Capítulo 34: "Una directa sin puntas"

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—¿2000 likes?—pregunta Edward mientras ve la pantalla de la computadora con asombro.

—Sí, y hace dos días que lo subí— respondo con aires de grandeza jajaja, parece que sí soy bueno para escribir.

Estamos en el estudio de la casa de Edward. Que dicho sea de paso ¡Es una mansión en realidad! Jajaja. Al entrar te topas con una escalera de doble entrada y al subirla por el lado derecho en la primera puerta está el estudio. Allí hay una mesa de madera barnizada con una computadora color negro. Las paredes son azul oscuro, pero el techo es blanco, con luces de neón en los bordes de las paredes y techo. Tiene varios muebles blancos, y una mesa de vidrio en el centro. Hay una biblioteca al fondo del lugar, con muchos libros de autores interesantes, como Tim Keller y John Maxwell, pero él no parece tener interés en el alguno, porque jamás lo he visto leer. Yo estoy frente a la computadora en una silla de cuero color negro, reclinado y con ambas manos detrás de mí cabeza ¡Mi trabajo está hecho!

—Wow, Adam. Realmente eres bueno con las palabras— Gracias, lo sabía jajaja.

Si supiera que solo soy bueno con las palabras porque nadie sabe que yo soy el autor, en especial Amanda. Jamás pude decirle algo como lo que escribo, porque cada vez que la miraba el miedo se apoderaba de mí, miedo a perderla, miedo a hacerle daño, miedo a fracasar, y lo único que salían de mí eran puntas, nunca le dije algo de forma directa.

—Ten, aquí tienes tu cheque de este mes.

Siempre me pregunté de donde saca el dinero este chico, al parecer no trabaja, no estudia ¿Qué acaso sus padres le dan todo? No tengo tiempo de averiguarlo, revisaré una o dos publicaciones y me iré a casa.

—¿Qué? ¡No puede ser!— grito en voz alta, pero lo quería decir en mi mente. Solo que la imagen me dejó tan impactada que las palabras brotaron solas de mis labios.

Me levanto de la silla y sigo viendo la pantalla con espanto. Paso mis manos por mi nuca y luego por toda mi cara.

—¿Qué ocurre?—pregunta Edward y se acerca nuevamente a la pantalla— Ah, eso. Estás viendo la publicación del compromiso de Amanda. ¡Nos casamos!—se mofa de la publicación imitando el porte de John cruzando ambos brazos—apuesto a que no es feliz con ese tipo con cara de...de...de...—tartamudea, mientras señala la pantalla parece que tiene problemas para encontrar la palabra correcta.

—De hombre de Dios...¿Eso ibas a decir?—volteo hacia él y reconozco la 'casi' perfección de John, mientras toco mi cien ¡Estoy teniendo jaqueca de solo decirlo!

—Sí eso. Pero ¿Por qué el asombro?—me pregunta Edward tocando su mentón y levantando una ceja mientras esboza una sonrisa.

—Porque no pensé que fueran a casarse tan pronto. Y no estoy asombrado solo, sorprendido— digo mientras sigo viendo la foto, como si eso pudiera cambiar las cosas.

La razón por la que vi la foto, es porque estoy desde la página "El principito" tomando en cuenta que está desde el Facebook de John, porque yo la bloqueé de mis redes.

—Diferente palabra mismo significado—Edward coloca una mano en mi hombro en señal de consuelo.

—¿Qué te pasa a ti? Parece que te afecta también que ella se case — lo miro atónito colocando mi mano en mi mentón.

—¿También? ¿Qué a ti te afecta?

¡Pucha! ¡Me expuse frente a este chico!

—No...no...es solo que...—antes que pueda responder, Edward habla.

—No te preocupes, yo sí voy a contarte— se sienta en la silla en la que yo estaba y se coloca frente a mí —Amanda es una mujer increíble—él suspira y mira al cielo, yo levanto una ceja y dejo de sonreír, porque me enoja que diga cosas sobre Amie en mi presencia ¿Por qué ella nunca lo mencionó? ¿Qué tan importante fue para ella?

—Yo fui un tonto. Siempre pensé que no estaba a su nivel, ella siempre perseguía las cosas de Dios y yo era muy inmaduro — ¿Era? A mí me parece que sigue siendo inmaduro —Así que me fui por el camino fácil. Terminé de novio con una chica que me dañó muchísimo, y al final acabé solo y arrepentido de no haberme atrevido a estar con ella ¿Quién sabe? Tal vez estaríamos casados y con 4 hijos— mis ojos se abren más, y con mi mano izquierda detengo la derecha para no soltar un puñetazo en su rostro. En cambio respiro y digo con amabilidad.

—Jajaja, si tú lo dices— le doy la espalda y empiezo a caminar.

—Ahhh, pero a ti te afecta un montón. ¿Qué pasó entre tú y Amanda?— El pelinegro se levanta y me detiene frente a la puerta

—No molestes, no pasó nada— sigo caminando, abro la puerta, bajo las escaleras y salgo por la puerta principal.

No voy a contarle a Edward, de hecho, ahora que me enteré que le hizo daño a Amie, me cae peor. Pero, algo sí dijo de cierto, ella no parece feliz al lado de John ¿Será que aún me quiere? No voy a quedarme de brazos cruzados, por primera vez debo decirle una directa sin punta.

Tomo mi celular y rápidamente desbloqueo a Amie de todas mis redes. Recordé que ella siempre tenía escrito su celular en su perfil de Facebook, algo que discutí con ella porque me parecía que era peligroso. Sin embargo, en este momento me pareció lo mejor de mi vida. ¡Bingo! Encontré su número celular. Lo guardo en mis contactos y la busco en WhatsApp, me doy cuenta. No me tiene bloqueado, así que la llamo.

—¿Aló?— luego de dos repiques contesta.

¡Esa voz! el mundo se paralizó para mí. Tantos años sin su voz, tantos años sin escucharla, sin saber cómo estaba, ahora que la escucho no quiero dejar de oírla jamás.

—A...E...yo...— no tengo idea de qué decir o hacer, me siento un tonto.

—Adam, ¿Eres tú?— ¡Claro que soy yo! ¿Acaso no viste mi foto al contestar la llamada?

—Amie por favor no te cases— sigo caminando mientras sostengo mi celular en mi oído derecho. Hasta que llego a un banco que está en un parque frente a la casa de Edward y desde allí espero una respuesta de su parte.

—¡Ja! No te entiendo ¿Por qué me pides eso?— su tono de voz contiene altos niveles de ironía ¡No la culpo!

Las manos me sudan, mi corazón se acelera <<¡Dile! ¡Dile que la amas!>> Me digo a mi mismo.

—Porque no te ves feliz— <<¡IDIOTA!>> Otra vez yo hablándome.

—Ay por favor, Adam. ¿Y donde sí me vería feliz? ¿A tu lado? No Adam, no vas a hacerme esto. Yo ya te perdoné, pero fue muy injusto lo que hiciste. Déjame en paz y feliz con mi relación. Me voy a casar y es mi última palabra— Dice firme y sin una pizca de nervios.

Antes de que pueda decir algo, cuelga. "Me voy a casar y es mi última palabra" <<Claro que te casarás Amie, pero no será con ese tipo>> Marco al número de Vanessa.

—¿Aló?—contesta al primer repique ¡Clásico de Vane!

—Necesito ayuda—digo con desesperación.

—¡Caramba! el desaparecido aparece y es para pedir ayuda ¿Qué cosas no?— dice con mucha ironía, más que la que noté en Amie. Al parecer las mujeres de esta familia me odian.

—Por favor Vane, es urgente. Se trata de Amie— sigo pasando mis manos por mi rostro y todo mi cabello, dejándolo cada vez más despeinado.

—Te dije que te alejes de ella—su voz cambia, ahora parece enojada.

—Y lo hice pero no puedo hacerlo más— me levanto del banco y camino hacia un árbol que está en el parque, porque el sol comenzó a darme. Recuesto mi espalda en el tronco y la brisa me calma un poco.

—Demasiado tarde Adam, Amie se va a casar— ¡Como si yo no lo supiera!

—Pero no con John— digo con seguridad.

—¿Qué quieres decir?

Es una locura, pero ya lo pensé todo. Haré un plan para que John no sea el novio sino yo, esta vez no dejaré escapar a Amie, no la voy a dejar. ¡Dios! Ojalá esté bien lo que estoy haciendo.

Hago silencio unos segundos, tratando de encontrar las palabras correctas, y entonces hablo.

—Tengo un plan para interrumpir la boda, para que ella no se case con John sino conmigo. El plan consta de tres partes. La primera es antes de la boda, si esa funciona, no tendré que interrumpir la ceremonia, pero sino, viene la fase dos, que es durante la boda. Y si no funciona, viene la fase 3 que es después de la boda cuando aún se puede anular el matrimonio. ¿Estás conmigo?— ¡Parezco un demente! Una madre pasa con su hijo tomado de la mano y me miran como si yo estuviera loco ¡Tal vez lo estoy!

—Estas loco—dice sin titubeos como si pudiera escuchar mis pensamientos.

—Loco de amor por tu hermana—Respondo de la misma forma y sonriendo aunque ella no pueda verme.

—Eres un imbécil Adam, ¿Por qué ahora? ¿Por qué no antes?

Vane tiene razón. Pero es que algo cambio cuando vi la publicación de Facebook. Siempre he tenido miedo de decirle a Amie lo que siento, pero esta vez, el miedo a perderla para siempre es aún mayor, no es miedo, sino terror, no puedo dejarla ir, ya es parte de mí.

—Porque no puedo seguir viviendo sin ella, y justo ahora sé qué hacer.

Recordé las palabras de Jesús cuando me dijo "No te preocupes, sabrás que hacer en el momento justo"

—Adam....tú sabes que yo siempre estuve a tu favor, pero llegaste muy lejos ¿Cómo sé que no le harás daño otra vez?— ¡Touché!

—Te firmaré una garantía—Es lo único que se me ocurre

—¿Garantía?

—Sí, ahora soy rico. Así que te haré un contrato. Si yo le hago daño a Amie una vez más, te daré la mitad de mi fortuna

—¿Y por qué querría tu fortuna?

—¡No lo sé Vane! Por favor, lo único que sé es que amo a tu hermana y debo hacer esto ¡Ayúdame por favor!— Digo impaciente mientras camino de un lado al otro debajo del árbol ¡Ahora sí estoy desesperado!

Se hace un silencio largo, hasta que por fin habla.

—Está bien. Cuéntame tú plan

¡Bingo! ¡Gracias Vane! ¡Gracias Señor! Le cuento todo el plan, ella escucha, se asombra, se ríe pero lo entiende. Algo que amo de Vane es su capacidad para entenderme, no tengo que darle muchas explicaciones, capta rápido la idea. Y entonces le pregunto.

—¿Cuándo es la boda?

—En dos semanas

—Bien, tenemos 15 días

—¿Y qué es lo primero que harás?

—Comprar un traje— Un buen plan requiere de un buen atuendo. Y aunque detesto lucir elegante, tengo que tener estilo de novio.

Ya no me importa admitir ante los demás lo que siento, seré directo. Sé que no pude hacer mucho, pero por lo menos lo dije, una directa sin puntas.

Dios los bendiga mucho... Acercándonos cada vez más al final ¿Cuántos están emocionados?

Les amo en Cristo, nos leemos el viernes de nuevo...

PuntasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora