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Los días pasaban y yo seguía sin querer hacer nada, ya me había terminado toda la comida del refri, las series en el catálogo ya me las sabía de memoria y todo el lugar en el que vivía parecía un verdadero basurero.

Había perdido al amor de mi vida sin siquiera haberla tenido, la tristeza que me consumía no era normal. Toda mi vida me había caracterizado por ser una amante del orden y felicidad, pero es que darme cuenta que lo tenia todo pero a la vez nada, hizo que entrará en un bucle de soledad, desorden, tristeza y ansiedad sin fin.

Estar tanto tiempo dentro de mi hogar me hizo darme cuenta que este lugar es demasiado frio y grande para mi sola.

El sonido del timbre me hace sobresaltar, solo ese sonido me ayuda a salir de mi trance y tener un poco de pena por la persona que este detrás de esa puerta y le toque verme en este estado.

Decido levantarme de mi patética posición en el suelo y voy a abrir la puerta.

-Apestas- es lo primero que dice y no puedo estar mas avergonzada.

-No me he sentido bien, creo que estoy enferma. Además de que ayer tome un baño no puede estar tan mal- de forma rápido trato de justificar mi fea apariencia, pero aun asi se ríe y sin decir nada me empuja para entra sin permiso.

-¡Yongsun, esto parece casa de un hombre borracho en plena semana de independencia¡- No digo nada porque tiene razón. -Ve y date un baño, cambia la cara mientras yo me quedo aquí recogiendo tu basurero-

Le hago caso y salgo directo a mi cuarto, veo a mi alrededor y me doy cuenta de que este al menos no es un desastre.

Cuándo al fin estoy dentro del baño agradezco que Moonbyul apareciera, realmente necesitaba un baño y un poco de compañía.

Al salir con un nuevo cambio de ropa y una actitud renovada, voy directo al sofá en el que se encuentra mi heroína, me ve y sonríe para luego abrir sus brazos e invitarme a una de mis cosas favoritas. No tardo en correr como niña pequeña a su encuentro y me dejo caer sobre ella, reimos y sintiendo sus brazos a mi alrededor me siento segura, es como si el dolor de toda esta semana se hubiera esfumado.

-Se que no quieres que diga nada pero estuve preocupada, no había venido antes porqué sabia que necesitabas espacio. No tengo idea que te tiene de esta forma tan deprimente pero espero que se acabe, siempre estas llena de luz y me duele verte tan apagada, no lo repito seguido pero eres la persona más importante en mi vida y sea lo que sea que te pase me lo puedes decir porque juntas encontraremos la forma de salir adelante, como siempre- su voz sale quebrada y al escuchar sus palabras llenas de cariño hace que empiece a derramar todas las lagrimas que estuve conteniendo.

Me encantaría contarle todo, pero no estoy lista, no aún, no me siento lista para sacarlo de mi mente, agradezco que no me presione y solo se quede a mi lado.

Las lagrimas no paran, cada vez mis sollozos se hacen mas fuertes, sus brazos me proporcionan la seguridad que tanto necesitaba, después de mucho tiempo pude sacar todo lo que estuve soportando esta semana.

Las minutos pasaron y así cómo el llanto disminuye también mis energías para quedarme despierta más tiempo, su perfume inundando mis fosas nasales ayudan a relajarme mucho más. Y así segura en sus brazos sientiendo los latidos de su corazón acompañar mi respiración, me quedo completa y profundamente dormida.

....

El intenso sonido de mi alarma me despierta y me preparo mentalmente para un nuevo dia, debo regresar a mi vida de adulto funcional, ya tome dos semanas libres de trabajo. Una para ser lamentable mientras me deprimia en la soledad de mi apartamento y otra siendo igual de lamentable pero en compañía de la ruidosa de Moon, que no se despegó de mi hasta saber que todo estaba bien.

Me obligó a levantarme de forma apresurada de la cama porque ya perdi tiempo valioso, voy directo a mi armario y saco ropa de trabajo, busco todo lo necesario para hoy, pongo todo lo que puedo dentro de mi bolso y salgo corriendo a la ducha.

Casi una hora después, tomó mi tiempo para preparar mi café, noto la hora y casi sin ganas decido salir de casa. Tomó todo lo que ya había preparado y salgo del departamento.

Llego hasta el estacionamiento, subo a mi coche y manejó no mucho hasta llegar a la universidad de artes.

Al estacionar mi coche la veo radiante cómo siempre, esperando algo u alguien en la entrada.

Salgo de mi coche y por fin me nota, a la distancia me saluda con un sutil movimiento de mano y una sonrisa perfecta en su rostro. Mientras camino hacia ella finjo la misma felicidad, alejo el sentimiento de querer llorar.

Llego a su lado y me saluda con un beso casi en la comisura de mis labios, se separa y me invita a que entremos juntas cómo siempre.

Camino a su lado fingiendo que las dos semanas anteriores no existieron, fingiendo que no me duele tenerla tan cerca, pero tan lejos.

Silencio (Moonsun) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora