18- Volver a amar

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Candy no quiso por ningún motivo que Michael y Patricia le contaran ni un solo de los detalles de su reciente noviazgo mientras viajaban en el auto. Fue determinante, les dijo que quería saberlo todo, pero cuando los tres estuviesen cómodamente instalados en la casa. El tráfico de la hora punta les dio el tiempo suficiente para ponerse al día solo de temas igual de importantes para ella, pero no tan excitantes, como ese de la relación de ellos.

Patricia se dedicó entonces a contarle como Paulina estaba cada vez más hermosa, y vivaz, y las travesuras que comenzaba a trastocar el carácter apacible de Annie. Las tontas peleas con Archibald, lo mucho que seguía trabajando Albert con el taciturno Georges. Y, por último, contraviniendo a su sobrino, la Tía Abuela había regresado a Florida, a casa de Sara, ya que después de la expulsión de Eliza, estaba muy afectada.

—Y tú Michael, ¿viniste a Nueva York por qué no puedes estar sin Patty? —preguntó Candy divertidamente.

—No Candy, en verdad vine por otra razón —se giró levemente a ver a su novia- claro que no quiero separarme de mi linda novia, pero además es que me han ofrecido un puesto en el hospital Bellevue, y he venido a la entrevista —explicó el médico.

—Es una excelente oportunidad para ti Michael, el Bellevue es un extraordinario hospital, sabes que comenzó como una pequeña enfermería, ahora se hacen investigaciones muy importantes allí. Yo estoy en el hospital de la ciudad, pero le dicen el hospital de Broadway, tuve mucha suerte, trabajó muy cerca del teatro de Terry. Nuestros horarios son complicados, pero nos hemos podido adaptar.

—Se te oye muy feliz Candy, y eso me hace feliz también -le dijo Michael buscando con su mirada la aprobación de Patricia.

—Sí, opinó lo mismo amiga, te ves muy feliz -aprobó Patricia.

—Y lo soy chicos, en verdad soy muy feliz, me gusta mucho mi vida en Nueva York, mi trabajo en el hospital. Creo que no les he contado que empecé una especialización en enfermería intensiva, es nueva, y me encanta, también estoy aprendiendo sobre enfermedades infecciosas, es todo un mundo nuevo para mí —Candy se quedó pensando en sus recientes palabras; era cierto era muy feliz y esperaba que él también lo fuera. A ella le gustaba pensar en la idea de los dos como los novios que nunca llegaron a ser en verdad, que ahora lo vivían con la libertad de estar casados.

Cuando llegaron a la casa, ni Patricia ni Michael pudieron ocultar su admiración por lo bella y lujosa que era. Candy les aclaro que aquella era de la mamá de Terry, quien también era actriz como él. Pero mucho más famosa, y que después de hacer teatro por muchos años, ahora trabajaba en cine.

—Admiran mucho a Eleanor Baker verdad, mira Patty que fotografía más hermosa- dijo el médico cautivado al ver una de las hermosas postales de la actriz, de las tantas que de ella y Terry se exhibían en el estudio, a donde habían pasado para esperar que los llamaran al comedor.

Patty y Candy se miraron sonriendo, divirtiéndose con el inocente comentario de Michael, quien recorría el lugar viendo todo aquello. Ambas soltaron una risita.

—Es que Eleanor Baker es la madre de Terry, perdón por no contártelo antes, incluso estuvo en la boda querido, fue ahí que todos la conocimos —le confesó Patty.

Michael miró muy sorprendido a su novia, y luego a su amiga. Candy decidió contarle sin muchos detalles, la historia de su esposo, incluyendo que es el heredero de un ducado en Inglaterra. A lo que él respondió con más asombro, y una cuota de admiración hacia el actor, al que ya no veía como un rival. Reconociendo en él a un hombre con un alto sentido del honor y uno muy valiente por haberse labrado su propia carrera sin la influencia de sus padres.

La conversación fue interrumpida por la ama de llaves, quien les anunció que la cena estaba esperando por ellos en el comedor. Ya sentados, Candy no pudo más con su ansiedad y pidió "explicaciones" muy descriptivas a ambos.

Partida en dosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora