¿Cliché? ||KTH|| ✔

Capítulo 10.

Me encontraba en la parada de autobuses esperando aquel trasporte público, cuando recuerdos llegaron a mí.

Sentí mi vista nublarse mientras veía mis manos hechas puño, de todas esas veces que me humilló en la escuela, que él y a su grupo de amigos le valió muy pocp como me sentía o lo que sentía cuando jugaron conmigo.

Lo único bueno de todo eso es mi niña, ella y mi madre son la única razón de tanto esfuerzo.

Aquel vehículo se detuvo frente a mí y me levanté de la banca para ir hacia este, pagar y sentarme en uno de los asinentos de atrás.

Debo de buscar otros trabajo, después del incidente en casa de aquel chico decidí no verder más tartas en aquella zona, quiero alejarme lo más posible de él, una de las causas por las cual nos mudamos fue esa.

El autobús se detuvo delante de una de las universidad de la cuidad y apreté mis labios teniendo nostalgia. Después de la preparatoria no pude seguir estudiando, además no podía, todo mi tiempo y dedicación debía de ser para NamGi, cosa que no me arrepiento de nada.

-Disculpe- miré a mi lado y mis ojos se abrieron de más al ver a aquel muchacho, su hermano- Hola ¿No me recuerdas?-

-Ah, hola, si, te recuerdo- señaló a mi lado en el asiento vacío e hice un asentamiento de cabeza para que se sentara. Él quitó los audífonos de su sus oído y volteó a mirarme.-Gracias por la tarta, estuvo deliciosa - sonreí e hice una pequeña reverencia con la cabeza.

-Qué bueno que te gustó, lamento que hayas tenido que ir hasta mi casa-

-No se preocupe, no hay problema- sonreí sin mostrar los dientes y desvié la vista mirando a través de la ventanilla.

El no decidió decir más nada y lo agradecí infinitas veces, no quiero tener nada que ver con él, nada relacionado a Taehyung y menos que puedan descubrir la verdad.

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-¿Sabes repostería? - asentí antes las dos personas delante de mí, lo cuales me estaban haciendo un pequeño cuestionario para poder tener el trabajo.

-Entonces Lee Mi-Suk, tu nivel académico es solo de instituto, tienes veinticuatro años y eres madre soltera- aquella mujer cerró la carpeta - Lo siento, pero no podemos contratarte- apreté mis labios y asentí, tomé aquellos papeles levantándome de la silla para luego salir de aquel lugar.

No es la primera vez que pasa, ya he perdido la cuenta de todas las veces que ha sido así, he obviado el hecho de que soy madre en los papeles para que me acepten pero al cavo de un tiempo por cosas inevitables me hechan al saberlo. No puedo canserme de intentarlo, pero es muy molesto que piensen que soy inútil por ser madre soltera.

Suspire saliendo de aquel lugar y dejé la carpeta en mi bolso para empezar a caminar.

Y como si no pudiera ser peor, a una distancia de mí había una pareja mientras jugaban con una niña, la balancearla de un lado al otro mientras los tres reían.

Hubiera deseado que mi bebé también tuviera esto.

Volteé siguiendo mi camino e ignorando aquel acto detrás de mí.