Partida en dos

1- El corazón no se equivoca

Eleanor Baker no creía lo que sus ojos estaban viendo, en el vestíbulo de su casa estaba parada una chica que había conocido muchos años atrás, cuando apenas ésta era una niña, y que vio por última vez en un momento no muy agradable de su vida.

La observo atónita mientras caminaba hacia ella, el pelo rojizo, rizado, al hombro, delgada, de tez muy blanca, con un lindo vestido azul pálido, sombrero, zapatos, y bolso haciendo juego, y una pequeña maleta a su lado.

—Oh, señorita Baker, por favor perdone, no sé si he hecho lo correcto al venir así —expreso Candy sonrojada.

—No estoy más feliz de recibir a alguien en mi casa que a usted querida, bienvenida, y abriendo los brazos le dio un cariñoso abrazo.

—Yo soy tan impulsiva señorita Baker, creo que debí avisar primero que vendría, pero la verdad es que no fue hasta que estaba ya en el tren que pude evaluar la conveniencia de este viaje.

—¿Acaba usted de llegar señorita Candice? —preguntó la actriz.

—Sí, vine directamente de la estación hasta su casa, no pensé bien las cosas.

—Por favor no se disculpe, en verdad no deseaba ver a nadie más que a usted entrar por esa puerta desde hace mucho tiempo, por favor sígame, vamos al recibidor debe estar cansada por el viaje, tomemos algo y conversemos.

Mientras caminaban al recibidor, Candy prácticamente requiso con la mirada la bella casa de Eleanor Baker, evidentemente esperaba ver a alguien más.

—Siéntese por favor, señorita Candice ¿le gustaría tomar un café o prefiere un té?

—Prefiero algo más refrescante señorita Baker, quizás una limonada. Candy sentía que se quemaba por dentro, no solo por el calor propio del verano, ese era un día caluroso sin duda, sin embargo, el encendido en sus mejillas no se de debían precisamente al calor del día, ella en sí era un volcán de emociones a punto de hacer erupción.

—Está bien, tomaremos limonada.

Eleonor se dio cuenta de que la chica observaba nerviosa todo el espacio, supo que estaba esperando que él apareciera de un momento a otro, notó la expresión de sus ojos curiosos y a la expectativa.

—Él no está en este momento, fue a una reunión de trabajo, creo que será una gran sorpresa encontrarla aquí cuando regrese.

—Señorita Baker, en verdad creo que fue muy abrupto que me presentara así, sin avisar.

—Él ha estado esperando una carta suya desde hace semanas señorita Candice.

—Por favor, llámeme, Candy, todos me llaman así, no me gustan las formalidades.

—Está bien, entonces usted llámeme simplemente, Eleanor. Candy créame cuando le digo que es usted la visita más grata que he tenido en mucho tiempo, no debe preocuparse por nada, y dígame ¿Cómo estuvo el viaje? y usted ¿Cómo ha estado?

Candy estaba realmente muy ansiosa, solo atinó a decir unas cuantas palabras, presentarse así en Nueva York sin avisar -pensó- es realmente tan hozado, pero no pudo contener el impulso que la llevo a tomar ese tren, y dirigirse a él sin más vacilación.

—Él estará muy feliz de verla, no deja de pensar en usted Candy, lo sé muy bien, será muy sorpresivo ciertamente, pero sé que es lo que más anhela, poderla ver de nuevo. Usted ha hecho lo correcto, es muy valiente de su parte, él mismo ha hecho un gran esfuerzo en reunir el valor para buscarla después de todo lo que ha pasado

—Pero conozco muy bien a Terry, dijo la chica, tomarlo así tan desprevenido, irrumpiendo así en su casa Eleanor, podría estar segura de que estará incomodo, conozco su carácter