MESES DESPUES.
El día del parto de Barbara había llegado, todos viajaron para estar con ella ese día, Barbara había empezado labor de parto desde muy temprano, afortunadamente Mariana habia viajado una semana antes para estar con ella por que los días de él parto ya se habían acercado. Sus contracciones estaban siendo cada vez más consecutivas, la doctora le había dicho que aun le faltaban centímetros para poder dar a luz y eso la tenia bastante mal.
Barbara—Había olvidado lo doloroso que era esto.
Aurora—Por favor mamá respira, solo faltan tres centímetros.
A Barbara la tomó una contraccion que hizo que se doblará, a ninguno le gustaba verla así pero no podían hacer nada más que estar con ella y darle fuerzas, dar a luz era una de las cosas más maravillosas pero también fuertes y dolorosas.
Dos horas después por fin Barbara estaba lista para dar a Luz, en la habitación se quedaron Aurora y su mamá.
Doctora—Vamos Barbara puja.
Barbara empezó a pujar y de sus ojos salian lágrimas, de dolor y emoción.
Doctora—Una vez más.
Barbara—No puedo, me duele mucho.
Aurora—Vamos mamá, hazlo por mi hermana, falta poco una vez más.
Barbara volvió a pujar unas veces más cuando sintió un alivio enorme y el grito más hermosos que había escuchado jamás.
Doctora—Felicidades Barbara, es una hermosa niña.
Aurora—Es preciosa mamá.
La Doctora le acercó la niña a Barbara, y fue inevitable llorar en ese momento pero de felicidad.
Barbara—Hola mi amor, yo soy mamá.
Barbara le dio un beso en la frente dándole gracias a Dios por haberle dado las fuerzas y el privilegio de traer a su hija al mundo.
Aurora—¿Como se va a llamar mamá?.
Barbara—Julietta.
Cecilia—Es hermoso, igual que esta princesa.
Después de unos momentos se acercó una enfermera y tomó la niña para hacerle revisión, Aurora y Cecilia salieron de la habitación y a Barbara la hacearon y desinfectaron todo el lugar.
Unos minutos después entraron todos para conocer a la bebé y Barbara ya la tenía en brazos, la sonrisa no se borra a de su rostro.
Barbara—Holaa, les presento a Julietta.
Mariana—Ay no, me muero es hermosa amiga—Mariana tomo la manito de la bebé—Dios te bendiga princesa hermosa.
Todos se acercaron a conocerla y unos minutos después se fueron a casa a descansar por petición de Barbara pero Mariana se quedó con ella acompañándola.
Mariana tenía la bebé cargada y no desaprovechó la oportunidad de preguntarle a Barbara algo que tenía atorado en la garganta.
Mariana—Amiga, sigues con la idea de quedarte aquí para siempre a vivir.
Barbara—No, se que en algún momento de mi vida tendré que regresar a México.
Mariana—Al regresar no le contarás a Eduardo sobre Julietta.
Barbara—No, Mariana se que tal vez tu y los demás dirán que me estoy comportando de manera egoísta pero. Eduardo me uso, estuvo conmigo por una apuesta, dudo de su paternidad, yo nunca siquiera pensé en otro hombre cuando estuve con él, por que yo si me enamore de Eduardo.
ESTÁS LEYENDO
MEPS, el cambio de Barbara Greco.
RomanceEn esta historia veremos el proceso de cambio de Barbara, no sólo físico si no personal, en esta versión ella no se quema la cara. en la parte del romance, Eduardo se casa con fernanda pero su matrimonio tiene problemas, Barbara se enamoro perdidam...