𝟬𝟬𝟰. 𝖼𝖺𝗉𝗎𝗅𝗅𝗈

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CAPÍTULO CUATRO

Kylian había invitado a Neymar a casa como de costumbre, eso me había fastidiado bastante ya que yo hoy iba a invitar a Andre a casa. Pensé seriamente si debía hacerlo pero finalmente decidí que sí , no tenía porque importarme lo que brasileño le dijera a Andre de mí.

Mis sentimientos ahora mismo estaban más confundidos que nunca. Quería a Andre un montón, incluso le quería como algo más que a un amigo pero por algún motivo me sentía culpable de sentirme así. Era algo extraño que nunca antes me había pasado, y es que no sabía porque ahora era así.

Anoche fue la fiesta a la que él mismo me invitó y me dijo que después de recoger vendría. Fue una locura de fiesta, había gente desconocida y conocida. Los amigos de Kylian también habían venido y eso implicaba que Neymar hubiera venido, no pasó nada como la otras veces. Nada fuera de lo normal, solamente me acompañó al baño antes de que vomitara toda la casa y me sostuvo el pelo. Precioso.

Aún no me atreví a bajar de la habitación por eso mismo, tenía una vergüenza horrible a tener que hablar con él después de que me viera como me vio anoche. Además ahora mismo estaba hecha un desastre. Tenía unas ojeras espantosas, el pelo desordenado en un moño y ropa que no sabía ni de dónde había salido.

  Me metí al baño y me lavé un poco la cara antes de bajar las escaleras. Daba miedo sinceramente, si no me conociera a mi misma, saldría corriendo tratando de huir.

  Abrí la puerta perezosamente y bajé las escaleras a paso lento, tomándome todo el tiempo del mundo y sin prisa alguna. Escuché la voz de los chicos en la cocina y sus risas.

  — Buenos días niña de la curva — me saluda Kylian reprimiendo su risa. No me molesté en contestarle sino que le saqué mi dedo medio y me senté junto a Neymar.

  — Nos hemos levantado con el pie izquierdo creo yo, ¿eh? — esta vez fue el brasileño quien habló. Le miré y suspiré.

  — Estoy rota.

  — Normal, te tendrías que haber visto anoche, en mi vida te había visto tan animada — el decolorado suelta una carcajada.

  — Me parece que me animé más de la cuenta...— le miré para que entendiera a qué me refería y él con una sonrisa volvió la mirada a su vaso de zumo. — Lo siento y gracias.

  — ¿Qué cosa más rara acabas de decir? — vuelve a mirarme y yo ruedo los ojos.

  — Lo siento por tenerte que hacer ver esa imagen y gracias por haberme ayudado — el chico sonrió ampliamente así que le devolví el gesto, pero cuando me despeinó más aún mi sonrisa se esfumó.

— ¿Me podéis explicar de qué va todo esto? — el francés pregunta confundido mirándonos.

— Es que Mia no sabe beber y soy yo quien tiene que ayudarla con eso, nada fuera de lo común — ruedo los ojos y desvío la mirada en lo que ellos se reían un poco.

— Eres un capullo, ¿sabes? Yo venía con toda mi buena intención de darte las gracias.

— A ver, Kylian me preguntó así que yo respondí, es así como suelen funcionar las preguntas — el brasileño se encogió de hombros.

𝗙𝐔𝐈𝐌𝐎𝐒, 𝗦𝐄𝐑𝐄𝐌𝐎𝐒;; Neymar JRDonde viven las historias. Descúbrelo ahora