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Yongsun sentía que la sangre le hervía, no sabía cómo era posible que su padre colaborara a la ineptitud de todos aquellos. ¿Por qué no se les había ocurrido buscar dentro de los alrededores?

Era lo más obvio, el imbecil de Carlos tenía acceso a todas las entradas y salidas ¿qué mejor lugar para esconderse que ese?

Buscar dentro del terreno había sido su primera opción pero la descartó cuándo le aseguraron que ya habían buscado en cada rincón de aquel gran lugar. Habían sido estúpidos al entrar al juego de Carlos, el había pensado que metiéndose a la boca del lobo estaría seguro de búsquedas y si que había tenido razón.

Yongsun no había tardado mucho en acertar y descubrir, al final del día eran casi sus mismos planes, pensamientos y mente. Ella había guiado siempre a Carlos, ella le había mostrado cómo salirse con la suya sin que nadie nunca sospechara, ella le había mostrado la forma de protegerse.

Sentía terror, el miedo crecía dentro de ella y por primera vez en mucho tiempo sintió culpa, le había enseñado todo, su forma cruel de castigar él la había aprendido y Yongsun temía que su hermana estuviera sufriendo todo aquello.

Cuándo pudo visualizar la cabaña no espero a que la camioneta se terminara de estacionar, salió directo con una solo misión en mente.

Matar a quien fuera.

La valentía que sentía al salir del auto se le esfumó a pocos centímetros de la entrada ¿y si no encontraba a su hermana cómo ella quería? ¿Y si había tardado mucho?

Empujo con todas sus fuerzas la vieja puerta y lo primero que vio fue una mesa llena de comida en mal estado, basura regada por todo el suelo, colillas de cigarros esparcidas por todo el lugar.

El olor a alcohol y suciedad era asqueroso, en una esquina vacía se encontraba un viejo colchón igual de sucio que todo el lugar. Sus lágrimas se acumularon cuándo supo reconer que la sala de aquella cabaña era la misma en la que años atrás se había escondido, la misma en la que había compartido risas y momentos de felicidad con sus hermanas y con aquel imbecil que era cómo su hermano.

Ahora esa sala solo guardaba un frío y sucio ambiente, estaba sin vida no había rastro de felicidad. Ya no tenía olor a lavanda, solo a traición.

Dio la orden de rodear el lugar y avanzar.

Con pistola en mano avanzó sin cautela hacia la sombra de aquellos hombres.

-La decisión más estúpida que has tomado- le dijo a Carlos mientras le ponía el cañón de la pistola sobre la cabeza y sus hombres tomaban al otro.

Un pequeño sonido ahogado se escuchó desde adentro de la habitación y Yongsun perdió el sentido de todo.

Lo apartó del camino sabiendo que sus hombres lo sostendrán y corrió hacia Chorong que muy apenas abrió los ojos y le sonrió.

-¡no se queden cómo estúpidos!- grito Yongsun al ver que nadie se movía - ¡llamen a una puta ambulancia- dijo afligida mientras se ponía a la altura de Chorong, al ver el estado en el que su hermana se encontraba volvió a gritar- no llamen a nadie, ayúdenme a moverla ¡Ya! .

Uno de los hombres fue el que más rápido reaccionó y llegó al lado de sus jefas. Tomó a Chorong con todo el cuidado que tuvo y sintió terror cuándo está emitió un pequeño quejido. No quería lastimarla pero era imposible no hacerlo con todo el cuerpo en ese estado, no había cómo sostenerla sin lastimar alguna herida.

-Que la lleven al hospital, no quiero accidentes o estupideces, conozco a cada uno de los que se van y si le pasa algo en el camino el primer culpable serás tú ¿entendido? - amenazo al hombre que solo asintió apresuradamente y caminó lo más rápido que pudo -Llamenle a papá, que los vea en el hospital, no se retrasen más- le dijo al otro antes de que saliera.

Silencio (Moonsun) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora