8. Verdades.

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Estaba helada, mis ojos comenzaron a aguarse y no aguanté más. Cerré la puerta de la terraza y me acosté en la cama.
Él estaba con una mujer sin preocuparse por el destino de nosotros, sin pensar en cómo romper este lazo que forzosamente nos acaba de unir, le daba igual que mi vida estuviera vendida al igual que la de él y solo pensaba en divertirse.

— ¡MALDITO! ¡Mil veces maldito! — lloraba abrazando la almohada.

Creía que al menos abogaría por ambos y que diría que no aceptaba las cosas que nos impusieron, creía que era un buen hombre y después de todo solo le importa el dinero y sus deseos.

...

Mi teléfono me despertó en la mañana.

Llamada entrante
Abuelito 💙👴🏻

— ¿Hola? — respondí con una voz adormilada.
— ¿Acabas de despertar Lily? Tú no cambias.
— Ve al grano viejito, no estoy de humor.
— Paso por ti a las 2 de la tarde para ir a comer, Takashi ya sabe que saldrás conmigo.
— Está bien viejito.

Fin de la llamada.

Eran las 12 pm y apenas me daría tiempo estar lista para ver qué quiere el anciano.
Me metí a la ducha y mientras lavaba mi cuerpo aparecieron flashbacks.

"Ahora eres exclusivamente mía"
"No me digas que no superaste tu amor de infancia"
"Ella firmó un contrato donde aceptaba"
"Matrimonio arreglado"
"¡Te dije que guardes silencio maldita sea!"

¿Cómo fue que terminé aquí? Mitsuya Takashi sabia muchas cosas y yo necesitaba respuestas, el abuelo mencionó cosas que hasta ahora estoy analizando y por más que pienso no puedo darme una idea de que es lo que está pasando a mi al rededor pero buscare la verdad a cómo de lugar.

Salí de la ducha y me arreglé rápidamente. Cuando termine la hora marcaba 1:43 pm y tenía que hacer una llamada urgente antes de que llegara el abuelo.

Llamada saliente.

— ¿Hola?
— Mami... Mami ¿cómo están?
— Muy bien mi amor, estamos esperando a que nos visites... Te extrañamos mucho.

Comencé a soltar unas pequeñas lágrimas pero no quería que mamá se diera cuenta que lloraba.

— ¿Está todo bien Lily? Te escucho rara (¿Quien es? ¿Es mi hermanita?) — se escuchó una pequeña vocecita a lo lejos del teléfono — Si mi amor es ella.

De pronto se escuchó la voz de un niño al teléfono.

— ¡Hermanitaaaaa! Te amo mucho por favor ya ven a verme, mamá y yo te extrañamos.

Mi corazón se estrujó cuando lo escuché y quería llorar más pero tenía que ser fuerte por ellos.

— H-hola hermanito — solté un un suspiro apaciguando mi llanto — la siguiente semana haré todo lo posible por ir a verte ¿si? Te amo.
— ¡Siii! Mamá mi hermana dice que viene la siguiente semana (qué bueno mi amor, dile que la estamos esperando siempre) ¿escuchaste hermana? Te esperamos siempre.
— Gracias Jack... Tengo que irme, los amo.

Fin de la llamada.

Hace tres meses que no veo a mi madre porque tengo vergüenza, ella me escribe y me busca pero no tenía palabras para decirle que no conseguía trabajo y que pronto no habría dinero para pagar la colegiatura de Jack.
Habíamos vendido nuestra ropa cara, zapatos, bolsos, auto y algunos muebles para poder irnos sin que él abuelo pudiera impedirlo. También abandoné algunos bienes que tenía para que nadie dijera que todo lo que tenía era gracias a mi padre o abuelo.
Mamá con eso compró una casa para nosotros, amuebló el hogar y cambió a Jack de escuela cuando él tenía 6 años. Por mi parte yo había terminado mi carrera en Contaduría y Finanzas así que dije ¿por qué no arriesgarse? Y me salí de casa para que mamá no tuviera que trabajar el doble por mantenerme a mi y a Jack.
En ese momento nada salió como lo planeé, no me daban trabajo en ningún lado a pesar de la excelencia con la que me gradué a mis 22 años y tampoco me querían contratar en tiendas de ropa o mercados. El mundo estaba en mi contra.

EXCLUSIVA (Mitsuya Takashi x OC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora