Conforme pasaban los días, la tensión entre ambos era ya notoria hasta para los que los rodeaban. Primero Kirishima, quien, aún sospechando que algo más allá de lo profesional entre ambos estaba pasando, notó a su amigo de un humor insufrible. Cada vez que se mencionaba el nombre de la maquilladora, el rostro del actor se tensaba y su aura parecía hasta oscurecerse. Ni hablar cuando tenían que estar juntos mucho rato. Eijiro notó que si en sus días libres Uraraka se les unía a un plan, Bakugo terminaba declinando o si participaba, parecía estar más alejado.
Naomi también percibió algo distinto. Como no tenía permitido ir al set, siempre le preguntaba a su tía sobre su día, en especial sobre como estuvo Bakugo. En principio, la castaña respondía animosamente, sin entrar en mayores detalles, pero sabía lo fan que la menor era, por lo que le contaba cosas que sabía que la alegrarían. Pero últimamente no. Ochaco llegaba al cuarto desganada, dejaba su maletín en el escritorio, una ducha y bajaban a la cena. Cuando Naomi preguntaba, solo un seco "bien" o "como siempre", salía sin decir nada más.
Y ni mencionar a Keigo. El representante de Katsuki, actual jefe de Ochaco notó sus ánimos cambiados completamente. No podía estar más confuso, pero intentaba no demostrarlo con ambos, por lo que optaba por preguntarle a Kirishima directamente si sabía algo. Claramente no obtenía respuestas. Se estaba volviendo un dolor de cabeza aquel par.
—¿Estás enojado con ella o qué?
Preguntó un día Eijiro. Estaban en el cuarto del actor, el pelirrojo recostado en la cama de Katsuki mientras comía unas papitas de bolsa y Bakugo junto a Keigo estaban revisando unas cosas en la computadora del último. Ambos voltearon hacia el muchacho, quien se mantenía inmutable.
—¿Con quién? —Bakugo frunció su ceño, bastante perdido. Miró a su representante, quien se encogió de hombros fingiendo no saber nada.
—Ochakito —respondió como si nada.
Katsuki se mantuvo serio y callado unos segundos. Hawks no pudo evitar mirarlo fijamente, como si de ese modo lo presionara para que hablara.
—Cierto —añadió el mayor—. Tanto que insististe en que viniera y apenas si le hablas últimamente. No quiero problemas, niño, aún nos quedan un par de semanas aquí.
—Parecen un par de jodidas viejas chismosas —musitó, volviendo su vista a la pantalla—. Solo están imaginando estupideces.
—¿No estás enojado entonces? —Katsuki gruñó por lo bajo al oír a Hawks volver a preguntar—. Perfecto, porque recuerda que mañana saldremos todos juntos a cenar. El director quiere que formemos lazos y todo eso.
—¿Qué mierda...?
—Es un viejo loco —rio Kirishima.
Bakugo suspiró cansado, ignorando las risas de su amigo y el tono tan tranquilo que su manager estaba utilizando.
—Mañana hay grabaciones.
—En la mañana...
—Y pasado también —apretó un poco sus dientes al hablar.
—Si no me equivoco, serían escenas nocturnas. Tendrás todo el día para dormir y reponer energías, viejo.
Keigo palmeó fuertemente uno de sus hombros.
—No tienes excusas, niño. No quiero malas caras, ni berrinches. Creo que irá algo de prensa también. Puede ser bueno.
—Como sea —murmuró hastiado, tratando de enfocarse en lo que estaba haciendo anteriormente.
Pero no podía. Claro que estaba molesto, dolido con la maquilladora. La evitaba a toda costa porque no podía mirarla a la cara sin sentir que algo dentro de él se rompía al saber que claramente, ella no era para él. Y no lo sería. Para Ochaco, él solo fue una jodida aventura y ya.
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Bajo Los Focos
Fiksi PenggemarPara Ochaco Uraraka, una joven maquilladora de un canal de televisión balancear una familia, un trabajo y su vida personal era algo que creía que comenzaba a dominar de a poco... ...Pero no contaba con que la promesa actoral, Katsuki Bakugo, llegara...