Barbara.
Tres días después.
Hace tres días me dieron mi libertad, despedirme de todas las amigas que hice en la cárcel fue duro, las guardias que se comportaron tan bien conmigo fue bastante duro despedirme de todas ellas, pero salir y sentirme libre fue mágico, pensé que moriría en la cárcel.
Después de salir Antonio me trajo a su departamento, me comentó que si estaba de acuerdo podríamos viajar a los Estados Unidos para recibir ayuda psicológica por lo de su trastorno, a pesar de que no era ya dominada por nadie, podría ser que aún tuviera secuelas y lo mejor era que recibiera ayuda.
Antonio—Barbara ¿Pensaste lo que hablamos ayer?.
Barbara—Si, me gustaría recibir ayuda pero, Antonio, yo no tengo como pagarte nada de esto, no tengo trabajo, no tengo nada.
Antonio—Se carcajea—Barbara por favor.
Barbara—No te rías Antonio, es de verdad, yo acepto el tratamiento por que quiero estar bien para cuando vuelva a ver a mi hija y conocer a mi nieto, pero no puedo cubrir los gastos y ya tu haz hecho demasiado por mi.
Antonio—Barbara ven siéntate, déjame contarte una historia.
Barbara lo miro raro pero aun así le hizo caso y se sento.
Antonio—Hace unos años conocí unos amigos, una pareja muy linda y muy amorosa, y unas personas con un corazón increíble, ellos me contaron que tuvieron una hija, un niña muy hermosa con unos ojos miel increíbles, cuando la niña cumplió sus dos años hicieron un viaje a México pero en un descuido su niña se les perdió, la buscaron por todos lados, contrataron investigadores los mejores pero no dieron con la niña y todos estos años ellos se dedicaron a buscarla, su vida a sido muy dura desde que su bebé se les perdió.
Barbara—Dios que fuerte, los comprendo se lo que es que te separen de tu hija.
Antonio—Así es, pero afortunadamente ellos ya encontraron a su hija, y están muy felices y emocionados por conocerla.
Barbara—Me alegra mucho que la hayan encontrado, me imagino la felicidad que deben tener.
Antonio—Así es, ¿Quieres acompañarme a verlos?.
Barbara—¿Yo?, no se no los conozco.
Antonio—Vamos, a ellos les dará mucho gusto conocerte.
—Bueno.
Barbara tomo el celular que le compro Antonio y salieron de la casa, ella no tuvo que arreglarse por que estaba impecable como siempre, la cárcel le cambio muchas cosas pero el estar siempre perfecta nunca.
Ella y Antonio subieron al auto en todo el camino hablaron de muchas cosas pero el evito contarle mas acerca del tema que habían hablado antes de salir, ella estaba un poco nerviosa, desde que salió de la cárcel no había hablado ni estado cerca de otras personas.
Minutos después llegaron a la casa, era una mansión bastante bonita, ella se quedo maravillada con el jardín, estaba lleno de tulipanes esas flores le encantaban.
Antonio—Bueno, hemos llegado.
El se bajo del auto y fue a abrirle la puerta a Barbara, ella al salir cerro los ojos por el olor tan lindo que había. Ambos caminaron a la casa y Antonio tocó el timbre, se quedaron esperando a que abrieran la puerta y una señora les abrió. Ella al abrir la puerta sonrió al ver a Antonio y Barbara, los saludo a los dos con un beso y un abrazo.
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MEPS, el cambio de Barbara Greco.
RomanceEn esta historia veremos el proceso de cambio de Barbara, no sólo físico si no personal, en esta versión ella no se quema la cara. en la parte del romance, Eduardo se casa con fernanda pero su matrimonio tiene problemas, Barbara se enamoro perdidam...