𝗙𝐔𝐈𝐌𝐎𝐒, 𝗦𝐄𝐑𝐄𝐌𝐎𝐒;; Neymar JR

026. derbi

CAPÍTULO NÚMERO VEINTISÉIS

ERA EL DÍA TAN ESPERADO desde hace una semana entera. Hoy se jugaba el derbi madrileño en el Santiago Bernabéu y aquí estaba yo, en segunda fila al lado del túnel del vestuario. Los jugadores del equipo blanco estaban calentando y quedaban escasos minutos para que el partido diera comienzo.

No tardaron mucho en volver a entrar para poder salir de forma oficial, estaba emocionada. A pesar de ir gracias a João me puse mi camiseta del Real Madrid, tenia la chaqueta negra que usaban para salir al campo y además la bufanda colgada en el cuello.

Mi madre estaba a mi lado sacándome fotos, le encantaba llenarse la galería con imágenes mías a pesar de que cuarenta de esas fotos fueran iguales. Miré a mi madre sonriendo y negando con la cabeza, una foto más.

— ¡Me encanta lo feliz que te veo aquí! — exclama mi madre guardando por fin su teléfono al ver como el partido estaba a punto de empezar.

— Como para no estarlo mamá, esto es lo que necesitaba desde hace mucho tiempo, lo extrañaba más que a nada en este mundo — mi sonrisa iba de oreja a oreja y tenía motivos para hacer ese recorrido.

Los jugadores empezaron a salir y a colocarse en fila preparándose así para saludarse. El estadio estaba repleto de blanco, pero por alguna parte podías ver a algún hincha del equipo rojiblanco.

El estadio comenzó a aplaudir cuando el sorteo se realizó. La zona en la que estábamos nosotras esta vez era la mitad del club al que veníamos a apoyar y sacarían los rivales.

El silbato sonó dando comienzo al partido y poniendo en movimiento el juego. Los colchoneros parecían haber salido con todo, durante el primer cuarto de hora tuvieron mayormente la posesión del balón pero eso se torció cuando en una contra el Real Madrid tuvo una ocasión clarísima que hizo levantarse al estadio entero.

— Creo que la primera parte se termina así ya, eh — dice mi madre y asiento dándole la razón.

— En la segunda parte saldrán los dos más fuertes y va a haber mucha más emoción de la que está habiendo — tampoco estaba segura de si eso era posible. Estaba habiendo ocasiones cada que se daba la oportunidad, atacaban ambos equipos y estaba muy reñido.

La tensión era notable y los nervios aumentaban por segundos, pero el silbato sonó finalizando así la segunda parte de este partido que estaba alterando a más de uno, incluyéndome.

— Voy a por algo de comer, ¿quieres algo? — me pregunta mi madre y yo le pido algo ligero, no tenía mucha hambre, los nervios muy fuerte o bien me quitaban el hambre o bien me hacían querer comer todo lo que se me cruzara.

— Estoy demasiado nerviosa como para comer, si trago algo probablemente lo vuelva a expulsar — mi madre y yo soltamos una carcajada. Se fue y tampoco tardó mucho en volver con algo de comida.

Llegó justo para que el partido continuara donde se había quedado. Esta vez sacaba nuestro equipo, con suerte marcarían pronto y me aliviarían un poco porque dentro de nada estaría hiperventilando. Amaba el fútbol pero causaba un efecto horrible en mí.

  Como si el universo me hubiera escuchado y me deseara lo peor, João chutó desde la línea del área para marcar un golazo por la escuadra. La afición colchonera saltaba y gritaba, yo solo me senté y vi como el portugués dirigía su mirada a donde yo estaba, me limité a rodar los ojos y negar con la cabeza.

  El partido aún no terminaba y el Real Madrid parecía haber tomado esto como un aviso, les sirvió de escarmiento para darse cuenta de que estaban jugando un partido que a pesar de ser otro más de liga, era un derbi.