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Paloma

Por fin nos retiramos de la famosa fiesta, aunque aun me ardía la cara de vergüenza por lo que había dicho no me arrepentía.

—Ángel ¿Te puedo llevar a casa? — me pregunto Tristán.

—No gracias, iré con Lu — aunque ya había tomado una decisión aun me sentía muy nerviosa de hablar con el.

—Oigan ¿A donde creen que van? — nos pregunto Fernando.

—Yo a mi casa a descansar ustedes no tengo la menor idea — respondí.

—No lo creo — lo mire intrigada.

—¿Ah no?

—No. La noche aun es joven y Lu se merece una verdadera fiesta — me dijo con una gran sonrisa, Mire a Tristán quien también sonreía.

Nos repartimos en los dos coches de la misma manera en que habíamos llegado. Nos detuvimos en un supermercado, los chicos comenzaron a llenar un carrito con cervezas, botanas, y carne, La gente solo nos miraba con toda seguridad por la manera tan formal en la que íbamos vestidos, pero a ninguno nos importo.

Cuando llegamos a la caja no pude evitar poner los ojos en blanco, la chica que nos atendió no sabia por quien babear mas, Fernando al darse cuenta empezó a coquetear, la chica me miro.

—No te preocupes ella es la novia de los tres —dijo Fernando y la chica me miro con la boca abierta —Pero no es celosa, así que no te preocupes.

Por un momento no supe si reñir a Fernando o mejor reírme. Mire a Tristán quien tenia cara de pocos amigos. Al salir no pude evitar preguntar.

—¿A donde vamos? ¿Para que es todo esto?

—Ya veras — Fernando sonrió.

Nos detuvimos frente a una casa de dos plantas, no era tan grande como la de Tristán pero aun así era muy bonita y ubicada en una buena zona. Mire a Lu interrogativa, el no me dijo nada solo comenzó a entrar, así que solo lo seguí al interior.

Fernando encendió las luces y pude observar una gran sala en tono negro, el piso y las paredes en en tono blanco y uno que otro toque en tono rojo, muy minimalista, aun lado había un comedor de seis piezas de igual manera negro también, en el centro de la mesa había tres velas de distinto tamaño en rojo.

La cocina estaba a espaldas y solo quedaba separada por una barra de granito, una rapida mirada me indico que todo estaba en perfecto orden. De lado contrario se encontraban unas amplias escaleras, al fondo de la sala toda la pared era de ventanales corredizos.

Fernando se acerco a esa parte encendió la luz y pude ver que era un espacio utilizado como... ¿Patio-terraza? No sabia como definirla, había una pequeña alberca al fondo, aun lado unas tumbonas, un asador ¡Ya! para eso las compras tenia que reconocer que ese par eran grandes tipos, sonreí.

—Demonio ¿Que opinas?

—Es una casa muy hermosa, tiene muy buen espacio y se nota que el arquitecto supo utilizar todo a su favor.

—Mas le valía por que con lo que cobra — lo mire y el a su vez miraba a Tristán.

—¿Es tu casa? — pregunte.

—Si la empresa de Tristán la diseño.

—Es muy hermosa — agrego Lu.

—Vamos — nos dijo Fernando y lo seguimos, ya en la terraza me quede aun mas fascinada el juego de luces era aun mas increíble, los tonos verdes daban a las plantas aun mas vida, y dentro de la alberca resplandecía por las luces en tonos blancas, y toda la estancia tenia mas luces en tonos blancos mas tenues.

Angel de papelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora