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Moonbyul POV:

Mis dedos recorren sutilmente la piel expuesta de su espalda, desdé mi lugar puedo apreciar las marcas que mis uñas han dejado gracias al intenso agarre de hace unos minutos, una sonrisa amenaza con salir ante el recuerdo de lo que acababa de pasar.

-No es por querer interrumpir tú exploración, pero tenemos que hacer la cena- Se voltea para quedar frente a frente y mis ojos caen en sus viejas marcas que se esparcen por sus clavículas y cuello.

-Todavia no entiendo cómo alguien que se supone debe protegerte, es capaz de hacer algo cómo esto.

Ella me mira confundida pero cuándo muevo mi mano hasta sus moretones, ella parece recordarlo.

-Ya fue, Moonbyul. No arruines el momento. Quiero olvidarlo, por el bien de todos.

-¿Cómo puedes hacer eso? Yo no olvidaría ni perdonaría tan fácil.

-Nunca dije que quiero perdonar lo que pasó, simplemente quiero que dejes de recordarlo porque fingir que no paso, se me hace más fácil. Decidí quedarme y prefiero creer que tomé la decisión correcta.

Sus palabras no me sorprenden del todo, pues siempre sus acciones han dejado claro que su familia es su prioridad y sin importar que tanto tenga que aguantar, lo hará, simplemente para mantener la calma dentro del entorno.

Lo que me sorprende es el tono casi a la defensiva que utiliza, aunque puedo entender su enojo, simplemente no me gusta que algunas veces, cómo está, se refleje sobre mi.

"Fue tú culpa, tú lo hiciste, fue tú culpa."

Escucho una voz y se que es dentro de mi cabeza pero no puedo evitar buscar con mi mirada por toda la habitación.

Puedo reconocer mi propia voz pero es lejana, casi cómo un susurro del alma que me atormenta. Es cómo si no pudiera controlar mi propia conciencia gritando aquello. La siento perforar mis oídos pero no puedo pedir ayuda.

Veo a Yongsun preocupada mientras supongo me pregunta que es lo que me pasa, su voz apenas se escucha porque es silenciada por las otras voces que no me dejan de repetir que fue mi culpa.

-Me duele- es lo único que logro decirle antes de cerrar los ojos para callar las agudas voces que se instalan a mi alrededor y hundir mis manos en cualquier parte de mi cabeza y rostro para tratar de calmar todo el alboroto.

La siento incorporarse en la cama y llegar hasta mi para apartar mis manos. Sus manos toman el lugar de las mías y con profunda preocupación marcada en su rostro me pide que me concentre solo en su voz y toque.

Su tacto logra el efecto buscado pero su nueva posición deja al descubierto, nuevamente, sus horribles hematomas y la voz en mi cabeza se vuelve mas intensa.

Mi voz se pierde y el cuarto se vuelve cada vez más pequeño. No existe nadie más que esa voz y yo.  La respiración me empieza a faltar y el pánico corre por todo mi ser, no quiero volver a abrir los ojos por miedo a ver algo que no me gustará.

Aunque la voz me reta a abrir mis ojos me niego a hacerlo. Me digo que solo es un ataque de pánico y que nada de lo que estoy sintiendo es real, pero aunque se que todo está dentro de mi imaginación no puedo evitar empezar a llorar de desesperación.

Mi corazón late desesperado cuándo una voz se convierte en muchas y todas me reprochan, las siento burlarse cada vez más fuerte y el dolor se hace insoportable.

-¡Ya basta!- Le gritó al aire y para mí sorpresa, las voces se hacen solo pequeños murmullos que van desapareciendo a medida voy respirando.

Al abrir mis ojos veo que Yongsun ya no está sin ropa, sigue en la cama pero ahora en la orilla con toda su ropa puesta y un zapato a medio poner. Cuándo nota que la estoy mirando, deja su zapato a un lado y viene hacia mí.

Silencio (Moonsun) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora