39.

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POV Yongsun.

Mis ojos se abre abruptamente cuándo un sonido seco se adueña de toda la habitación. Trato de taparme con las sábanas en un intento de protegerme, Moonbyul está de regreso y la luz que entra por el ventanal me indica que ya es un nuevo día.

-Aunque te tapes ya te vi- Su tono de voz no se eleva pero termina de abrir las persianas con brusquedad, más de la necesaria.

Trato de hablar pero haber llorado toda la madrugada y haberme duchado para luego tirarme en la cama sin nada, tiene sus consecuencias. Siento mi garganta inflamada y seca, se me dificulta pronunciar palabra sin sentir un ardor extenderse, Moonbyul hace el intento de acercarse pero mis ojos se empañan y no se si es por su cercanía o por el dolor físico. Se detiene y cambia su rumbo para salir de la habitación.

Después de casi nada la veo aparecer con un vaso lleno de agua entre sus manos, se acerca y yo me encojo en mi lugar, la veo ladear su cabeza y desconcertada me ofrece delicadamente el vaso.

-No pasa nada, no te haré daño, bébelo- No queriendo contradecirla saco mi mano y sujeto el vaso que ella me ofrece, cuándo estoy satisfecha le regreso el vaso y vuelvo a mi antigua posición.

Cierro mis ojos buscando protección inexistente cuándo la veo dejar el vaso de lado y acercase bruscamente a mi. Espero un agarre brusco, incluso un golpe pero lo único que hay son sus delicados dedos trazando algo en mi cara.

-Abre los ojos, por favor- me dice casi suplicando mientras toma mis mejillas. Los abro y me sorprendo al encontrar nada más que preocupación en su mirada.- ¿qué te paso? ¿Quien hizo esto?- me desconcierta su toque, hace unas horas seguía siendo brutal y ahora parecía que pensaba me podía derretir en sus manos. Su mirada había sido lasciva, ahora solo había amor.

Su pregunta también me desconcertó, pero rápidamente recordé sus palabras horas atrás "mañana no tenemos porqué recordar esto" quería jugar a que nada había pasado y yo no era tan estúpida de no seguir su juego, no me atrevería.

-Mi tía, cuándo te fuiste empezamos a pelear, ella me abofeteó y en su mano llevaba un anillo que me lastimó.- expliqué queriendo acabar de una vez por todas.

-¿Una bofetada?, Yong eso no fue solo una bofetada ¿ya te viste en el espejo?- parecía horrorizada y si no fuera porque ayer yo fui su principal víctima, creería su papel de novia preocupada y horrorizada.

Me levanto de la cama y voy hacia el espejo, mi respiración se corta cuándo me veo.

Tengo marcas por todo el cuerpo, morados en el cuello que se expanden hacia los hombros, mi cintura está igual de maltratada pero nada de eso es tan horrible cómo la marca que tengo en mi rostro, llevo mi mano hacia mis mejillas y analizo los hematomas que se están formando. El rastro del anillo poco y nada se ve, lo que más resalta es la marca de los dedos de Moonbyul, mi cuello y mejillas tienen marcadas sus manos y no puedo hacer nada más que volver a llorar.

Moonbyul que se había mantenido sentada a la orilla de la cama, al escucharme sollozar corre a envolverme entre sus brazos. Un nuevo escalofrío me recorrió por completo cuándo sentí sus brazos y el latir de su corazón. No entendí cómo la misma persona que ayer me había hecho daño podía ser la misma que ahora me otorgaba una inmensa sensación de protección.

Me condujo hasta la cama y me dejé ser, nos cubrió con una sábana mientras hacia maniobras para no soltarme, se quedó a mis espaldas enredando nuestros cuerpos hasta sentir que casi eran uno solo. Me susurró palabras de amor y por un segundo casi le creí que todo iba a estar bien.

Cuándo mi llanto cesó, Moonbyul no paró sus leves caricias. Tenia miedo de moverme y romper la calma, algo dentro de mi todavía tenia miedo y aunque ella decía que jamás me haría daño, yo sabia que las promesas siempre se rompen.

Silencio (Moonsun) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora