Silencio (Moonsun)

55.

Miércoles 13

Las traiciones estaban a la vuelta de la esquina, cada día, cada hora, cada minuto y cada segundo se cometía una traición, nadie estaba exento de una.

Las traiciones iban y venían, los juegos sucios estaban más presentes que nunca, el mundo se había convertido en una completa mierda.

Los humanos ya no tenían moral.

Habían traiciones de todo tipo. Las románticas, las de amistad, las de sociedad y las familiares. La última era una de las que más dolía.

Aunque lo peor era cuándo todas esas traiciones se mezclaban. Cuándo venían todas juntas o una seguida de la otra.

Ella odiaba las traiciones, pero era la única forma que tenía de sobrevivir.

Desde muy pequeña había aprendido que traicionar era el único camino que le quedaba, las mentiras, los enredos eran su único hogar.

Por supuesto que lo odiaba, con el tiempo había encontrado personas que no merecían ser engañadas, no merecían sus mentiras. Ella sabía que una persona en particular no merecía tal traición.

Todos eran trebejos en un juego manejado por la reina.

Ni siquiera ella siendo una pieza clave en el tablero estaba execta de perder la cabeza.

Estaba dudando, los acontecimientos en los días anteriores la estaban haciendo arrepentirse, los recuerdos de todos estos últimos años la estaban ablandando.

Pero casi divinamente sintió su teléfono vibrar con una nueva notificación.

Ya no había espacio para lamentos y arrepentimientos.

"La tenemos"

Sintió su pecho hundirse, su estómago creo un vacío que la hizo casi encorvarse.

Ya no había vuelto atras.

***

Lunes 11.

El aire en ese terreno se respiraba lleno de tensión e inseguridad. Habian programado encontrarse en ese lugar por esa misma razón. Era algo ilógico, pero que para ellos tenía mucho sentido.

Era un terreno baldío.

Así ninguno de los presentes corría peligro, nadie quedaba expuesto.

Todo lo contrario a lo que se puede pensar, no habían armas incluidas, ni matones merodeando el lugar, solo habían personas comúnes y corriente encontrándose el uno con el otro con un mismo objetivo en común.

Acabar con la dinastía Kim.

En total eran 4 las personas reunidas ese mismo día, pero solo una de ellas se preguntaba ¿Que diablos estaba haciendo?

¿Valía la pena derribar a esta torre?

Su verdadero objetivo nunca había sido esa torre, su principal objetivo era el tablero completo, pero sabía que para lograr aquello primero tenía que debilitar a su reina.

La única forma de debililarta era quitarle piezas claves de su juego.

Lamentablemente aquella torre solo era un efecto colaretal.

- Está vez la tenemos bien agarrada de los ovarios, no tiene forma de salirse. No importa a quien tenga comprado, está vez no la podrá safar ni Dios- una voz masculina celebra anticipadamente.