Silencio (Moonsun)

23.

Hace mucho tiempo atrás:

Liberty city o Model city cómo muchos le conocían era uno de los peores barrios de Miami. Sus sombrías calles,de forma contradictoria no dejaban ocultar nada, todos sabían lo difícil que era vivir en aquella zona.

Olivia lo sabía bien, con solo 14 años había tenido que huir de un hogar que la llenaba de maltratos, pasó un año sobreviviendo a costillas propias, peleando contra todo y todos, a sus cortos 15 años conoció al hombre que se presento cómo su gran héroe, cómo el hombre de su sueños, aquel príncipe que siempre había soñado y deseado.

Roger le prometió el mundo entero, la sacó de las calles y escuchó su historia, la vio llorar mientras ella se desmoronaba en sus brazos relatando cómo su madre y hermanas la habían abandonado a su suerte con ciertos familiares que la detestaban y humillaban cada que podían. El le prometió que a su lado jamás volvería a pasar maltratos, que su familia no la volvería a tocar.

El primer error de Olivia fue creerle y
Y solo unos meses después quedar embarazada de aquel príncipe azul que de a poco iba perdiendo color.

Con solo 7 meses de embarazo Oliva dio a luz a su primera hija, bajo la fría noche y acompañada solo de la luna se hizo camino hacia el hospital. Roger había llegado furioso por algo que una de sus amantes le había hecho, por supuesto y cómo siempre se desquitó con la indefensa Olivia.

Le propino golpe tras golpe sin importar su estado. Roger no tenia compasión ni por el ser que Olivia cargaba en su vientre.

Del cabello la arrastro por todas las esquinas de la pequeña casa, mientras le gritaba que no servía para mujer.

Una hora o más de camino fue lo que hizo, habría llegado antes si no hubieran sido por los intensos dolores que la obligaban a parar de vez en cuándo. Habría querido ir aunque sea en un autobús, pero su suerte no era tanta cómo para tener aunque sea una moneda en sus bolsillos, además de que de nada le serviría pues a esa hora ni el diablo pasaba por esas calles.

Su calvario acabó cuando llegó a las puertas del hospital y la vieron con el rostro casi desfigurado, quizás les hubiera preocupado de no haber sido que en ese mismo momento rompió fuente y todos se enfocaron en atenderla, olvidando por completo los golpes en su joven piel.

Tres días fueron los que pasó en el paraíso, luego de dar a luz le practicaron los procedimientos necesarios y la mantuvieron en reposo, incluso la insípida comida del hospital fue todo un banquete para ella.

Al tercer día su buena vida acabó y tuvo que regresar a la cruda realidad.
Regreso a casa sin nadie en brazos y al abrir la puerta de aquella pequeña casa su infierno se repitió.

Roger se encontraba en el viejo sillón de la sala con una botella en mano, sin camisa y con los pantalones mal abrochados, sus dilatadas y rojizas pupilas se dirigían a Olivia que pudo observar la furia contenida en estas cuándo el preguntó- ¿y mi hijo?- Olivia tembló al escuchar la palabra "hijo" no sabía cómo explicar aquello -  jodida puta, te pregunte que dónde está mi hijo- termino gritando al perder la paciencia luego de ver que la pobre niña estática en la entrada.

-Y-yo... Yo, Mi niña- no pudo seguir hablando gracias al susto que el estruendo del vidrio estrellándose en el piso - la tuve que dejar en el hospital, le darán los cuidados que necesita por lo menos en lo que cumple los 9 meses de gestación, si quieres puedes ir a verl- la puerta se cerró mientras el la tomaba del cabello y la obligaba a parar de hablar, la abofeteó y tiró al piso.

-A esa bastarda me la dejas en dónde la dejaste, no quiero otra cosa inservible en esta casa- le demando a gritos y golpes.

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