36. Rojo

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El trayecto de mi casa al hospital se estaba sintiendo eterno y más porque Takashi no se atrevía a enunciar una sola palabra y tampoco me miraba aunque sea de reojo.

Saqué un espejo pequeño del bolso que llevaba conmigo y comencé a examinar la hinchazón de mis ojos y la irritación de mi nariz por el llanto que solté hace unos minutos, de reojo mire a Takashi que no dejaba de ser hermoso en ningún momento a pesar de su notable cansancio físico.

— Me vas a perforar la cara — hablo serio — ¿ya le bajaste a tu drama?

Al escuchar esas palabras mi mente solo hacía un sonido como el pasar de las manecillas del reloj de forma rápida.

— Te pregunté algo, ¿qué necesidad tenías de ponerte tan histérica? Veremos a Kam después de tanto tiempo y aún así te atreviste a golpearme — alborotó su cabello con desesperación — ¡tsk!

Y de pronto las manecillas dejaron de sonar y en mi cabeza hubo una explosión del tamaño de una bomba nuclear.

— ¿Qué es lo que acabas de decir, Takashi? — pregunté molesta.
— Lo que escuchaste, creo que hiciste un drama innecesario al llorar frente al guardia y al golpearme de esa manera tan agresiva.
— ¿Sabes que cosas pasaban por mi mente mientras te escribía y tú no respondías?
— No tuve tiempo de responderte, esa es la verdad.

Me quede en silencio y después de un rato solté un bufido burlón.

— ¿Cual es la gracia? — preguntó de manera "ingenua".

Ya no quise responder nada y preferí mirar por la ventana aquellas luces que comenzaban a encenderse en la ciudad indicando la triste llegada del anochecer.

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— ¿Cuanto tiempo más estarás parada frente a la puerta? — me dijo Takashi al oído — al parecer Hanma aún no llega pero puedes entrar a verla y saber cómo está, ¿no?

El tono de voz que uso al hablarme esta vez fue dulce y lleno de empatía.

— Tengo miedo – respondí — todo lo qué pasó fue mi culpa.
— También tengo miedo — una tercera voz hablo detrás de nosotros — quiero verla pero siento que me gritara y golpeará.

Mikey miraba al suelo con las manos en los bolsillos.

— Mikey, ¿aún no entras a verla? — pregunté.
— Aún no tengo el valor — respondió triste — me gustaría que entremos tú y yo, después de todo siempre le ha gustado saber que somos un poco cercanos — sonrió de manera falsa.

Takashi toco su hombro y lo apretó.

— Te bañaste y eso es lo que importa — dijo Takashi — los espero afuera, tómense su tiempo.

Ambos nos miramos, respiramos hondo y abrimos la puerta de la habitación donde se encontraba Kam.

Ella estaba ahí acostada mirándonos con algo de confusión, frunciendo el entrecejo y analizando nuestros rostros.

— ¿Qué hacen ahí parados? — pregunto con una voz molesta.
— Hemos venido a verte — respondió Mikey — por fin despertaste y estamos muy contentos...
— ¿Por que al despertar vi a Kei-kun? ¿Por qué ni Lila, Hanma o Manjiro estaban a mi lado? ¿Saben que estuve desde las 7 a.m despierta? El reloj de ahí dice que son las 7:21 p.m y ninguno se cruzó por aquí — se escuchaba aún más molesta.

Mikey se acercó a ella y tomó su mano.

— Perdón, te prometo que no me había apartado de ti pero ... — su voz se quebró — hubo una emergencia en la empresa y Baji se ofreció para quedarse a tu lado, Hanma no podrá venir hasta mañana porque él tiene cosas que arreglar y no podíamos estar contigo, lo lamento Kam.

Los ojos de Mikey a pesar de estar llenos de lágrimas no eran tristes, se notaba que algo dentro de él rebozaba de felicidad, Kam acarició con debilidad el rostro de Mikey y sonrió, me miró con algo de tristeza e intento sonreír.

— Estas aquí — hablo melancólica — estás viva y estás aquí, conmigo, con nosotros...

Yo que hace un momento estaba quieta como un poste, comencé a acercarme lentamente a ella, tome la otra mano que le quedaba libre y acaricié su rostro.

— Ninguna de las dos podía irse — sonreí — tenemos que cumplir aquella fantasía de lanzar bastones y pastillas para la demencia — solté una risa pequeña.

Ella sonrió y su rostro comenzó a tornarse serio lentamente, quitó sus manos de ambos mientras estas viajaban de manera lenta hasta su abdomen.

— ¿Qué pasó con...?

Mikey y yo nos miramos sin decir nada, ambos agachamos el rostro como si nos diera vergüenza responderle o como si tuviéramos miedo de que reaccionara con enojo o demasiada tristeza.

— Ya entendí — respondió seca — dejen de lamentarse, no fue culpa de ninguno, Kei-kun me contó lo mal que lo habían pasado en mi ausencia y algunas cosas que pasaron — intento sonreír — les prometo que voy a superar esto.

Giré mi cabeza hacia Mikey quien miraba a Kam con susto mientras algunas lágrimas recorrían su rostro y rápidamente regrese la mirada al rostro de Kam que hace un momento dejé de ver por vergüenza.

Su rostro estaba lleno de lágrimas y comenzó a apretar la zona de su abdomen.

— No se culpen — volvió a decir llorando — de verdad no se culpen.

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Pasamos un buen rato hablando y Takashi entro después de esperar aproximadamente una hora afuera.

— Mitsuya-san — habló contenta Kam — ¡que lindo es verte de nuevo! — esbozó una sonrisa.
— Que bueno que despertaste, todos te extrañamos mucho — sonrió — Mikey no dejaba de llorar y Lila no dejaba de culparse pero se que tú eres una mujer inteligente y jamás los odiarías.
— Lo soy — tomó a Mikey y a mi de la mano — ellos son mi mayor tesoro, no podría odiarlos.

Takashi leyó el ambiente y supo de inmediato que habíamos hablado de muchas cosas, nos observaba a los tres y no dejaba de mirar nuestros ojos hinchados y las narices rojas de los tres.

— C-creo que tienes que descansar un poco Kam — dijo nervioso — además Mikey seguro te quiere solo para él — rasco su nuca.
— Si — respondió Mikey de inmediato — necesito que se vayan.
— Grosero — le regañó Kam en voz baja.

Mikey sin ninguna vergüenza recargó su cabeza sobre el regazo de Kam y cerró los ojos mientras ella sonreía con los labios y lo miraba con ternura.

— Nos estaremos viendo en la semana — le di un beso en la frente — Emma-chan no debe tardar en llegar y nos tendremos que organizar todos para poder verte en diferentes horarios — sonreí — te amo Kam.

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Takashi y yo subimos al auto y sin siquiera decirme algo comenzó a tomar el camino hacia su casa.

— ¿Por qué vamos a tu casa? — pregunté.
— Tenemos cosas de las cuales hablar y lo sabes, Lila.

...

Durante ese largo camino no hablamos, no nos miramos ni siquiera de reojo como si esperáramos que cada quien diera un paso a su manera, llegamos a casa de Takashi en su auto y note que había personal de seguridad afuera, no quise preguntar nada porque era obvio que mi abuelito lo había enviado.

Bajo del coche y abrió la puerta del copiloto donde yo me encontraba, tendió su mano a mi para ayudarme a bajar y cuando toque un poco su mano está comenzó a temblar. Subió las escaleras y lo seguí hasta que ambos llegamos a su sala.

— Este lugar no cambia — sonreí.
— Supongo que pronto las cosas van a cambiar — habló triste.
— ¿Que podría cambiar? Este estilo minimalista me encanta y tú tienes un gusto genial para las cosas y...

Me ignoró y busco una botella de whisky que tenía guardada, dos vasos y unos hielos, sirvió ambos y me entregó uno.

— Ahora estás más raro que antes — solté una risa nerviosa — no se que estás tramando pero no te va a funcionar.
— Quiero terminar.
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🥹 hasta aquí llegó el capítulo.
Pero pasen a leer el siguiente 😊 denle ⭐️ y comenten ⭐️

EXCLUSIVA (Mitsuya Takashi x OC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora