Capítulo 15

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Habían pasado varios días desde que Barbara y Eduardo habían retomado su relación, estaban felices para que negarlo siempre sacaban tiempo para estar juntos. Ese tiempo separados les había servido mucho, eran nuevas personas su amor estaba más sólido, se respetaban mucho más que antes, ahora estar bien se había convertido en una de sus prioridades. Aunque no siempre estaban de acuerdo en todo buscaban la forma de solucionar las cosas de buena manera.

Eduardo—Mi amor, que tal si paso a buscarte a la empresa y nos quedamos en la cabaña hoy.

Barbara—Esta bien amor, déjame le aviso a mis papás que no iré a la casa para que no me esperen.

Eduardo—Bueno, cuando salgas de la empresa me avisas y yo paso por ti.

Barbara—Vale, te amo.

Eduardo—Yo a ti.

Barbara y Eduardo colgaron y ella siguió en lo que estaba haciendo para terminar con su trabajo. Aviso a sus padres que no iría a dormir, a su padre al principio no le agrado mucho la idea de que se esté yendo a dormir con Eduardo pero acepto.

Al terminar todos los pendientes de la empresa Barbara llamo a Eduardo para que pasara por ella y se fueron juntos a la cabaña.

Eduardo—Amor, ¿Paramos por algo de comer?, ¿Que quieres?.

Barbara—No mejor por que no te prepararo algo, digo soy pésima para la cocina pero me defiendo.

Eduardo—Se carcajeo—No si ya lo note, pero bueno, yo te ayudo, no pasa nada.

Ambos siguieron conversando en todo el camino hablándo de muchas cosas, sin soltar sus manos. Llegaron a la cabaña y Barbara tomo todas sus cosas, Eduardo le abrió la puerta y ella salió.

Barbara—Que rica esta la brisa.

Eduardo—Si.

Ambos entraron a la casa y ella camino hasta la habitación para dejar sus cosas.

Eduardo—¿Que hacemos de cenar?.

Barbara—¿Que te parece una rica pasta?.

Eduardo—Me parece muy bien.

Los dos se pusieron a cocinar, pasta era lo único que mejor le salía a Barbara así que eso hicieron. Los dos cuando estaban juntos se la pasaban muy bien, se reían mucho, jugaban.

Después de cocinar se sentaron a comer, cuando terminaron lavaron la loza para luego irse a dar un baño y descansar. Se ducharon juntos, ella lo bañaba a él y el a ella.

Barbara—Ay muchas formas de hacer el amor y esta es una de ellas, tocarte, besarte, mirarte. Te amo.

Eduardo—Me haz enseñado que hacer el amor no es solo sentir tu cuerpo desnudo al lado del mio. Hacer el amor tiene muchas maneras, cada vez que te veo sonreír o que te escucho reír, cuando te veo llegar así, tan imponente, cuando miro tus ojos y veo ese brillo tan hermoso, cuando me dices que me amas, cuando me tocas, cuando veo esos ojos y veo esa mirada que solo tienes guardada para mi. Me haz enseñado que el amor se construye todos los días.

Barbara—Te amo con el alma.

Eduardo—Yo a ti.

Eduardo la alzó para que ella enrollada sus piernas alrededor de sus caderas, e hicieron el amor como solo ellos lo saben hacer, de manera apasionada, sintiéndose, amándose.

Al terminar ambos se fueron a acostar Barbara se quedó dormida rápidamente,  Eduardo la contempló unos segundos y se quedó dormido abrazándola.

Barbara despertó por el sonido de un celular, lo tomo sin fijarse  y contestó adormilada.

MEPS, el cambio de Barbara Greco. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora