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Dejo mi ropa sucia tirada en cualquier lado de la habitación, sabiendo que Moonbyul lo detesta y que desde luego querrá decirme algo.

Llevo mucho rato intentando que me hable y está es la última opción que me dejó. Después de haber peleando en el invernadero, se metió a la casa y me evitó todo lo que pudo, agotada de insistir decidí subir antes a la que aún seguía  siendo mi habitación en esta casa.

Escucho cómo sus zapatos hacen eco y hago cómo si no me diera cuenta, aguantando mi sonrisa me siento en el viejo tocador que ocupo para guardar cremas y todo lo necesario para el cuidado de mi piel.

A través del espejo veo cómo mi plan falla miserablemente y Moonbyul opta por disimuladamente apartar mi ropa con su pie, aunque no puede evitar hacerlo con brusquedad y cólera pero aún así lo hace en silencio sin volverme a ver una sola vez.

Me entretengo más de lo normal tratando de que mi piel absorba los aceites que he aplicado en mi rostro, mentiría si dijera que no me molesta que haga cómo que no existo.

Decido no rendirme y trazó mi siguiente paso en el plan de "hacer que Moonbyul me hable después de pelear por algo estúpido"

Camino al baño me quedo estática en medio de la habitación, dándome cuenta que no me puedo duchar porque ya aplique cremas en mi cara y seria un desperdicio volver a lavarla para volver a aplicar todo eso.

En medio de mi debate mental veo cómo Moonbyul tiene intención de entrar al baño, siendo lo más madura y razonable posible, corro y logro meterme antes que ella. La escucho a las afueras del baño maldecir mi nombre y solo me queda reír por aquello.

Me tomó mi tiempo para pensar que hacer con mi ducha, de cualquier forma si quiere ocupar el baño solo debe llamar a la puerta o pedirme que me salga.

Suponiendo que la tina es la mejor opción para no mojar mi cabello y rostro, la preparo con toda la paciencia que una persona podría llegar a tener, cuándo el agua está a la temperatura que me gusta y con las esencias necesarias, me despojó de la pijama que hace unos minutos atrás me había colado y me sumerjo en aquella cálida agua. Apoyo la cabeza en la superficie que se mantiene seca y dejándome llevar por los olores que se esperasen por todo el espacio, mi mente vuela y traza mi siguiente movimiento en la misión de hacer que Moonbyul me vuelva a hablar.

Antes de que mi plan se disperse dentro de mi mente y lo termine olvidando, salgo de la bañera y sin pensarlo mucho salgo del baño sin nada que cubra mi cuerpo desnudo, siento la mirada de Moonbyul sobre mi pero con toda la fuerza de voluntad que me queda pretendo no darme cuenta.

Voy hacia el cajón en el que guardo mi ropa interior, busco la lencería más adecuada para este momento y cuándo la tengo entre mis manos me aseguro que Moonbyul me siga observando para así colocarlas de la forma más seductora y lenta posible.

Dejando mi parte superior descubierta me dirijo a mi lado de la cama, Moonbyul finge no verme mientras se concentra en la pantalla de su móvil.

Si no es por las buenas será por las malas.

Me recuesto por completo en la cama y al sentir la suavidad de las sábanas debajo de mi cuerpo me relajo y cierro los ojos.

Un suspiro involuntario sale de mí cuándo imagino que mis manos son las de Moonbyul, mi mano izquierda juega a presionar uno de mis pechos mientras la derecha sigue un camino sin marcar desde mi cuello hasta la zona que tanta atención necesita.

Abro mis ojos cuándo siento el borde de las bragas, momento perfecto para ver cómo Moonbyul a dejado su móvil de lado para observar por completo el show privado.

Silencio (Moonsun) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora