EXCLUSIVA (Mitsuya Takashi x OC)

34. Descubrí

Narración: protagonista .

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Han pasado diez días desde que desperté y hoy es el día en que he podido escuchar aunque sea un poco. Aquel pitido en los oídos persiste en sonar cada segundo pero al menos ya escucho aunque sea algo difuso.

Por lo que me ha dicho mamá entendí que estuve tres días inconsciente en el hospital y todos estaban asustados, también me contó que Mitsuya no dejo de estar a mi lado un solo segundo y que mi abuelo había movido cielo, mar y tierra para encontrar a los mejores especialistas y pudieran atenderme.

Hanma-kun me habló de lo mal que la pasó cuando se enteró de la noticia pero nunca mencionó nada de Kam y aunque se lo pregunté solo respondió algo así como "ella está bien" pero si rostro decía lo contrario.

Se que me están ocultando algo.

Jack me visitó un día antes de poder recuperar mi sentido auditivo pero en sus labios leí "te amo hermanita" y con eso mi corazón se lleno por completo.

Takashi no ha venido a verme en todo el día y para ser honesta estoy algo desesperada pues quisiera volver a escuchar aunque sea un poco su voz.

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Tocaron la puerta de la habitación y al ver el reloj que estaba en la pared indicaba que era la hora de comer "¡bravo!" Más gelatina insípida y caldo sin sabor para mi.

— Adelante — dije sin ánimo.

Abrieron la puerta y me encontré con mi comida en manos de la persona que jamás creí que podría darme una visita en este momento.

— Me alegra saber que haz mejorado — sonrió — me tome la libertad de pedir que me dejaran entrar a darte yo mismo tu comida.

— ¿Rindou-san? No esperaba encontrarme con usted en esta situación — dije apenada — gracias por tomarse la molestia.

Se acercó y puso la comida en la mesa móvil.

— Se que no puedes oírme muy bien — movió sus manos haciendo ademanes y los labios de manera exagerada, elevó más la voz — perdón si me veo extraño.

— No hay problema, gracias por tomarte el tiempo y la molestia de hacerlo — sonreí.

Él me miró con la boca abierta mientras su sonrisa se deformaba, su entrecejo se movía y sus ojos brillaban.

— Realmente eres bonita — soltó una lágrima — ya veo porque Ran hizo tanto por ti — recuperó la compostura rápidamente.

Apreté los labios y baje la mirada.

— Gracias — hablé desanimada — ¿cómo está él? Nadie ha querido darme respuesta.

— Él está bien — sonrió — pronto podrá salir de aquí pero me temo que no podrá verte de nuevo.

Sin mucho que decir solo asentí con la cabeza y sonreí pues la persona que me ayudó y salvó mi vida se encontraba bien.

— Ran dijo que si él moría podía decirte unas últimas palabras así que aunque él se encuentre bien creo que mereces escucharlas.

Rindou-san sin mucho ánimo sonrió y movió la cabeza en forma positiva.

— Él dijo "te amo hermano".

Observe cómo sus piernas perdieron fuerza y se sentó en la silla que estaba a lado mío. Puso los codos sobre sus rodillas y se tapó el rostro con ambas manos, no se si estaba avergonzado o quería llorar pero esa reacción me conmovió un poco.