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Paloma

Podía imaginar lo sacado de onda que se había quedado, no podía dejar de reír. Por primera vez en mucho tiempo no me importo que el transporte fuera lleno, estaba inexplicablemente feliz que hubiera sido capaz de ponerme a bailar, pero no había espacio.

El trayecto de veinticinco minutos se me fue volando, aun iba sonriendo cuando baje del camión, pero la sonrisa se me borro automáticamente cuando vi a Tristán sentado sobre su moto frente a la entrada de la escuela, podía notar lo cabreado que estaba.

— ¿Me podrías explicar por que carajos no te subiste al coche? — me pregunto muy molesto.

—Simple, por que no quise — me levante de hombros, pude ver que tenía las manos en forma de puño y las apretaba con fuerza — Mira Tristán desde ayer has estado tomando decisiones sin ni siquiera preguntar mi parecer, no me gustan que me impongan las cosas, odio que la gente piense o suponga por mi, ¿Sabes? Yo tengo voz. Así que simplemente no me subí a tu coche por que no preguntaste si quería hacerlo, ahora si me disculpas, voy tarde.

Me marche antes de que pudiera decir algo, era cierto todo lo que le había dicho, pero aun así el corazón se me desbocaba, podía jurar que si me hubiera preguntado el resultado hubiera sido el mismo, a todo le hubiera dicho que si.

La presentación fue en viento en popa, lo había conseguido, una muy buena nota. Mire el reloj quince minutos antes de las once, Lu estaría por terminar, fui a esperarlo afuera del salón.

— ¡Lu! — grite en cuanto lo vi.

—Mía.

— ¿Cómo te fue?

—No muy bien, tengo que regresar el lunes.

— ¿¡En serio!? ¿Por qué?

—Mía me fue muy mal, la maestra hablo conmigo, así que me sincere con ella, le explique de la dificultad que tengo con su materia y ella se ofreció a darme una tutoría, pero solo tiene tiempo una hora diaria durante la próxima semana.

— ¿¡Semana!?

—Si.

— ¿Y el viaje?

—Princesa será en otra ocasión, lo siento.

—No Lu, lo primero es la escuela, igual podemos esperarte para irnos juntos, total si Tristán tiene prisa yo te espero.

—No es necesario, igual te alcanzo después.

—Ya veremos — esa idea no me gustaba.

—Por lo pronto tengo que esperar a la maestra, ve a casa ya te hablare después y te cuento.

— ¿Seguro? Te puedo esperar total no tengo nada que hacer.

—No anda ve a casa, te ves cansada seguro pasaste la noche leyendo y no dormiste, y no tiene caso esperar ella dijo que venia en diez minutos y después no se cuanto tiempo mas estaré aquí.

—Ok, pero comes algo y me llamas. — Le pedí.

Antes de irme quería pasar por la lista de las próximas materias y libros, necesitaba saber en que podía irme adelantando.

Fui a la salida de la escuela leyendo y pensando en el ultimo semestre el cual iba a estar muy pesado, me relaje diciéndome que tenia la tarde libre, ya tenia permiso en la cafetería, pero igual quizás me pasaría por ahí, o quizás simplemente dormiría toda la tarde o vería alguna película tirada en el sofá ¿Había rastro de su aroma? Sacudí la cabeza, de verdad estaba volviéndome loca obsesiva.

— ¿Ahora vas a fingir que no me conoces para no hablarme? — su voz me sobresaltó.

— ¿Eh? ¡Tristán! ¿Qué haces aquí? — note que ya se había bañado y cambiado de ropa.

Angel de papelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora