51.

60 8 1
                                    

-Regresaste- Cómo es costumbre estos días, mi voz se quiebra sin querer.

-Nunca me fui- me sonríe y se sienta a mi lado- si no nos hemos visto es porque tú no querías, no me dejaste muchas opciones. Hoy decidí acercarme porque te vi así, y supuse que no intentarías alejarme cómo lo has hecho las última veces- no tengo duda de que es un reproche, pero su risa hace que no sea tan fuerte.

-Lo lamento, yo no estaba bien, vernos no estaba bien, no quería hacerme más  daño...

Ella lo entiende, se que lo hace.

Me atrevo a ver su perfil y me quedo más tiempo de lo normal pegada observando sus lindas expresiones. Su nariz se arruga al igual que sus ojos al sonreír de forma tierna cuándo se aburre de que solo la esté observandosin decir nada.

-Nunca me podría haber acostumbrado a esa mirada tuya.

-¿Que mirada?

-Esa, la que siempre hacías y estas haciendo ahora, me miras cómo si yo fuera maravillosa... cómo si...

-¿Cómo si te adorará? Es que lo hago, antes me daba vergüenza admitirlo pero quería ser cómo tú, te veía para guardar cada gesto en mi memoria. Podías solo estar respirando y para mí era digno de admirar, me podía quedar horas pegada a ti solo viéndote existir. No pienso volverme a avergonzar por algo tan inocente y lindo.

-No quiero que te avergüences, relájate.- vuelve a reír y la veo mover su mano hasta mi cabeza, en un intento de cariño- solo lo decía porque a mi también se me hace lindo la forma en que me veías, perdóname por no haberme dado cuenta o no haberlo apreciado mucho antes.

Su expresión cambia a una más concentrada y a mi no me queda nada más que esperar sin moverme demasiado para seguir sintiendo su muy delicado toque en mi cabello.

-¿Que haces aquí?- no me puedo quedar callada, nunca puedo.

-Ya te dije, te vi y no quise perder la oportunidad.

-¿Me viste?

-Ya sabes a lo que me refiero.

-Te extrañe, me alegra que estés aquí- dejó de sentir su mano, rápidamente la veo para exigirle que vuelva a acariciarme pero ella solo se encoge de hombros mientras sonríe tristemente- nada es igual sin ti, siempre supe que seria así, pero pensé que encontraría una forma de que no doliera tanto, se supone que soy más fuerte.

-Eres mucho más fuerte de lo que piensas, que estés aquí, lo demuestra.

Intenta poner su mano en mi pierna pero algo parece impedírselo, deseo que lo haga, deseo sentir su calor pero no se lo digo y solo la dejo hacer lo que sea que hace.

-Te ves diferente y me da miedo- confieso con algo de pena.

-¿Por que?

-Porque se que significa algo, se que no estás aquí solo porque si... hay algo que no me estás diciendo y estás actuando cómo si fuera una visita cualquiera, una amistosa cuándo no es así.- le reprocho.

-Es una visita amistosa, quería estar cerca- su mano se mueve hacia mí cara y entonces puedo sentir otro pequeño roce, cierro mis ojos intentando sentirla más cerca pero se me dificulta- Te vi muy afligida, todo este tiempo he estado tratando de venir para decirte que estoy aquí contigo y que siempre lo estaré, no importa lo que hagas o hiciste... siempre seremos nosotras, siempre nos tendremos.

-No, ¿lo ves? te estás despidiendo- la corto para reprocharle- Dijiste que no hablaríamos de esto, dijiste que no querías hablarlo porque no estabas lista para irte... no puedes hacerme esto- no hay lágrimas pero puedo escuchar mi propia voz volviéndose afligida y llorosa, igual a la de una niña haciendo berrinche.

Silencio (Moonsun) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora