Cuando abrí los ojos sentí mucho calor, me di cuenta que tenía a George prácticamente encima de mi, su mejilla recargada en mi pecho, una de sus piernas encajaba en mi entrepierna. Ayer en la noche nos quedamos muy tarde hablando, llegamos a descansar a las cuatro de la mañana.El me dio unos regalos que me fascinaron y me hicieron sentir mejor: Un libro y un llavero de delfín, el último se me hizo muy adorable. George se removió un poco y murmuró algo que no entendí, cambió de posición recargando su mejilla contra la almohada haciendo que lo tuviese a centímetros de mi rostro, metió la mano bajo mi camisa, frunció el ceño con los ojos cerrados cuando no encontró mis pechos. Sonreí.
Acarició mi abdomen y subió lentamente hasta al fin llegar y tomar uno de mis pechos, su ceño dejó de fruncirse, sonrió con la boca cerrando.
—Amo sus pechos...—me sorprendí cuando habló, lo gracioso y escalofriante era que tenía los ojos cerrados. El todavía dormía.
—¿De quién?— cuestioné siguiéndole en juego.
—De... mi novia—dice ¡el sigue teniendo los ojos cerrados!—, ella es muuuy bonitaaa.
Solté una risita baja, ¿el en verdad estaba dormido?
—¿Cómo es ella? ¿Es agradable?— pregunto intentado no reírme.
—Es bajita, y muuy divertida. Cuando está arriba de mi hace unos movimien...
—¡GEORGE!— grito por la vergüenza ¿cómo es que dormido sigue siendo el?
El se sobresalta y abre sus ojos preciosos. Se frota los ojos con su otra mano porque se niega a apartar la mano que sostiene mi pecho.
—¿Por qué me gritas? Solo tenías que hablar bajo—ahora me siento culpable por gritarle—, ¿Pasa algo? ¿Cómo dormiste?
Ante sus preguntas me doy cuenta que él no recuerda lo que hace unos momento dijo.
—Bien... ya me siento mucho mejor—contesto, ayer fue un día pésimo y a la vez bueno.
—Eso suena bien, ¿quieres desayunar antes de que me vaya? Tengo un proyecto del cual terminar.
Sonrío satisfecha—Si.
🍒🍒🍒
—¡Te ves guapísima!— dice Azul cuando me siento en la mesa.
Tom, Alan y ella me invitaron a pasar el rato en un restaurante de comida china, dijeron que George llegaría mas tarde y que mientras podríamos esperarlo. Acepté con tal de distraerme un poco.
—Gracias.—digo dándole un beso en la mejilla.
—¿Cómo te fue ayer con George? Nos dijo George que salieron pero no me dijo nada más— empieza Alan recargando su mejilla en su puño.
—Si... el... hubo un pequeño problema, pero... la pasamos durmiendo—bajo la cabeza, siento que arruiné nuestro día.
—¡Eso suena al mejor aniversario!— asegura Azul rodeando mi hombro. Ella ya sabía lo de mi madre.
—¿Te gustó el llavero de Delfín?—cuestiona Tom encarando una ceja, sonrió—Espero y no lo hayas termino por eso ¡el lo escogió para ti!
—¿Cómo es que lo sabes?—pregunta Azul entrecerrando los ojos hacia Alan y Tom.
Alan suspira antes de hablar—El idiota estaba de paranoico, No sabía que más regalarte, entonces por poco y se rinde. Se puso triste y le invitamos una cerveza, entonces en la tienda donde fuimos vendían llaveros y le dije "¿por qué no le compras un llavero? Eso suena y es muy original" luego eligió el que más le gustaba y quiso el de delfín.
—¿No lo terminaste verdad?—finalizó su historia con una pregunta y sonrisa.
Suelto una carcajada negando con la cabeza.
—El libro y el llavero me han encantado—confieso encogiéndome de hombros.
Azul asiente y sonríe—Eres muy linda.
—Gracias y... ¿ya has conseguido pareja, Tom?—pregunto tratando de formar una conversación.
—¿La verdad? No.
Tom había estado intentando salir con alguna chica, claramente no funcionaba. O la chica era muy mala o a él no le interesaba, llegó a terminar mal con una.
—Todas. Son. Muy. Difíciles.
—O tú eres muy idiota—dice Alan poniendo una mano sobre su hombro.
—¿Yo? ¡Para nada! Se van tipo... Hanna.
Fruncí el ceño, ¿Hanna? Intenté buscar en mis pensamientos a una tal Hanna, no encontré a ninguna. Tom se tapó la boca con una mano como si hubiese dicho algo del otro mundo.
—Digo... de las... de las q-que se van y y-ya no...—trató de corregirlo pero no lo logró.
Alan se encontraba pálido.
—¿Quién es Hanna, Tom?—fue Azul quien lo preguntó.
—A pues...
Alguien besó mi mejilla, sabía muy bien de quien eran esos labios y no lo había visto todavía. George se deslizó en la banca de la mesa quedando junto a Alan y Tom.
—¿De que hablan?
En ese momento una chica asiática —que supongo es la camarera— llega para pedir la orden. Llevaba el cabello en una coleta de caballo, cabe de admitir que es muy guapa, Tom no dejaba de mirarla.
—De que...— empezó Azul después de esperar a que la camarera se fuera.
—De las mujeres que rechazan a Tom—la interrumpió Alan.
Ella y yo compartimos miradas con los ceños muy fruncidos ¿qué pasaba?
—Uf, para eso necesitaríamos un mes—bromea George.
Me eché a reír. Azul en definitiva no estaba contenta.
Alan también río, pero él lo hizo muy fuerte.
—No, no, no, tú no hables que si él necesita un mes. Tú, necesitas un año.
Todos en la mesa reímos, menos... Azul.
—Vaya... a Azul no le gustan las bromas, no seas amargada, Azulita—empieza George entonado la última frase, ella le saca el dedo de en medio con una sonrisa.
—¿Qué tienes?—susurro para que solo ella pueda escuchar.
Los tres chicos estaban muy distraídos.
Azul se encogió de hombros—¿No te parece extraño que invadan el tema de "Hanna"?
Lo pensé por un momento pero no tenía ningún problema con ello.
—No.
Ella sonrió pegándose más a mi oído—Pues a mi, algo me dice que ello no es o fue buena per...
—Eh, ey—la corta Tom quien está muy interesado en escuchar, suelto una pequeña risa— ¡Yo también quiero saber!
—¡Yo igual! Nena cuenta el chisme.
—Yo tengo hambre, y se a quien comerme—dice George con malicia acercándose a darme un beso.
—¡Ew!—exclaman todos al mimos tiempo mientras George hace de nosotros un beso sin nada de ternura.
Me quedo con la duda ¿Quién era Hanna? ¿Por qué Tom no quiso hablar sobre ello? No quise ser introvertida e ignoré el tema.
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Perfectamente imperfectos ©
Novela JuvenilCaprice Scorts es una chica muy insegura por contar su pasado. El suicidio de su madre Jessica Scorts, frente a sus ojos. Su padre y sus hermanos se separaron siguiendo sus vidas, mudándose a otros países. Quedándose... solo a sus 16 años en Londres...