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Tristán

— ¿¡Que hiciste qué!? — me grito.

—Fernando escucha...

—¡No! escucha tú, siempre he sabido que eres un cabrón, un imbécil, pero esta vez te pasaste de gilipollas, ¿Que carajos estabas pensando? — no dejaba de gritarme mientras se paseaba de arriba a bajo en mi cuarto.

—Yo...

—No, si no lo hacías, esa me queda claro — puso sus manos en la cintura.

Guarde silencio mientras el seguía con su sermón.

—¿Y? ahora te quedas callado, ¿Que vas a decir a tu favor? — me interrogo

—¿Ya puedo hablar?

—No me jodas. que te den.

—¡Bien! — levante las manos a modo de rendición, suspire — Ahora solo escucha...

—Lo haré, pero solo espero que ella te haya abofeteado con el puño cerrado.

—Se que la ultima vez que hablamos yo no sabía, ni entendía todo lo que me pasaba. Ya se que dije que me alejaría de ella por que solo la había lastimado y esa era mi intención pero...

—¿Pero? — seguía furioso.

—Eso cambio en el momento que supe que ella... que ella podía estar... no, no lo quiero ni pensar, lo entendí. No quiero vivir pensando que hubiera pasado, cuando todo aquello paso fui hablar con ella, tenia la intención de contarle todo.

—¿Todo?

—Todo, el por qué de mis miedos, por que actuó como un imbécil cuando lo único que quiero es abrazarla.

—¿También lo de Anna?

—También eso, realmente quería abrirle mi corazón, mi alma, era una necesidad que imperaba, pensé que si daba ese paso, esta vez seria diferente. Pero cuando lo quise hacer ella tomo la palabra para decirme que lo mejor es que "Solo fuéramos amigos".

—¡Ups! la friendzone. — se burló.

—ja ja ja que gracioso, no te voy a mentir me sentí destrozado pero ¡Que le podía decir? Sabia de antemano que ella no cambiaría de opinión y yo había tenido mucha culpa en ello. Pero entonces pensé ¿Por que no? eso también podría ser una ventaja.

—No entiendo.

—El ser su amigo haría que estuviera cerca, la iría conquistando poco a poco, me ganaría su afecto a lo igual que su confianza, pero...

—¿Pero? — pregunto Fernando.

— Hay un chico compañero de su trabajo que no deja de hacer su lucha, la busca con frecuencia y yo reviento cada vez que lo hace, me muero de celos de pensar que ella lo pueda aceptar. Pensé mucho en alguna manera, pero la única que parecía correcta es la que no funciona.

—¿Cual?

—El decirle que estoy enamorado de ella.

—¿Que tu qué? ¿Estas seguro?

—Completamente. Como tengo la certeza de que ella seguirá negándose, se que ella le teme a algo y eso la detiene, así que ¿Como ir quitando la barreras? ¿Hacer que me de una oportunidad? que me conozca, pero sobre todo ¿Como evitar que alguien mas entre en su vida?

—¿Fue lo único que se te ocurrió?

—Honestamente no, no se me ocurría nada, pero de pronto vi la oportunidad y la tome.

—Me imagino que ella se enojo mucho y una vez mas te puso en tu lugar — sonreí.

—Con un carajo dime que te dijo ella.

Angel de papelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora