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*Tiempo después del cumpleaños de Jack*
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En su oficina todo era silencio, solo existían ella y sus papeles, la calma llenaba el lugar pero no su cabeza.

Había algo que le hacía no poder concentrarse en su trabajo, tenia mucho tiempo tratando de resolver un par de casos pero simplemente su cabeza era un lío que no la dejaba en paz ¿qué le pasaba? Ella jamás había llevado su vida privada a su trabajo.

Frustrada tiro todo lo que tenia en sus manos, los papeles salieron desparramados por todo el lugar y al instante se arrepintió de su acto, pues ahora tenia trabajo doble. Organizar y pensar.

Su mano aún dolía y no sabía si era mental, la cicatriz que había quedado seguía molestando y era un fijo recordatorio de que no podía perder la cabeza, o cosas cómo esas pasaban

Estaba tan concentrada en su frustración que no notó la figura que la miraba a la distancia, observándola a la distancia sin atreverse a irrumpir en su espacio que parecía tan sagrado. Las dos estaban tan concentradas en sus cosas que del mismo modo no notaron una tercera figura interrumpir lo que sea que estaba pasando en aquel espacio.

-No te juzgo porque ese traje la hace ver cómo una Diosa, pero no creo que debas de estar babeando y mucho peor desde aquí porque eso solo te hace ver cómo alguien a quien podría demandar- la tercera persona habló llegando al lado de aquella fanática, asustada dio un salto y recobró la compostura para así prestarle atención a la recién llegada.

-No es lo que cree, bueno, si la hace ver cómo Diosa. Pero yo no, este yo no, yo no la estaba acosando, soy su asistente y necesito hablar con ella pero solo no quería interru...

-Dejalo, no tienes que estar nerviosa, no es que yo sea la esposa, suerte tienes que no lo sea de lo contrario ya estarías bajo tierra.

La pobre mujer estaba nerviosa por ser descubierta y aquello no ayudaba a apagar sus nervios, no quería perder su trabajo.

-¿Ya son esposas?... cómo sea, ya lo dije, no estaba haciendo nada malo, además no creo que la esposa de mi jefa sea capaz de hacer que me despidan solo por un mal entendí-

-Yo no me refería a eso, pero ya te dije. Déjalo- aquella persona disfrutaba todo aquello y se podía notar en su sonrisa malévola que apenas se dejaba notar en aquella preciosa cara. - Necesito hablar con tú jefa, esa de la que no estás enamorada en secreto.

-¿Tiene una cita? La Señora Moon no atiende sin citas y mucho menos en días cómo este en el que está muy ocupada- la asistente podía estar enamorada pero sabia cual era su sitio y no iba a permitir que se burlaran de ella.

-No tengo.

-Entonces tendrá que agendar una, dígame que es lo que necesita y según la urgen...

Una vez más fue interrumpida.

-No tengo una porque no la necesito, dile a tu jefa que estoy aqui, veras cómo tengo razón.

-Tampoco me ha dicho su nombre sin el yo no pue...

-No es necesario, solo dile que traigo información importante sobre las personas involucradas en su caso.

-No tiene porqué ser tan desagradable de interrumpir todo lo que digo, debe entender que lo que dice no me es suficiente para interrumpirla, no puede venir aquí y pretender pasar sin siquiera...

-Lo siento, bonita. Pero de verdad necesito pasar y no te puedo dar mi nombre a menos que quieras perder tu trabajo. Moonbyul va a entender si le dices que estoy aquí por sus padres. No preguntes más y solo ve, prometo no decir nada sobre tu amor secreto.

Silencio (Moonsun) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora