Cinco años después...
—¡Apresúrense! ¡Nos lo vamos a perder! —Naomi llamó a todos desde la comodidad de la sala de estar. Ella ya estaba instalada en el gran sofá, Dynamight echado a sus pies a punto de dormirse, la comida puesta en la mesa de café frente a ella y con el televisor encendido y a volumen considerable.
—Ya, ya... Aún no empieza —Taiyou aclaró, avanzando hacia su nieta con una bandeja con bocadillos—. ¿Ves? Estás ansiosa.
—No, no es cierto —se cruzó de brazos con su ceño fruncido.
Su abuelo rio suavemente antes de sentarse a su lado, teniendo cuidado de no pisar al adormilado animal.
—No seas dramática, Naomi —Kirishima sonrió, a su lado Mina corrió a abrazarla—. ¿Y el hombrecito?
—Arriba, alistándose —Naomi suspiró—. Mi abuela está empeñada en que se vista de gala.
—Está bien —contestó Eijiro entre risas—. Es un evento especial de todos modos.
Aquel día, todos habían decidido reunirse en la casa de los Bakugo-Uraraka, a presenciar la que podría ser la primera premiación de Katsuki internacionalmente. Y con todos, era todos. Los padres de Ochaco, Naomi (quien, bueno, cuando estaba en temporada de vacaciones en la universidad se quedaba allí de todos modos), Kirishima, Mina, Keigo, Camie y su familia.
—Aquí viene el caballerito —Tomoko bajaba hacia la sala cargando un bebé de casi un año, quien vestía un adorable trajecito y corbatín.
—Mi tío Kacchan te va a matar por tenerlo despierto a esta hora.
—Claro que no, que lo intente —se acomodó al otro lado de Naomi, sentando al bebé en sus piernas—. Cuando tenga ese premio en sus manos, va a agradecer que Ryouta esté mirando también.
El infante, quien era una mini versión de Katsuki, quiso moverse hacia donde su prima, estirando sus bracitos. Naomi no dudó en acceder, abrazando al menor contra su pecho.
Naomi adoraba a su primo. Aunque normalmente se refería a él más como un hermanito, puesto que estuvo a su lado desde el momento en que ambas vieron el resultado positivo en el test de embarazo que Ochaco se hizo ante la primera sospecha. Debido a que estudiaba fuera, no pudo estar presencialmente en algunos momentos, pero Ochaco y Katsuki se cercioraban de hacer videollamadas tan seguido como se pudiera, para que Ryouta no olvidara su rostro ni su voz. Y funcionaba, pues cuando regresó para las vacaciones, el bebé pareció emocionarse en cuanto la vio cruzar el umbral de la puerta.
Cuando se enteró que su tía esperaba un bebé, se emocionó.
Cuando supo que sería niño en una fiesta de revelación de sexo, enjugó un par de lágrimas.
Pero cuando Katsuki se sentó a hablar con ella para pedirle permiso de nombrar a su primogénito como su difunto padre, sintió que todas esas lágrimas retenidas tanto tiempo finalmente salían. Y como respuesta, solo pudo abrazar a su tío con fuerza, agradeciéndoselo entre sollozos.
Mientras Ochaco estaba embarazada, Katsuki fue llamado a realizar otra película en el extranjero, pero esta vez solo pudo ir él. Su novia ya no podía viajar distancias tan largas, pero era sagrada la llamada diaria, donde ella colocaba el altavoz y acercaba el aparato a su vientre para que el actor le hablara a su bebé. Por suerte, ese viaje no duró más de un mes, y en cuanto volvió, se tomó unas merecidas vacaciones junto a su familia.
A los pocos meses del nacimiento de Ryouta, la película se estrenó con un gran éxito mediático. Los críticos alabaron la actuación de Katsuki, destacando su rol y como pudo meterse de lleno en él. Eso le valió nominaciones variadas e importantes, siendo ésta última la mayor.
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Bajo Los Focos
FanfictionPara Ochaco Uraraka, una joven maquilladora de un canal de televisión balancear una familia, un trabajo y su vida personal era algo que creía que comenzaba a dominar de a poco... ...Pero no contaba con que la promesa actoral, Katsuki Bakugo, llegara...