¿Cliché? ||KTH|| ✔

Capítulo 23.

Reí con cada una se las palabras que habían en aquella cartas y sentí un fuerte dolor en mi pecho.

Al leer siempre sus "Te amo papá y regresa pronto" al final de cada una. Y tantas cosas que quiere hacer conmigo, con su papá.

Mi-Suk me dio las cartas para poder tener noción de todo aquello que quiere NamGi, y no quedar como un idiota cuando me pida o pregunte algo.

Sentí unos golpes en la ventanilla del auto y volteé el rostro viendo a aquella chica. Rodé los ojos y guarde las cartas para luego bajar con ellas del auto.

-¿Qué haces aquí?- cerré la puerta.

-No me gusta que estemos  peliados - intentó acercarse a mí, pero la alejé.

-Tú misma te buscas eso Kristal- me encogi de hombros- Y ahora si me permites- pasé por su lado para ir hacia mi casa pero me detuve al ver que estaban los padres de la chica junto a los míos, conversando en la sala.

-Buenas tardes- me detuve a saludarlos y esto dejaron de hablar para saludarme, subí las escaleras hasta mi habitación, cerré la puerta detrás de mí y dejé las cartas encima de mi escritorio.

Me acerqué a uno de los lienzos que estaban a un lado de la ventana y lo tomé.

Sonreí al ver el rostro que había plasmado en aquel lienzo.

Flashback

Ambos nos encontrábamos en un parque, la había invitado salir de picnic.

—Deja de moverte — le dije y ella sonrió para luego quedarse tranquila, cuando delante de la flor que tenía una pequeña mariquita se posó, su expresión fue la más hermosa de todas admirando aquel insecto, sonreí y dejé de pintar el lienzo para tomarle una foto.

—¿Qué haces?— desvió su mirada a mí, guardé el móvil y disimulé volviendo a tomar el pincel para seguir pintando, sentí su risa y le guiñe un ojos para continuar.

Fin de FlashBack

Al otro día de eso, fue cuanto todo se descubrió, cumpliriamos diez meses de noviazgo, noviazgo que al principio lo creí falso pero no fue así cuando de verdad le dije te amo por primera vez.

Me senté en mi cama y pase mi el lienzo en donde estaba su rostro.

Esta vez no pienso fallarle, ni a ella, ni a nuestra hija.

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Entre en quel local y me detuve al ver aquella chica delante de mí

—Jisoo— estaba perpleja, hace mucho ni la veía.

—Hola Mi-Suk— me sonrió con timidez y se acercó a mí.

—¿Trabajas aquí? — asintió.

—Jefa— Suno se acercó y mi sorpresa fue mayor.

—¿Eres dueña de este lugar?— se mordió el labio y bajó la cabeza para luego asentir.

—Perdonen, creo que interrumpí — Suno se desapareció al entrar por aquella puerta.

—¿Cómo has estado?— me preguntó y asentí dando señales de bien— Mi-Suk perdona si te incómodo, puedo irme, y solamente venir los días que no trabajas, se lo difícil que fue para ti no conseguir trabajo y— me acerque a ella y la abracé, ella se calló de golpe.

—Te extrañé tonta, perdoname por todo lo que te dije aquella vez, esta molesta, dolida y tomé represarías en contra de ti cuando no tenías nada que ver— sentí que sollozó y me abrazó.

—No tengo nada que disculparte, soy yo la que lo pide, por no decirte lo que pasaba— negué y me separé de ella.

—Eso ya es pasado— me sonrió y volvió a abrazarme.