Capítulo 19: "¡No lanzaré más puntas!"

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¡Hola a todos mis lectores! En el capítulo de hoy les dejaré una sorpresita al final. Y al mismo tiempo anunciarles que ya estamos en la etapa cumbre, ya que solo falta un capítulo para llegar a la mitad, así que no se pierdan ningún detalle. Los dejo leer...

<<Veo una luz ¿Estoy muerta? Me veo a mi misma, estoy vestida toda de blanco... Cómo...como... ¡Cómo una novia! Me agarro la cabeza y jalo mis cabellos de la intriga que me causa el momento. Trato de caminar pero parece que me quedo en el mismo sitio, de repente, ahí está, ¡Es Jesús! Ok, sí debo estar muerta, o entonces es el día del rapto porque soy una novia, la iglesia, y Cristo viene por ella ¿No? Pero... espera...viene alguien más, otro sujeto vestido de blanco también, pero diferente de Jesús. Jesús está todo de blanco pero tiene una gran corona, una capa dorada, y puedo ver las heridas de sus manos, es tan hermoso que apenas puedo estar de pie, solo lloro, me conmuevo y mi corazón se sale, dejo de ver al otro sujeto que se aproxima, solo veo a Jesús ¡Quiero tocar sus manos! Pero me hace señas de que me quede tranquila, y yo obedezco, veo hacia mí izquierda y ahí está él, ¿Qué? ¡Es Adam! ¿Acaso está muerto también? No comprendo nada, pero Jesús me sonríe, me ve, toma mi mano, toma la de Adam y las une, somos tres en uno solo, ¡Es nuestra boda! No lo entiendo, no lo comprendo, pero es hermoso. Luego, Jesús suelta nuestras manos y toca nuestros hombros, ve a Adam y asiente con la cabeza como si le diera permiso para algo, Adam me ve, se acerca, toma mi cabeza de forma muy delicada por la parte de la nuca mientras peina mi cabello, me ve y me besa>>

—¡Amie! ¿Estás bien? Dime algo— me dice Adam mientras se aleja de mí unos pasos hacia atrás, y su rostro es de espanto, no de asombro, de espanto. Y yo sigo en shock, ¿Y eso que fue? ¿Un sueño? ¿Una imaginación? ¿Una revelación? ¿Algún deseo reprimido? ¿Queeee? No sabía que estaba ocurriendo, solo recuerdo que entramos al río a mojarnos los pies.

—Ssssssí... ahm...estoy bien. Muy bien ¿Qué te ocurre? ¿Qué sucede?

—¿No recuerdas nada?— me dice asombrado mientras se acerca hacia a mí.

—Solo que mojábamos nuestros pies en el río— Obvio no le diré lo que vi en mi cabeza, porque hasta donde sé no sucedió en la realidad ¿O sí?

—¿Estás segura? ¿Sólo eso recuerdas?— estoy aterrada, ¿Por qué la pregunta? Pero sigo firme

—Sí, solo eso. ¿Hay algo más que debería recordar?— me puse seria e inmutable. Y él abrió mucho los ojos, de asombro y respondió

—No... Solo eso sucedió. Solo que...bueno... también...—hace una pausa ¿Qué otra cosa debo saber? Él parece nervioso, pero entonces sigue hablando—...tuviste un ataque de asma, supongo que fue a consecuencia del frío, te desmayaste y...

—¿Y qué? ¡Dilo ya! Me tienes nerviosa—creo que estoy siendo dura con él, pero es la intriga de saber si lo que vi fue real, o no, me moriría de vergüenza si se entera de lo que vi.

—Nada...no sucedió nada más...yo te traje fuera del río y unos minutos después volviste en sí

Lo noto extraño, asustado, nervioso, él no es así, suele ser muy seguro y ahora parece muy vulnerable ¡Me gusta! Es tierno. Tal vez, es el hecho de que estuve en peligro, eso quiere decir ¿Que le importo? ¡Claro que le importo! sino no me habría traído hasta aquí ni me habría dicho ese discurso de sus sueños.

—Ohh, no tenía idea. Gracias por salvarme—Le dije mientras lo abrazaba y el abrazo fue recíproco. Luego, nos vimos unos segundos y decidimos volver al campamento.

—Bueno... Ya es tarde... Sécate bien para que no te resfríes...buenas noches— dijo casi sin mirarme

—¿Adam?—

—¿Sí?— logro captar su atención y me mira, lo hace de verdad, como cuando desea mirarme.

—Gracias, por todo. Por mostrarme las estrellas, por ser como eres conmigo y también por salvarme. Gracias, en serio, gracias— no lanzaré más puntas, seré clara con él, quiero mostrarle que lo quiero. Y sí, lo quiero, ya no tengo miedo de decirlo o bueno, pensarlo jajaja. Sus ojos se abren más y más, me mira, me sonríe y baja la mirada

—No es nada. Descansa— ¿Eso es todo? Solo "Descansa" ¡Por Dios! <<Se nota que me quieres y ¿Por qué no me dices nada? ¡Benditas puntas! Habla claro, dime las cosas de frente>> Mi semblante cambia y entro a la tienda. Me siento enojada con él, pero a la vez feliz por lo vivido ¡Ugh! Solo Adam Prince para hacerme sentir así.

Me acuesto en mi bolsa de dormir, pero no tengo sueño ¿Quién podría dormir después de una noche como esta? "¡Basta Amanda! No te emociones demasiado, porque recuerda que no tienes claridad de las cosas, es verdad que él está siendo muy lindo, pero hasta ahora no te ha dicho nada ¿Cierto?"

¡Ugh! A menudo me hablo a mí misma porque mi yo carnal no piensa con claridad. Tengo un gran defecto, dos en realidad. El primero, es que no dejo entrar fácilmente a nadie a mi corazón. El segundo, es que una vez que alguien logra entrar difícilmente sale de allí,  eso me aterra. Siempre me esfuerzo por hacer todo bien, por cumplir las expectativas que cree que Dios espera de mí, la que mis padres desean, e incluso, la que creo que espera mi esposo del futuro de mí.

Sin embargo, a pesar del miedo, siento paz, una que inmunda mi corazón, como si de alguna manera supiera que esto es lo correcto. ¿Esto? ¿A qué me refiero con esto? Adam y yo solo fuimos a pasear al río, aunque yo siento que fue más que eso. Todo sería más fácil si dejáramos de hablar en ese tonto idioma de puntas, así que a partir de ahora ¡No lanzaré más puntas! Aunque tampoco le diré l que siento por él, solamente voy a darle algunas señales que lo hagan tomar la iniciativa, seré paciente.

Dormí como princesa, no soñé nada, pero mi sueño en el río fue suficiente para mí. Ya amaneció, y ahora voy con toda la actitud, va a tener que dejar de lanzar puntas.

—Buenos días Adam ¿Qué tal dormiste? ¿Cómo estás? Linda mañana ¿cierto?—
Su cara jajajaja, no puedo creer como me mira, parece apenado, extrañado ¡Yo que sé!

—Ahm...¿Bien? Digo...bien, gracias a Dios. Sí— ni siquiera me ve a los ojos, sigue caminando como si nada, ayudando a los demás con el desayuno. ¡El desayuno que se haga solo! Él va a tener que mirarme, o no sé que haga, pero yo, ¡No lanzaré más puntas!

¿Quién viene ahí? ¡No es posible! Es John Gretzinger, pastor de jóvenes de una iglesia en Lima, lo habíamos invitado para que diera algunos temas pero había dicho que no podía venir. ¡Sí vino! Él es mi crush desde hace unos años atrás jajajaja. No, no estoy enamorada de él, solo es un...crush... Lo admiro mucho, y siempre quise que mi esposo fuera como él.

No porque sea guapo, aunque sí es guapo jajaja es alto, mide 1.80, piel blanca, ojos verdes, cabello liso no muy largo y rubio, además de eso, canta y prédica tan lindo, es un hombre de Dios de verdad. Pero yo ahora quiero a Adam, no me importa John, sin embargo, esto puede ser una ventaja.

¡Uyuyuy! ¡Que el juego comience! Pero no, no crean ¡No lanzaré más puntas!

¿Recuerdan el crush que Amie menciona en el capítulo 8? ¡Exacto! Él es. John Gretzinger, el modelo de chico con el que toda chica cristiana quisiera casarse jajaja. Sigan leyendo la historia para conocer que tan importante será su aparición. Aquí les dejo una sorpresa, un dibujito de él para que tengan una idea más clara, y no podía faltar su Biblia bajo el brazo. Bendiciones de lo alto, hasta el viernes...

 Bendiciones de lo alto, hasta el viernes

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