Capítulo 27

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Varios meses después.

Barbara había logrado superar las cosas, ya había comprendido que su historia con Eduardo había terminado y aunque le dolía en el alma sabía que ya no había nada que hacer, el estaba siendo feliz con otra persona y le alegraba saber que aunque no era con ella el estaba feliz. En cuanto a su acuerdo sobre Julietta las cosas seguían igual, escasas veces se veian y eso era lo mejor.

La última vez que se vieron fue en el cumpleaños número dos de Julietta, hace dos meses, y no se habían vuelto a ver, no pasaron palabras para nada e incluso siquiera quiso tomarse una foto con Barbara y la niña. Pero ya ella estaba acostumbrada a todo eso, aunque le dolía el alma por como el se comportaba ya estaba acostumbrada.

Federico—Eduardo se va a casar dentro de dos semanas, esto será un golpe duro para Barbara.

Sintieron que algo cayó al piso y Barbara estaba de pie en la puerta de la oficina de su padre con los ojos llenos de lágrimas. Se giro rápidamente y entró a su oficina, tomó su bolso y las llaves de su auto para salir de la empresa.

Llego a la empresa de Eduardo si entro a su oficina sin que nadie se lo impidiera.

Eduardo—¿Que haces aquí?.

Barbara—Por favor no te cases, por favor perdóname, perdóname por toso el daño que te he hecho pero no te cases Eduardo, yo te amo con mi vida y no podría vivir sin ti—De los ojos de Barbara empezaron a salir lágrimas sin control, se acercó a Eduardo para tocarlo pero el la sostuvo fuerte de las muñecas—Por favor no te cases Eduardo, escúchame, hablemos, tratemos de solucionar las cosas pero no lo hagas.

Eduardo se carcajeo y la soltó fuerte mirándola de arriba abajo con desprecio y malisia.

Eduardo—Mírate por Dios Barbara, no ganas nada humillandote de esta manera, me das lastima. Te lo dejo muy claro, no quiero hablar contigo y el perdón es algo que tu no te mereces, me voy a casar con la mujer que amo, y tu y yo ya no tendremos nada que ver, lo único que nos une es nuestra hija y por desgracia, así que la próxima semana te llegará la invitación a mi boda y espero que asistas.

Barbara se alejo de el con lágrimas callando por sus mejillas de manera desesperada, sentía como le faltaba la respiración y como su cuerpo perdía fuerzas cada vez más. Tono su bolso y salió de la oficina de Eduardo rápidamente, tomó el ascensor y se subio a su auto para empezar a conducir sin rumbo alguno.

Paro el un bosque y ahí se permitió llorar, grito, lloro, golpeo, pero nada de lo que hiciera iba a sacar el dolor tan grande que estaba sintiendo. Sentía dolor, rabia, decepción, desprecio. Todos los sentimientos estaban dentro de ella como un torbellino, se sacaría a Eduardo de la cabeza y del corazón a toda costa, se arrepentía de haber sentido amor por el.

Un día antes de la boda.

Aurora—Mamá, estas segura de lo que vas a hacer.

Barbara—Necesito hacerlo para sentirme mejor hija, por favor, cuida mucho de Julietta, yo estaré en constante comunicación con ustedes, no me la llevo conmigo por que lo que menos quiero son más problemas con su padre, de todos modos ya hable con tus abuelos para que te ayuden con Julietta.

Aurora—No estoy de acuerdo pero acepto tu decisión mamá.

Barbara le dio un beso a Aurora, se iría a Francia durante cuatro meses, quería estar lejos de todo por un tiempo, se iría por que duraría ese tiempo en un lugar terapéutico de constante sanación, ese lugar se lo recomendó Mariana y ella acepto.

Aurora—¿Cuando sale tu vuelo mamá?.

Barbara—Esta noche hija.

De su bolso Barbara sacó un sobre, y se lo entrego a Aurora, ella la miró sin entender absolutamente nada.

MEPS, el cambio de Barbara Greco. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora