17.

113 24 8
                                    

Fuera de ese edificio llovía.

El día había comenzado tan brillante que nadie se explicaba cómo es que aquella lluvia torrencial había aparecido.

Las gotas de lluvia eran tan grandes que golpeaban con fuerza las ventanas de cristal de aquel apartamento. Yongsun fue la primera en despertar luego de aquel bello momento que había vivido al lado de Moonbyul. Con mucho pesar se quitó de encima aquel brazo que se aferraba a su cintura, con cuidado de no despertar a su rubia se sentó a un lado, el frío era terrible así que sin pensarlo más fue hasta la habitación para tomar una de las sábanas, casi corriendo regreso al lado de Moonbyul y la envolvió en aquella manta. Una sonrisa apareció en su rostro cuándo la contraria se hizo bolita al instante de sentir el calor que le brindaba la sábana.

Casi atraída por la ruidosa tormenta se acercó al ventanal, olvidando por completo su desnudez se quedó apreciando la forma en la que aquellas inocentes gotas de agua hacían correr a esas personas que se veían debajo de ella. De un lado a otro, encorvadas corrían tratando de evitar el agua. Tratando de que inútiles periódicos las cubrieran de aquel inesperado destino.

Yongsun de forma inconsciente abrazaba su propio cuerpo en busca de calor, en aquel ventanal y bajo aquella bella lluvia todos parecían iguales, todos parecían tener el mismo valor.

A solos unos cuantos pasos detrás de ella Moonbyul la observaba, no sabia cuánto tiempo había pasado desde que despertó y no la habia sentido a su lado, sintió cómo su corazón se le detenía de miedo y pánico al pensar que todo había sido un sueño producto de su idiota imaginación.

Al ver que estaba en el sofá y no tenía nada puesto supo que no había sido su imaginación, pero el terror regresó por segunda vez en unos cuantos minutos luego de pensar que todo había sido real y Yongsun había huido de su lado una vez más.

Grande fue su alivio cuándo la vio de pie cerca del ventanal, observando lo que se podía apreciar de aquella gran cuidad. La vida le regresó cuándo notó su delicada figura. Se tomó unos cuántos segundos para apreciar lo frágil que se mostraba en ese momento, sintió un escalofrío recorrerla por completo cuándo noto su piel desnuda, parecía bobo pero realmente no se había dado cuenta por estar apreciando otros detalles de su aspecto.

Cuándo a la distancia notó lo que aquel cuerpo demostraba, no dudo más de un segundo en caminar hacia ella. De forma lenta y sin querer asustarla se posó detrás de ella, las abrigo a las dos con aquella manta, enredando sus brazos al rededor del cuerpo y posando sus manos sobre el estómago de Yongsun dejó su cabeza sobre el hombro de esta. Pudo respirar con completa calma cuando sintió aquella tersa piel entrar en contacto con la suya propia.

Yongsun ni se inmutó, Moon esperaba que sus manos frías o presencia la sobresaltaran. -No sabia que te gustaba el exhibicionismo, a la próxima procura al menos ponerte algo que te abrigue no quiero que cojas un resfriado.

-No me gusta, pero supuse que iba a ser muy erótico esperar a que despertaras mientras restregaba mi culo desnudo por todo el ventanal- Yongsun intento parecer seria pero fue imposible no soltar una risita cuándo Moonbyul le dio una pequeña mordida en el hombro que le causó muchas cosquillas- No tienes que preocuparte por resfriados ¿no sabes que los de sangre azul no enfermamos?

Moonbyul soltó unas pequeñas carcajadas y le siguió el cuento, luego de un par de risas las dos se quedaron en un cómodo silencio, Moonbyul pensó que sería bueno hablar de lo que sentía así que le dijo lo que había pensado, después de mucho tiempo quiso ser sincera.

- Cuándo no te sentí, tuve miedo. Pensé que había sido más de lo mismo, no lo vuelvas a hacer, ya no quiero despertar y temer tú rechazo, estoy cansada de siempre esperar lo peor de las dos.- las palabras salieron y sintió alivio, después de mucho tiempo estaba siendo sincera.

Silencio (Moonsun) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora