—¿Qué hiciste después de que me fui?— me atreví a preguntar.El atardecer se veía fascinante, las olas se pintaban del color del cielo lo que hacía que se viera todo muy pero muy precioso.
Luego de hablar un poco y desayunar en la pastelería Junto con Alan y Azul decidimos caminar un poco y cuando vimos ya se estaba el atardecer, yo tuve la idea de venir aquí, desde aquí se podía observar que el agua estaba helada. Miré a los chicos quienes se encontraban a unos cuantos metros dándose mucho amor como solían hacer.
George carraspeó antes de hablar y contestar mi pregunta, aparté la vista de los chicos para verlo a él.
—Yo... le dije que se fuera, me dolía la cabeza y mi corazón estaba destrozado con ganas de salirse de mi pecho. Estuve desesperado por ir detrás de ti y explicarte las cosas—hizo una pausa antes de volver a hablar—, Hanna se quedó, y Tom llegó sin previo aviso, le gritó a Hanna y la corrió del departamento—abrí los ojos como plato ¿Tom molesto?—, todos estos días l-le he preguntado por ti, me contó todo lo hacías y... me dijo que no comías.
Me acerqué a él y recargué mi cabeza en su hombro, él me rodeó la cintura, también sostuvo su cabeza en la mía. Quise contarle sobre nuestra frase pero me dio algo de vergüenza ¿y si no le gustaba? ¡Quedaría en ridículo! Hoy más que nada quería decirle muchas cosas, una que en mi sonaba bastante cursi.
Esperaría un poco más, faltaba mucho tiempo y a la vez no faltaba nada.
Me sentía devastada por haber dejado a George solo con esa, sentía un vacío muy grande en mi. Agradezco mucho a Tom quien llegó y corrió a Hanna del departamento, necesitaba darle muchos abrazos por preocuparse por su amigo.
—Todavía siento que no me perdonas.—confesó con nerviosismo presente en su voz.
—Claro que te perdono, George, nada de esto fue culpa tuya. A quien no perdono es a mi misma por haberme ido—alcé la vista para mirarlo, sonrió triste—, una vez más, lamento haberme ido, lamento no haberme esperado a tu explicación.
Con lágrimas en nuestros ojos, nos dimos un beso con sabor a lágrimas.
🍒🍒🍒
Todo pasó básate rápido.
Pudimos hacer una denuncia en contra de Hanna Heard, con la rabia en mis entrañas digo que no se pudo meterla a prisión. Ella seguía en las calles como si nada hubiese pasado, como si no hubiese... hubiese... no puedo decirlo, lo siento.
Las primeras semanas George me comentó que necesitaba tiempo a solas, otras veces me pedía quedarme con él todos los días. No les voy a mentir, fue difícil volver a traer a mi George de nuevo, el amargado pero muy divertido, duró dos semanas para salir a dar un paseo y convivir con apenas sus padres. Sus padres y su hermano habían estado presente al juez, donde ellos también soltaron majaderías al escuchar que Hanna seguiría libre por falta de evidencia.
Jal y Jaret, ambos se quedaron a dormir en el departamento durante una semana.
Navidad y Año Nuevo no la pasamos como esperábamos, George estuvo en Navidad con sus padres, por otro lado yo me la pasé con mi padre, mis hermanos y Colin. En Año Nuevo decidimos hacer una pequeña reunión con solos nosotros, donde George estuvo un poco más animado en esos días, los demás días el de la pasaba encerrado en su habitación.
En febrero del dos mil dieciocho, todo cambió.
El aún conversaba esa cara seria, aún así hablaba más con sus padres, aún se ponía celoso de Jaret y pelaba mucho con el pero él era así. Con sus amigos también era más alegre— los mandaba al diablo de vez en cuando —a medida que el tiempo avanzaba, el también lo hacia, a veces en las mañanas cuando él despertaba, podía ver sus ojos totalmente hinchados por llorar toda la noche. Uno de esos días el me dijo:
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Perfectamente imperfectos ©
Teen FictionCaprice Scorts es una chica muy insegura por contar su pasado. El suicidio de su madre Jessica Scorts, frente a sus ojos. Su padre y sus hermanos se separaron siguiendo sus vidas, mudándose a otros países. Quedándose... solo a sus 16 años en Londres...