𝗙𝐔𝐈𝐌𝐎𝐒, 𝗦𝐄𝐑𝐄𝐌𝐎𝐒;; Neymar JR

𝟬𝟬𝟲. 𝗂𝗇𝗈𝗉𝗈𝗋𝗍𝗎𝗇𝗈

CAPÍTULO SEIS

   

    Estaba hecha un desastre, me dolía todo y sentía como me estaba muriendo lentamente. Era mi primer día con la regla y he de decir que es el peor, Andre daba vueltas por la habitación intentando buscar algo para que mi dolor se calmase.

  Entre ese sufrimiento que estaba sobrellevando y Andre sin parar quieto, me estaba poniendo muy nerviosa, ¿por qué demonios no se quedaba en un sitio? Al final le iba a lanzar algo a la cabeza.

  Además lo único que me estaba diciendo era que me tomara una pastilla y encontrara una buena postura, muchas gracias cariño, adoro tu apoyo incondicional pero las pastillas están abajo y no me puedo mover.

  Un teléfono empezó a sonar pero el mío no era, yo lo tenía al lado y no sonó en toda la tarde, me sentía querida por todo el mundo. Andre cogió el teléfono y se puso a hablar, parecía que iba a ser el único momento en el que se iba a quedar parado en un mismo sitio.

  Parecía frustrado y colgó rodando los ojos molesto, genial, ahora se venía una mala noticia que terminaría de arreglar mi mañana.

  — Lo siento Mia, me tengo que ir, me ha llamado mi madre porque mi abuela está en el hospital, en fin ya sabes — suspiró pesadamente y yo negué con la cabeza para que no se preocupara.

  Recogió sus cosas con velocidad y plantó un corto beso en mis labios antes de regalarme una sonrisa y salir disparado por la puerta. Ahora mismo en casa solamente estaba Neymar, Kylian había salido a comprar unas cuantas cosas porque la nevera estaba vacía.

  Hundí la cabeza en la almohada y gemí de dolor, era insoportable, si seguía así no conseguiría pasar ese día viva.

  La puerta sonó un par de veces y se abrió, vi al brasileño que se asomaba frunciendo el ceño curioso e intrigado.

  — Ey...te iba a preguntar si estás bien, pero es evidente que no — entró sin siquiera preguntar, pero no tenía sentido discutirle nada.

  — Pues no, estoy al borde de la muerte.

  — ¿Y eso a qué se debe? Estás sudando y tienes muy mala cara.

   — Me ha bajado la regla esta noche, apenas dormí vaya — me lleve las manos a la cara.

  El chico se sentó en el borde de mi cama y me observó por unos segundos. Vio que tenía una botella de agua sobre la mesilla así que la cogió para tendérmela.

  — Está ardiendo este agua, espera que voy a por agua fría, trata de sobrevivir en lo que me voy — se levantó y salió. No tardó mucho cuando volvió con una botella nueva y con una pastilla en la mano. —. Creo que estas son las pastillas que te tomas en estos casos, así que...te la traje.

  — Muchas gracias Ney — le regalé una sonrisa y me traté de sentar sobre la cama. Él me ayudó y me dio la pastilla y el agua. Me la tomé sin pensarlo dos veces y me volví a tumbar. —. Me duele muchísimo, te lo digo completamente enserio.

  No dijo nada, cogió su móvil y empezó a teclear un par de cosas, ¿y ahora que hacía?

  — Según Google, tomar manzanillas o tés es bueno, hacer ejercicio también y una bolsa con agua caliente acompañada de respiraciones profundas— me miró y se encogió de hombros. —. Pues venga, vamos a tomar manzanilla, a hacer deporte y a usar una bolsa de agua caliente mientras respiramos.