir algo.
—Y...¿A qué edad te quisieras casar?— ¿Es en serio? ¿Es lo mejor que se te pudo ocurrir? Creo que ya estoy tan acostumbrado a las puntas que no puedo dejar de hablar en ese idioma. Y ella no deja de verme, con esa cara de...sí, exacto, de asombro, el mismo de hace rato.
—Jajaja, bueno, en realidad, si fuera por mí ya estuviera casada— ¡No es posible! ¿Casada a los 20? ¿Por qué? Pero no le preguntaré. Aunque parece que seguirá hablando.
—La verdad no me he casado no porque no quiera. Pasaron cosas, sucedieron cosas que...—hace una pausa, suspira y continúa—...la verdad es que estuve herida por mucho tiempo, y aunque ahora me siento mejor, he estado arrastrando todo ello, además, mi sueño es casarme con alguien que ame a Dios de verdad, con alguien que tenga un corazón de príncipe. Y...por eso aún no me caso, porque todavía no he encontrado a esa persona— lo dice mientras me mira fijamente.
¡WOW! Se siente como una gran responsabilidad ¿Corazón de príncipe? ¿Qué significa ello? ¿De qué pasado habla? ¿Le habrán hecho daño? ¿Y quién habrá sido el que se atrevió a hacerle daño a ese pedacito de luz? Tengo tantas preguntas que no me atrevo a hacer, y al mismo tiempo deseo ser ese príncipe que ella anhela, pero en vez de eso mi boca se abre para seguir diciendo estupideces.
—¡Pff! es muy pronto para casarte. Yo recién pensaré en ello a los 25, luego de terminar mi carrera y hacer algo de dinero— Tonto, tonto, tonto ¡Deja de hablar! Ella me ve con cara de asombro, y en seguida su ceño se frunce y con una ligera sonrisa de lado, empieza a hablar.
—Entre gustos y colores...—JAJAJA, esta chica es tan linda. Siempre ofende con algo tan sutil como un refrán, o la mitad de uno.
—Bueno, sí, es cierto, si te quieres casar, entonces cásate— Le digo intentando ser amable.
—Gracias, aunque no necesito tu permiso, jajajaja— se carcajea mientras lo dice, amo verla reír. Me rio con ella y empezamos a caminar sobre las puntas de las piedras. Ahora es ella quien pregunta.
—¿Cuál es tu sueño más grande
"¿Y cuáles son tus planes muchacho?" Viene a mí memoria la pregunta que me hizo el señor Gallo años atrás. "¿Planeas quedarte?" Ahora es la pregunta de Celeste. Recuerdo que mi inseguridad y mi falta de dirección fue lo que hizo que perdiera todo en aquel entonces. Cuando Gabriela me dio la oportunidad de quedarme con ella, me dio un apellido y estudios, supe en ese momento que debía tener un norte, un sueño, algo por lo cual levantarme todos los días.
Entonces pensé <<¿Por qué no enfocar mi sueño a lo que hubiera querido que hicieran conmigo?>> Fue cuando empecé a soñar con la idea de tener una ONG, una en donde pudiera ayudar a jóvenes huérfanos a tener estudio y trabajo, ayudarles a tener un rumbo en la vida. El único problema, era los fondos, necesitaba dinero para financiar esa meta, razón por la cual nunca le había contado a nadie sobre ello.
—¿Adam?
—¡Ah sí! Disculpa, no escuché bien ¿Qué preguntaste?
—¿Cuál es tu sueño más grande? No tienes que fingir que no escuchaste. Si no quieres decirme por mí está bien— dijo eso encogiendo los hombros y haciendo ademanes con las manos.
—¡No, no! No me malentiendas. Sí te quiero contar— ¡WOW! Creo que ahora fui muy directo
—¡Genial! Te escucho— Amie se sienta en una de las rocas más grandes, cruza las piernas como de costumbre, coloca sus codos en sus rodillas y apoya su barbilla en sus manos, esperando una respuesta.
—La verdad no le he contado esto a nadie, tal vez parezca tonto, o sin sustento.
—Adam, sin rodeos ¡Dilo ya! No te voy a juzgar.
—Está bien— hago una pausa, suspiro y continuo— Sueño con tener una ONG— ¡Listo, lo dije.
—¿Qué?— me dice Amie con la misma expresión de asombro, estoy tan nervioso por saber qué opina de esto que no logro respirar bien.
—Lo que oíste. Quiero abrir una ONG para jóvenes huérfanos, quiero darles empleo, estudios...y, tal vez más. Pero, no creo que lo entiendas, sé que no tengo fondos y que la propuesta parece ridi...
—¿Adam que estás diciendo? ¡Tu sueño es increíble!— se levanta de la roca y levanta las manos como si estuviera enojada conmigo por la conclusión que tuve de ella.
—¿En serio?
—¡Claro que sí! ¡Por Dios! ¿Cómo te atreves a pensar así de mí?
—Lo...lo siento— se hizo un silencio ensordecedor, no creo que esté enojada, solo, un poco ofendida o dolida por lo que dije ¡Qué tonto!—¿Cuál... cuál es tu sueño?
Voltea a verme, me mira, sonríe ligeramente como solo ella sabe hacerlo. Y habla.
—Te parecerá una inmensa coincidencia jajaja. Pero yo también quiero tener una ONG.
¿Acaso es broma? ¿Está hablando en serio?
—¿Qué?— Le digo mientras me acerco a ella para escuchar con más claridad lo que tenga que decir.
—Lo que oíste. Quiero abrir una ONG para jóvenes con alguna discapacidad o alguna enfermedad respiratoria. Quiero enseñarles arte, danza...y, tal vez más. Pero, no creo que lo entiendas, sé que no tengo fondos y que la propuesta parece ridi...
—Okey, okey, ya entendí jajaja. Perdona no quise decir que no entendías.
—Jajaja, todo bien no te preocupes.
—Por cierto, tu sueño...es increíble también.
Ambos nos quedamos viendo, no decimos nada, solo sonreímos ¿No tengo idea de que piensa en este momento? Pero yo, pienso en ella, en la grandeza de su corazón, en que no tenía idea que alguien que fuera tan diferente a mí pudiera entenderme tanto. Y en que me encantaría estar toda la vida con ella.
—Bueno...yo...—Estoy tartamudeando, ni siquiera sé que voy a decir exactamente—Digo...si quieres...podríamos trabajar juntos...crear una ONG...juntos— Ella no deja de asombrarse, he creado esa expresión en ella muchas veces en una noche.
—¿Qué quieres decir?
Me siento a su lado, y empezamos a planear todo. Hablamos de mi carrera de finanzas, de lo útil que podría ser, al igual que la carrera de artes. Por primera vez, desde que la conozco conectamos tanto en un tema que me parecía un sueño, uno del cual no quería despertar. Mi felicidad es tan grande que no quiero ir a dormir sin antes entrar al río.
—¿Qué haces?—me pregunta Amie mientras observa que me quito los zapatos.
—¡Vamos! Solo es para mojar los pies. El agua no es fría— le extiendo la mano y ella me ve incrédula.
—Confías en mí— le pregunto y la miro a los ojos para que se sienta más segura.
—Tal vez, jajaja—toma mi mano y se quita los zapatos también.
Ambos entramos en el río. No es profundo, nos llega hasta la cintura, o bueno, mi cintura, a Amie le llega más arriba jaja.
Y, allí estamos. Tomados de la mano en el río, viendo la luna, conversando un poco y simplemente, disfrutando del momento, uno que no quiero que acabe jamás.
—Adam...yo...no me estoy sintiendo bien
—¿Amie, qué ocurre?
Me acerco más a ella, tocó su rostro y está fría, pálida y me doy cuenta, no logra respirar bien ¡Oh no! ¡Está teniendo un ataque de asma!
La tomo en brazos y la saco del río rápidamente ¡Santo cielo! El frío de la noche y el agua del río quizás fue demasiado para sus delicados pulmones.
La siento en la roca, intento calmarla pero es inútil. Me quito mi T-Shrit e intento cubrirla, pero esta un poco húmeda así que no es suficiente, se desmaya ¡No! ¡No otra vez! ¡Por favor Dios mío!
Intento reanimarla, pero no funciona "¡Amie!" Grito pero no me escucha "Dios mío, sálvala por favor. Si no quieres que esté con ella, no lo estaré pero sálvala por favor" oraba pero no recibía respuesta.
La mente se me nubla y mis pensamientos se apoderan de mí.
<<Los lobos me rodean, esta vez a mí y Amie, nos quieren matar a ambos, yo la protejo, pero vienen sobre nosotros>>
Vuelvo en sí, me doy cuenta que no hay lobos. Pero ella sigue allí, inconsciente, y Dios no me responde. Yo respeto mucho a Amie, jamás haría algo sin su permiso, pero se trata de su vida, así que tendré que darle respiración boca a boca.
Pongo mi cara frente a la suya, mis labios frente a los de ella, y comienzo a darle del aire de mis pulmones, al mismo tiempo que voy presionando su pecho para que reaccione.
Lo hago varias veces y nada. De repente, la respiración boca a boca se convierte en un beso, su primer beso, mi primer beso, cierro mis ojos, y la veo.
<<¿Estoy soñando? ¿Es mi imaginación? ¿Una visión? No estoy seguro, pero ella está allí, vestida de blanco resplandeciente, yo estoy a su lado, vestido de la misma forma y frente a nosotros está...¿Jesús? No comprendo nada, pareciera que estoy en el cielo, aunque sé claramente que estoy sobre la punta de las piedras.¡¡¡AAAAAAAHHHHHH!!! ¿Qué opinan de este capítulo? Muchas emociones juntas, jajaja.
Queridos lectores, gracias por llegar hasta aquí. Les voy a dejar un dibujito que me regaló una lectora y escritora muy querida thebookjm El dibujo es estilo Kwai y es por ello que representa la expresión de asombro que tiene Amie durante gran parte del capítulo. Espero les guste... Dios les bendiga...
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Puntas
Teen FictionPuntas, misiles, mejor conocidas como indirectas muy directas. Esta es una historia donde Adam y Amanda, dos enamorados, no pueden expresar sus sentimientos por sus conflictos internos, y la manera que encuentran para hacerlo es por medio de las lla...