Antes de leer, debo decirles que les había dejado un video en la portada, solo que Wattpad lo bloqueó porque la música tiene derechos de autor, cosa que no sucedió con Youtube. En fin, voy a ponerles un anuncio con el link del video para que vayan a verlo, pero primero lean el capítulo, es importante para que el video que van a ver tenga sentido.
Entonces, comencemos...
—¡Amie! ¡Por fin llegaste!— el rubio me abraza dejándome perpleja.
—¿John? ¿Qué haces aquí?— me retiro de sus brazos desconcertada.
Al parecer el apellido Gretzinger sí es inglés, después de todo, y lo que dijo de tener familia en Canadá ha de ser cierto, no mintió en nada, solo que ¿Por qué está aquí en mi departamento? ¿Cómo supo que yo vendría?
—¿Cómo...
—Vane me dijo que vendrías para acá, y me dio la dirección de tu departamento— me respondió sin dejarme terminar la pregunta.
Vane quiere resolver mi vida al modo fácil, como si John pudiera enmendar todo lo que Adam ha hecho.
—¡Claro! Eso tiene sentido. Y...¿Tú vives aquí en Montreal?— le pregunto señalándolo con mi índice.
—Sí. Después del campamento vine para acá. Mis padres pusieron una sucursal de la procesadora de mandarinas aquí, y me enviaron a ser el gerente y dueño del lugar ¿No es fantástico?
¿Fantástico? ¡Me parece una locura todo esto! Lo que menos necesito es ver a John, y menos que me cuente lo grandioso que es. Yo solo quiero estar sola.
—¿Quieres pasar?— le digo esperando que su respuesta sea NO.
—Sí, claro. WOW, no hay nada aquí
Dice mientras le echa un vistazo al lugar. ¿Cómo que no hay nada? Está muy bien decorado, sí faltan algunas cosas, pero se debe al hecho de que acabo de llegar. ¡Ugh! Tal vez Nya tiene razón sobre John, quizás si es un niño rico presumido. O a lo mejor lo que sucede es que estoy susceptible por todo lo que ha pasado.
—Recién llego, no he tenido tiempo de instalarme —le respondo amablemente
—Y ¿Si te ayudo a desempacar?— me dice con ternura mientras toma una de mis maletas y me mira con sus encantadores ojos verdes.
John, es una lindura, el principito de cuento que cualquier chica como yo querría ¿Por qué rayos no me gusta John? ¿Por qué tuve que enamorarme de una persona que es lo opuesto a lo que quería? Pero ¿Y si John es la voluntad de Dios para mí y yo había estado empeñada en Adam? No tengo respuesta, pero el hecho de que justamente él viva en el mismo lugar donde yo tuve que venir me resulta muy extraño. A pesar de todo, no me hace mal la compañía de John, además, solo quiere acompañarme a desempacar. Así que accedo a su propuesta.
—Listo, ya quedó todo— dice poniendo las manos en su cadera como un súper héroe que completa una misión.
—Muchas gracias John, fuiste muy amable al ayudarme con todo esto— le digo con amabilidad.
—Bueno, hay algo que puedes hacer para agradecerme— me mira de forma pícara y misteriosa.
WHAT? ¿Desde cuándo un caballero espera algo a cambio?
—Ahm...No estoy entendiendo— mi rostro amable cambia. Levanto una ceja y lo miro con desconfianza.
—Tranquila no te asustes, no tengo malas intenciones. Solo quería una excusa para poder invitarte a cenar. No es tu obligación, solo quiero que vayas si es que lo deseas— su tono cambia, y también su mirada. Ahora parece tener un rostro de humildad.
Me quedo fría ante su cordial y galante invitación. Por un lado pienso que no tengo ganas de salir con nadie, y que honestamente no es bueno para John que lo use de paño de lágrimas. Y por otro pienso en que quizás Dios desea que yo me levante y haga mi vida de nuevo ¿Qué le respondo?
—John, la verdad estoy cansada hoy. Disculpa— ¡Bien! Un rechazo cortés y elegante.
—Ah, pero no te preocupes, puede ser mañana ¿Te parece?
Es insistente, me gusta eso.
—Está bien, mañana iremos— le sonrío. Me estoy esforzando, porque es difícil.
—Genial Amie, paso por ti a las 7 PM. Nos vemos mañana, buenas noches.
Se despide de mí con un beso en la mejilla. Es muy caballero la verdad, pero no lo quiero a él ¡Dios! No dejo de pensar en Adam, pero me duele, duele muchísimo. En todo lo que me hizo, en lo que sentí con esas palabras. En lo boba que me siento, lo insuficiente que me veo, y al ver a John tratarme tan bien solo me da coraje.
Al principio me sentía inferior, como si tuviera la culpa de lo que pasó. Pero ahora, siento rabia y mucho odio hacia él. ¿Cómo fue capaz de hacerme tanto daño? ¿Por qué dejé que me amara alguien que no sabe amar? Existen chicos buenos, capaces de cuidar mi corazón, así como John, y yo fui tan tonta al enamorarme de Adam. Pensándolo bien, tuve algo de culpa, nadie me obligó a amarlo.
Me lanzo a mi cama poniendo mi rostro en la almohada, gritando mientras lloro. El dolor es inmensamente insoportable. Y entonces me quedo dormida.
Me despierto, son las 7 AM. Es sábado, las clases comienzan el lunes. Así que hoy tengo el día libre. No tengo ganas de nada, siento que mis huesos pesan como plomo y solo quiero "vegetar" frente a la televisión con películas románticas y helado con galletas.
<<Amanda, necesitas levantarte. Dios no quiere que estés triste. Ese estúpido de Adam no merece ni siquiera tu tristeza. Necesitas reponerte, necesitas demostrarle a Adam que tú vales y que puedes ser feliz sin él>> Escucho una voz en mi cabeza que supongo que es mi conciencia. Así que me levanto y me preparo para ir al centro comercial.
Fui de compras, y me llevé un vestido negro de escote en "V" y falda suelta, ceñido al cuerpo hasta la cintura, super lindo y elegante. Luego de colocarme el vestido, me pongo mis tacones negros y un recogido en mi cabello para que se vea todos los detalles del vestido, me maquillo y ¡Woala! Estoy lista. Tocan la puerta, debe ser John.
—Guao...Amie...me has dejado sin palabras...estás preciosa
Recordé que Adam nunca me dijo algo como eso, así que siento unas punzadas en el pecho, pero lo disimulo sonriendo.
—Gracias John, tú te ves muy bien también.
John va de traje negro, camisa blanca y corbata azul. Está muy elegante, Adam nunca lo fue, su estilo era diferente, aunque siempre vestía bien. ¡Ugh! Debo parar de comparar a Adam con John.
Ha sido una magnífica cena. Me llevó a un restaurante lujoso, con luces por todos lados, comimos un platillo que no recuerdo su nombre, pero estuvo delicioso, y lo mejor fue la charla. John me presta atención, me escucha y atiende a lo que digo, y también me cuenta cosas sobre él, parece directo, sin puntas, sin indirectas, sin nada que esconder, sin nada que descubrir. Eso es bueno, pero no sé porque me decepciona.
—¿Nos tomamos una foto de recuerdo?—me dice, y yo siento un terror enorme ¿Por qué?
—Sí, claro está bien— escondo mi pánico en esa frase y me preparo para la selfie, y listo, nos tomamos la foto.
John empieza a hacer algo en su celular, yo lo miro preocupada, no tengo idea de que está haciendo, hasta que suena una notificación de instagram en el mío.
Abro el mensaje, y... ¡No inventes! Acaba de subir la foto a su historia de instagram y me etiquetó ¡Pucha! ¡No puede ser!
—¿Pasa algo?— indaga John mientras ve que tengo cara de espanto ante mi celular.
—Noooo, noooo...Ehm...para nada ¿Qué podría pasar?— digo nerviosa ¡Rayos! ¿Por qué soy tan mala ocultado las cosas?
La verdad es que no me molesta la foto, no me molesta que la haya publicado, ni que me haya etiquetado, es muy tierno de su parte. Lo que me preocupa es que Adam la vea, aunque probablemente no lo haga porque me bloqueó de las redes, pero los chismes siempre corren rápido. Y más los de este tipo.
Él me lleva a casa y entonces nos despedimos.
—La pasé muy bonito John, muchas gracias
—Gracias a ti por aceptar la invitación
Me mira con ternura como esperando recibir algo, se acerca a mí agachando su cabeza, quedando muy cerca de mi rostro, con sus labios frente a los míos y entonces...
—¡Qué tengas buenas noches John! Hasta luego— le digo alejando mi rostro y cerrando la puerta rápidamente, tanto que parece que huyo. Espero no lo tome a mal.
Simplemente no puedo, no puedo besarlo, es todo tan rápido.
Mis manos tiemblan, todo mi cuerpo en realidad, y yo estoy en shock. Solo he besado a Adam, y fue hace muy poco, no sé si podré algún día besar a alguien más. Mis lágrimas comienzan a brotar sin piedad, al tiempo que caigo al suelo para desplomarme en la alfombra. Y recuerdos invaden mi cabeza.
...
—Eso sí. El día que me case sé que canción será para el baile— me dijo Adam cuando apenas nos estábamos conociendo. Y criticó mi gusto musical, porque yo quería poner la canción de Floricienta en mi boda.
—¿Y se puede saber cuál?— indagué enojada, dudaba que fuera mejor que la mía.
—Set fire to the rain de Adele
—¡Ugh! Tú y tu obsesión por Adele ¡Cásate con ella mejor y le dices que te la cante!— siempre me enojó que le gustara tanto esa cantante, aunque no lo sabía en ese momento, creo que me daba un poco de celos
—¿Cuál es el problema?
—¡Ninguno! Pero esa canción ni siquiera es apta para una boda, más parece una canción de despecho—le decía con aires de grandeza.
—Lo es
—¿Y entonces porque la quieres en tu boda?— Adam y sus gustos raros.
—No lo sé, tal vez porque entiendo el sentimiento
...
Mientras recuerdo esa conversación con Adam lloro más y más, mis ojos no pueden más de tanto llorar, no siento mi cuerpo, está dormido de tanto dolor. Y esa canción suena en mi cabeza."But there's a side to you
That I never knew, never knew
All the things you'd say
They were never true, never true
And the games you'd play
You would always win, always win
But I set fire to the rain
Watched it pour as I touched your face
Well, it burned while I cried
'Cause I heard it screaming out your name
Your name"
—Esta canción tiene tanto que ver contigo. ¿Por qué me hiciste esto Adam? ¿Por qué me haces sufrir tanto? Realmente había una parte de ti que yo no conocía, y ahora yo tengo esos deseos de ser Adele y decirte que te incendie la lluvia con tal que te quemes. Me siento tan engañada, tan triste
Digo eso al aire como si Adam pudiera escucharme. Y a todo pulmón empiezo a cantar:
"But I set fire to the rain"
Tirada en la alfombra, me quito los tacones y también el peinado que llevaba, dejándolo suelto, y veo a lo lejos la botella de champán que mis padres me regalaron, me arrastro hasta allá, abro la botella, sirvo una copa y la bebo lo más rápido que puedo. ¡Puaj! ¡Qué asco! Mi cabeza se mueve de un lado al otro, jamás he bebido, de hecho no me gusta el sabor del alcohol, pero yo necesito salir de la realidad un rato. Aunque no funcionó, no puedo beber más de una copa, ese sabor es horrible.
Frustrada por mi intento de emborrachamiento, me lanzo a la alfombra de nuevo y empiezo a tararear "Set fire to the rain" pero después de un rato, ya no se siente tan bien, así que sigo llorando más y más.
Me coloco boca arriba mientras mis lágrimas corren, y viendo al techo comienzo a orar. Tal como la primera vez que oré viendo la punta del techo.
"Dios mío, este dolor es demasiado para mí. Es más de lo que yo puedo soportar. Ya no puedo más por favor ¡Ayúdame!"
Estallo en un gemido y no puedo decir más nada que solo llanto y dolor.
Luego de un rato, la música que está en mi mente se transforma en otra. Las notas de "Set fire to the rain" son muy parecidas a las de "Waste it all" de Kim Walker. Así que me vino a la mente esa canción y empiezo a cantar."Covered in shame,
hiding my face
I owed a debt I could not pay
Searching in vain
to fill my heart's ache
I threw my work away
When I thought all was lost
You saw me and You came to my defense
This priceless gift You gave
Was not meant for me to hold"
Al instante que comienzo a cantar, siento una fuerza incomprensible, me levanto y comienzo a danzar mientras sigo cantando.
"I wanna waste it all on You
I wanna pour my heart's perfume
I don't care if I'm called a fool
I'm wasting it all on You"
Toda esa canción expresa mejor que una oración todo lo que yo siento y al mismo tiempo me pone en manos de Dios para perderlo todo por Él.
Termino de danzar con una paz que inunda mi corazón, es cierto, ni el alcohol, ni la canción de Adele, ni la copa de vino fueron la solución. Lo único que me ayudó a levantarme, fue una oración, una canción sincera, una adoración a través de la danza, un corazón rendido ante Dios viendo la punta del techo, otra vez.Hola a todos mis queridos lectores...
Este es no de mis capítulos favoritos porque se trata de una experiencia personal en muchas cosas. Yo estuve en depresión u tiempo, y aunque nunca tomé alcohol como Amanda, lo que sí hice fue sumergirme en el dolor, y una de las canciones que tarareaba en mi cabeza era "Set fire to the rain" y en uno de esos días, recuerdo estar orando a Dios por ayuda, y fue cuando Él transformó la melodía en mi cabeza en una alabanza a ÉL.
Waste it all, es una canción que expresa como un corazón quebrantado, es el material perfecto para que Dios obre milagros.
Dios los bendiga mucho... Ahora sí, vean el video. Hasta el viernes...
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Puntas
Fiksi RemajaPuntas, misiles, mejor conocidas como indirectas muy directas. Esta es una historia donde Adam y Amanda, dos enamorados, no pueden expresar sus sentimientos por sus conflictos internos, y la manera que encuentran para hacerlo es por medio de las lla...