Capítulo 6

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Una semana después.

Las cosas iban marchando muy bien, Barbara le estaba yendo muy bien en la empresa, la relación con Aurora estaba cada vez mejor, todo marchaba de maravilla en su vida. En cuanto a los Elizalde o había vuelto a tener ningún enfrentamiento con ellos afortunadamente. En la empresa las cosas iban muy bien, sus padres estaban muy contentos del manejo tan increíble que tenía de la empresa.

Barbara—Salió de la empresa por que ya era hora de almuerzo y se encontró con su secretaria que estaba aún en su puesto—¿Ester, que haces aún aquí?. Ya es hora de almuerzo.

Ester—Es que estaba ordenandole unos informes señorita.

Barbara—Nada de eso, ve a almorzar.

Ester—Bueno, gracias.

Barbara le sonrió y siguió su camino, iría a restaurante que estaba cerca de la empresa, al entrar pidió una mesa cerca de la terraza, gracias a Dios no estaba lleno y no habría inconveniente.
Ya sabía que quería ordenar y solo le dio las indicaciones a la chica, se quedo concentrada en su celular hasta que dijeron su nombre.

Barbara—Eduardo.

Eduardo—Que sorpresa encontrarte aquí, ¿comes sola?.

Barbara—Si, si gustas te puedes sentar.

Eduardo se sento en la mesa y empezaron a hablar de todo un poco.

Barbara—¿Y como va tu matrimonio?.

Eduardo—Pensé que al casarme con Fernanda seríamos felices para toda la vida y la llama siempre estaría encendida pero no es así.

Barbara—Discúlpame que me meta Eduardo, pero una relación es de dos y ambos es que tienen que hacer algo por mantenerse.

Eduardo—Lo hago e intentado que las cosas con Fernanda cambien que vallan de mejor manera pero no. Lo último que hice fue pedirle que tengamos un hijo y su respuesta como siempre fue no.

Barbara—Las cosas están realmente mal entonces.

Eduardo—Y yo lamentablemente ya no estoy dispuesto a luchar por esto.

Barbara—Ustedes tienen que tratar Eduardo, se aman desde niños.

Eduardo—Nada dura para siempre.

Barbara y Eduardo continuaron hablando de muchas cosas hasta que quedaron de salir a cenar ese día.

Eduardo—Pasare por ti a las 8:00.

Barbara—Esta bien. 

Eduardo no sabia que estaba pasando, lo que estaba sintiendo era muy nuevo, debía recordar que el era un hombre casado y que Barbara no era una mujer que le convenía del todo.
Pero por Dios que estaba pensando, el era un hombre casado y en los años que tenía de matrimonio jamás había pensando de esa manera.

El ese día se había ido al departamento de Steve, no quería darle explicaciones a Fernanda de a donde iba y menos de con quien.

Ya eran las siete de la noche, se coloco su loción y salió del departamento, tenía la hora justo a tiempo.

Llego a la casa de Barbara toco el timbre y Elena le abrió.

Eduardo—Buenas noches señora, ¿Se encuentra Barbara.

Barbara—Aquí estoy.

Ella estaba detrás de Elena con un vestido que le llegaba más arriba de las rodillas ceñido al cuerpo, su cabello está recogido en un coleta baja que le quedaba hermosa.

MEPS, el cambio de Barbara Greco. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora