6.

174 37 10
                                    

Los besos dentro de esa habitación se escuchaban cada vez más fuertes.

Las mujeres responsables de compartir aquel momento, estaban hechas un desastre. Con la mente completamente nublada, una de ellas gracias al amor y la otra simplemente por la lujuria del momento.

Prenda por prenda iba saliendo, Solar no se cansaba de apreciar el cuerpo de su amante, parecía la cosa más exquisita jamás vista.

Su mirada transmitía mucha emoción, era cómo si una Diosa se hubiera puesto delante de ella.

Solar era capaz de unirse a una nueva religión creada por aquella mujer, si así ella se lo pedía.

Estaba total y completamente perdida por Wheein.

El amor en los movimientos de Solar eran muy notables, tocaba con miedo a romperla, besaba con delicadeza queriendo transmitir todo lo que sentía. Quería que Wheein se diera cuenta que para ella no existía ni existiría alguien más.

Por otro lado teníamos a Wheein que  trataba de ignorar todo aquello.

Sus acciones cada vez eran más salvajes a propósito, pues quería marcar una línea y que ninguna de las dos la sobrepasara. No quería que aquella mujer que solo estaba a su lado para tener un buen rato se confundiera y la siguiera viendo de aquella forma tan amable.

No quería sentir esa horrible sensación de estar haciendo algo más que sexo.

No había mentira al decir que las dos querían el placer proporcionado por la otra, pero una esperaba más que solo placer y lastimosamente en esa habitación nadie se lo podría dar.

* * *

-Eres tan bella- Solar le decia mientras trataban de recuperar el aire. Con cuidado se fue acomodando hasta estar a la altura de la otra -No quiero que esto acabe, se supone era tu cumpleaños y la que me terminó dando el mejor regalo fuiste tú-. Termina de decir mientras le acomoda el cabello detrás de la oreja y la contraria solo se dedicaba a sonreír de forma perezosa aún con los ojos cerrados.

Al abrirlos sintió que había cometido el peor error, pues al conectar miradas los ojos de Solar mostraban un brillo desconcertante.

El amor que Solar transmita a través de ellos era insoportable para Wheein. Estuvo a punto de decir algo, cuándo por suerte, el timbre la salvó sacándolas de aquella incómoda situación. Rápidamente se fijaron en la hora y Wheein al instante supo quien seria la única persona que podría llegar a tales horas a tocar el timbre de su casa.

Con la cara completamente pálida y descompuesta empezó a balbucear cómo pudo -Solar, vístete rápido, no quiero que esto se malinterprete- Corría de un lado a otro buscando sus prendas de vestir.

-¡Joder, Kim apresúrate, no podemos tardar más!- tuvo que gritar/susurrar porque la peli-negra no se movía y parecía no tener intención de hacerlo.

Wheein se vistió cómo pudo y luego de encontrar la ropa de Solar se la aventó a la cara y de forma apresurada le pidió por última vez que se vistiera.

Solar seguía en estado de shock, no sabía que estaba pasando y cuando por fin Wheein salió de la habitación fue que pudo acatar la orden que hace unos segundos le habían dado. 

Se empezó a vestir, no podía creer que hace unos minutos atrás habían estado en la misma cama y ahora la estaba tratando así.

¿Quién mierda podía estar tocando para provocar esa reacción en Wheein?

-¿Por qué no contestas mis llamadas y mensajes? ¿por que tardaste tanto en abrir? ¿Con quien estás? Te juro que si te estuviste revolcando con cualquier zorra te mataré-. Solar que estaba a punto de salir, se quedó helada al escuchar aquella voz. No podía ser ¿que hacía ella aquí?

Silencio (Moonsun) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora