20

4.2K 220 17
                                    


Este capituló va dedicado a mi mejor amiga: Fryda, que siempre me esta apoyando. Te quiero muchooo❤️:3

Ahora si disfruten:

La música en Cardys sonaba muy fuerte, hoy solo tenía un turno y mi salida era a las nueve de la noche. Azul trabajaba de la media noche a las seis de la mañana, y por supuesto que todavía no estaba aquí, y al parecer ella y Alan habían estado saliendo muy a menudo.

Y todo va muy bien... después de mi fiesta de cumpleaños solo había visto a George tres veces, no quiero decir esto pero admito que...

— Caprice, tu turno ya terminó— Edward interrumpió mis pensamientos y lo agradezco.

— ¿Tan rápido son las nueve?

— Así es, ten buena noche.

Edward era el único compañero hombre con el que me hablaba y casi no nos llevábamos, si, éramos amables el uno con el otro pero de la salida del bar para afuera éramos unos completos desconocidos.

Él era de piel morena, su cabello eran rulos negros, alto y muy guapo, él tenía muchas clientas mujeres.

Y más propinas que yo.

Terminé de acomodar los licores y me encamine a los cuartos para cojer mis cosas e irme.

Mi día estaba de mierda, necesitaba recostarme en mi cama y dormir todo el día.

Rebusque en el bolso mi celular, puse mi abrigo junto a mis guantes y salí del bar.

De: Caprice
Para: Azulita<3

Ya terminé mi turno, te veré otro día, te quiero mucho (:

Segundos después llegó otro mensaje.

De: Azulita<3
Para: Mi nena<333

¡Yo te quiero más! Por favor vete con cuidado, necesito contarte todo lo que hice en mi cita con Alan, byeee ^-^

Hice una risita baja y negué con la cabeza.

Metí las manos en mi bolsillo y caminé admirando el precioso piso...

Pero no fue mucho lo que alcance a ver, por que luego sentí unos brazos rodearme la cintura. Si no hubiese sido George, la persona ya estaría en el piso retorciéndose de dolor.

— Te extrañé— susurró con su preciosa voz ronca.

Me giré devolviéndole el abrazo.

— ¿Si sabes que eres un idiota?

— Si

— ¿y que yo también te extrañé?

— Si

Asintió a todo lo que le pregunté y lo abracé con más fuerza.

De verdad que si lo extrañé.

— ¿Quieres ir a ver el mar conmigo?— preguntó acariciando mi barbilla con su nariz.

—Si...— me separé de él e hice una mueca— espera. ¿Como sabes que hoy trabajaba?

— Hmmm— murmuró— Empieza con A y termina con zul.— Añadió

¡Traidora! Tendría que hablar muy seriamente con esas mujer sobre esto.

Entrelazó nuestros dedos y nos dirigimos hacia su auto.

Media hora después estábamos aquí otra vez, acostados mirando las olas del mar en la noche.

El estaba acostado boca arriba y no encima de él, cada ves que miraba sus ojos color miel tenían un brillo que me gustaba mucho.

En serio me siento muy bien junto al él.

Pude observar cómo la comisura de su labio se alzaba, haciendo esa sonrisa que me recordaba a Damon Salvatore... Pero él era mi Damon, uno mejor.

— Tú sonrisa me gusta mucho— Digo, recargando mi barbilla sobre su pecho.

— A mi me gustas tú.

Mis mejillas se tornaron rosadas y sonreí.

Ahora estamos muy sonrientes...

— Cherry— habló, casi en susurró

— ¿Uhmm?

— ¿Sabes lo que hacen las personas que se gustan mucho?— preguntó sentándose y colocándome a horcajadas sobre él.

— ¿Tienen mucho sexo?— contesté con otro pregunta.

— Si, pero no.

Fruncí ligeramente el ceño y ladee la cabeza.

— ¿Entonces?

Me tomó del rostro y me acarició las mejillas con sus pulgares.

— Son novios.

¿A caso el...?

Abrí la boca para decir algo y luego la cerré de golpe, me quedé en blanco por unos segundos.

¡Es lo que yo quiero!

¿Es lo qué yo quiero?

¡Pero claro que si!

¡¡Respóndeme entonces!!

¿Qué...?

— Está bien si no quieres ¿sabes? Tal vez pienses que vamos muy rápido y...

— ¡No!— lo corté tapándole la boca— no pienso que vayamos rápido, quiero decir, si, si quiero.

Lo sujete fuertemente de la nuca y lo besé ¡él era mío!

— Entonces... ¿si?

— ¡SI!

Di saltitos mientras yo lo besaba apasionadamente.

Me sujeto por la cintura mientras yo lo rodeaba por el cuello y profundizaba el beso, sus labios se sentían muy suaves, su lengua hacia contraste hacia la mía y...

Ni siquiera me había dado cuenta que estábamos usando la lengua.

Se separó de mí con los ojos cerrados, para luego abrirlos.

— ¿Aún está disponible el trato?— preguntó subiendo y bajando las cejas.

Ladee la cabeza, desabroche mi abrigo y al instante alce mi blusa. A George se le iluminó la cara, parecía un niño muy feliz.

El frío fue horrible.

— Mi parte favorita de tu cuerpo son esas dos— susurró señalando mi dorso.

— ¿Y por qué susurras?— cuestioné con el mismo tono de voz.

— Porque puede que tus demás partes del cuerpo me escuchen y se pongan celosas— contestó encogiéndose de hombros—, no quiero tener problemas.

Solté una carcajada enorme mientras subía mi blusa y me volvía a poner el abrigo, recosté mi cabeza en el pecho de George.

Él me acaricio la espalda haciendo círculos suaves.

Y nos quedamos ahí. Unos minutos después caminamos por toda la playa hasta que el amanecer apareció.

Mi día cambio de ser el peor a uno de los mejores.

🍒🍒🍒

Perfectamente imperfectos ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora