EXCLUSIVA (Mitsuya Takashi x OC)

42. Cerezos

POV Autora.

Takashi Mitsuya no sabía nada del embarazo de su Lily, sin embargo tenía sueños constantes de ella con una niña con su cabello café y sus hermosos ojos, cada día despertaba imaginando que Lila pronto estaría embarazada así que un día de la nada caminando por la ciudad encontró una tienda donde vendían productos para bebés y sin pensarlo entró, encontró un chupon color morado con una flor blanca estampada en este que parecía más un anillo de dulce y le encantó, también pasó a una tienda donde vendían oro y por instinto compró una cadena con un dije de flor tallada sobre esta y una esclava de tamaño minúsculo porque la vendedora le aseguró que era producto infantil pero con el tiempo podía ir a la tienda para hacerla grande y eso lo ilusionó, para él era Perfecto y bello ese regalo porque quería que su hijo o hija tuviera ese recuerdo hasta que fuera mayor y según él; que le recordara a su madre y su padre toda la vida.

POV Lila.

Vi como Takashi después de aquella revelación buscaba en la sala el maletín con el que iba y venía a todos lados y sacó dos pequeñas bolsas de regalo que al instante puso frente a mi.

— ¿Qué es esto? – pregunté ansiosa.
— Por favor míralo – se notaba alegre – yo soñé con esto.

Lo mire de manera tierna y toque su mejilla mientras él ponía su mano sobre la mía y un reflejo aguoso intentaba brotar de sus ojos pero aún así se contuvo.

— No lo abras, mejor siéntate y déjame mostrarte lo que tengo para ti.

Hice caso y me senté en uno de los sofás que estaban en la sala mientras Takashi tomó una de las bolsas y se arrodilló frente a mi.

— Tal vez sea algo estúpido lo que haré y también no es como lo imaginaba pero me siento tan feliz en este momento que no importa como salga.

De la bolsa sacó un pequeño chupon.

— He soñado desde hace tiempo que tenemos una pequeña niña, se que suena loco pero compre esto pensando en aquellos sueños y con este pequeño chupon — tomó mi mano y colocó el chupon en mi mano izquierda, en el dedo anular — quiero pedirte que me hagas el hombre más feliz del mundo, quiero formar esa familia que siempre soñé y también quiero hacerte feliz a ti y a esa personita que viene en camino, quiero ser la luz, la guía, el padre, esposo y amigo de ustedes, quiero llenarte de felicidad en resto de mi vida y si en el más allá hay otra vida también quisiera permanecer a tu lado. Estar contigo me hace feliz; reír, bailar, cantar, hacer chistes, tomar tu mano, mirarte a los ojos y sentirte es algo tan irreal pero a la vez tan hermoso que no quiero soltarte nunca, quiero amarte en los días buenos y en los malos y quiero que tú me ames con todo tu corazón como yo te amo con el mío. No se si Dios existe pero quiero – su voz se quebraba mostrando una sonrisa – quiero permanecer a tu lado el tiempo que Dios me lo permita porque en serio te amo, te amo, te amo. Así que por favor, acepta mi corazón y cásate conmigo.

Mis manos temblaban al igual que mis labios ya que las palabras que salieron de él no las esperaba así, tampoco creí que en verdad se viera el resto de nuestras vidas juntos y pensaba que el amor que le tenía era más que el de él. Lo abracé en ese instante.

— Si – dije temblando – es la propuesta más bonita que he tenido en la vida, te amo con todo mi corazón.

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Después de una semana de chequeos y cuidados excesivos por parte de Takashi ambos decidimos revelar a nuestra familia que pronto nos casaríamos.

Reunimos a su familia y también a la mía en su casa e hicimos una cena poco elegante esperando que la noticia fuera lo importante y no todas esas cosas lujosas a las que estamos acostumbrados.