030. tomame y no sueltes

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no me olvides - la mafia del amor
me han dicho que el amor solo es para el que lo merece y le estoy pidiendo a Dios para que todo esto se arregle.

  CONFUNDIDA Y CON MI CEÑO fruncido vi como Neymar entraba a casa con alguien con quien jamás pensé verle de nuevo. Sus dedos estaban entrelazados con los de la mismísima Bruna Biancardi. Miré a Kylian que simplemente les miraba con desaprobación y disgusto a la vez.

Con esto miles de piezas de puzzle se fueron uniendo y encajando entre sí, los mensajes que le había mandado a Neymar no habían sido contestados porque estaba muy ocupado atendiendo a la persona que hacía de su acompañante.

  Pero como si eso no fuera suficiente Ari entró poco después detrás de ellos entre risas con Bruna. Mi boca se abrió por la sorpresa y Kylian me dio un apretón en la pierna.

  — Hola chicos, no os esperaba tan pronto — hablo el francés llamando su atención y ellos miraron al sofá que era donde ambos estábamos sentados. El silencio reinó y era un silencio tenso.

  — ¿Mia? ¿Qué haces aquí? — pregunta el moreno soltando la mano de su novia y dando unos cuantos pasos hacia el lugar en el que nos encontrábamos.

  — Te recuerdo que vivo con Ky, eres tú quien se pasea por aquí siempre que tiene la oportunidad — me cruzo de brazos y suelto una risilla graciosa, sin ganas de discutir.

  — No sabíamos que venías — me levanto y asiento con la cabeza mirando a Bruna.

  — Ya lo veo — metí mis manos en los bolsillos traseros de mis vaqueros y relamí mis labios —. Buenas tardes Bruna.

  Ella sonrió a boca cerrada y me hizo un gesto con la cabeza algo tímida —. Hola, Mia.

  Ari suspiro y se dirigió a la cocina sin siquiera pronunciar palabra, no saludó con un gesto apenas. Yo miré la parte por la que se había ido y poco después volví mi vista a Neymar y Bruna.

  — Yo creo que mejor me voy, hace mucho que no estáis todos y ya sé que solíais estarlo — dice Bruna volviendo a la puerta por la que había entrado hace nada y menos.

  — No tienes porque irte Bruna, has venido con Neymar — señalo al brasileño con la mano y ella niega con la cabeza.

  No hizo caso a mis palabras porque la casa la abandonó de todas formas. Cuando la puerta se cerró mis ojos recorrieron a Neymar de arriba a abajo y le sonreí de lado.

  — ¿Qué tal? — pregunto y él traga grueso acercándose a mí.

  — Oye Mia, te debo una explicación...ya sabes, por no contestar — yo negué con la cabeza y me reí con disimulo.

  — Volviste con Bruna, esa es toda la explicación que hay — su mano pasó por su pelo y lo removió, despeinándose así.

  — No volvimos, tan solo estamos hablando de nuevo, jamas volvería a estar con ella y menos aún después de eso — alzó sus cejas para que le entendiera —. No sé por quién me tomas.

  — Por quien eres.

  — Yo creo que mejor os dejo hablando solos, que tenéis mucho de lo que hablar — Kylian interrumpe la conversación y Neymar niega dejándole donde estaba.

  — Mia y yo podemos subir, ¿cierto? — me encogí de hombros y asentí con la cabeza para no hacer que mi amigo estuviera moviéndose de un lado a otro.

  Tal y como dijimos, hicimos. Comenzamos a subir las escaleras y no fue hasta entonces que me di cuenta de lo nerviosa que estaba, o al menos de lo nerviosa que me estaba poniendo por momentos. Iba a tener una conversación seria con este chico después de tanto tiempo.

  La última vez que hablamos no fue nada formal ni mucho menos, eran todo risas y cachondeos sin parar. Ojalá volver a eso.

  Abrí la puerta de mi habitación y le dejé pasar cosa que agradeció con una pequeña sonrisa. Cuando los dos estuvimos dentro, cerré la puerta y caminé hasta la cama. En esta me senté y di dos palmadas a mi lado para que fuera ahí donde el chico se sentara.

  — Genial, hablemos — él suspiro y levantó su vista a la mía. Los tonos rojizos y anaranjados que habían pintado el cielo estaban dándole de lleno en el rostro e iluminaban sus ojos. Tenían un brillo que no había visto antes, un semblante serio pero lleno de emociones.

  — Te he echado mucho de menos Mia — no era capaz de ser dura con él ya. Sabía que estaba siendo todo lo sincero que su ser le permitía, sus ojos deslumbraban verdad y es por eso que mi corazón se ablando y le permitió asentarse en él—. No sé qué demonios ha sucedido, tampoco tengo una explicación clara, pero no puedo parar de pensar en todo.

  — Quiero que te expliques, que te expreses con libertad que para eso hemos subido solos — su mano tomó la mía y una suave caricia estremeció mi cuerpo entero.

  — Desde que me besaste he estado más confundido que nunca — mordí mi labio inferior con nervios y le pedí que prosiguiera moviendo mi cabeza — Tenía la necesidad de volver a hacerlo, volver a besarte y dejarnos llevar. Yo puedo tratar como un gilipollas, pero tú sabes que cuando siento lo hago bien.

  Me tragué los sentimientos que estaban revoloteando por mi estómago y estuve a punto de vomitar —. Si eso era lo que estabas sintiendo, ¿por qué ignoraste mis mensajes? No solo tú...

  — Fui en busca de ayuda y como siempre estás con Ari pensé que sería una buena idea, pero al parecer tú nunca le decías nada fuera de lo común de mí — hizo una pequeña pausa para tomar aire —. Volver a hablar con la persona con la que tan fuerte había sentido era algo que me ayudaría, pensé que Bruna podría aconsejarme.

  » Mi única idea en el momento fue ignorar tus mensajes pensando que eso cambiaría mi idea de ti. En mi cabeza era algo lógico, si no hablaba contigo, no pensaba en ti. Pero no es así sabes.

  — ¿No pensaste en que yo me podía sentir mal al ver que me ignorabais? — pregunté con una presión en el pecho — Además eso no justifica nada, mucho menos lo de Ari.

  — Sé que no justifica nada, esto no es algo para excusarme sino más bien una explicación y una disculpa; porque realmente siento haber hecho, jamás pensé en que ignorarte podía tener consecuencias — apretó con suavidad mi mano que había cogido al comienzo — Ari dejó de escribirte porque yo se lo pedí, ella quería contarte sobre lo de Bruna. Además ella después empezó a salir con Bruna porque finalmente se llevaron bien, pero no solo te dejó de contestar a ti sino a todos. No es que la tenga tomada contigo.

  — Es surrealista que hayas hecho todo esto por sentir algo por un simple beso, agradezco al menos que hayas tenido el valor de venir y pedir perdón — sonreí levemente a boca cerrada.

  — Mia joder, no es un simple beso — soltó mi mano para llevarse la suya al rostro y frotarlo con frustración —. Me tienes mal, fatal, no sé qué cojones hacer. Si es que te veo y lo único en lo que pienso es en volver a hacerlo, por mucho que me quiera engañar diciendo que si no te hago caso voy a dejar estos sentimientos sé que es mentira.

  No podría culparle porque yo sentía igual. Le tenía enfrente y en mi interior algo se removía, mis pupilas se dilataban, era inevitable sonreír con verle.

  Con sus dedos tomó uno de mis mechones de pelo y lo colocó justo detrás de mi oreja sujetándolo con la misma.

  — Si es que te estoy viendo ahora y lo único en lo que puedo pensar es en besarte como hiciste aquel día — no podría seguir mucho más así.

  — Hazlo pues.

  Una pequeña sonrisa se formó en sus labios antes de estamparlos con los míos. Nos fundimos en un lento beso, sus labios se movían en sintonía con los míos. Me subí a su regazo por mayor comodidad y puse mis manos en su nuca, mientras que el llevo las suyas a mi cintura y me pegó lo más que pudo a él haciendo que el poco especio que había quedado desapareciera.

  La falta de oxígeno hizo que nos separásemos un poco pero nuestras frentes se mantenían unidas. Vi su boca curvarse hacia arriba.

  — Yo te odiaba, Mia Fedez.

— Yo lo sigo haciendo, te odio por hacerme sentir lo que siento — y dicho esto volví a plantar mis labios en los suyos.

𝗙𝐔𝐈𝐌𝐎𝐒, 𝗦𝐄𝐑𝐄𝐌𝐎𝐒;; Neymar JRDonde viven las historias. Descúbrelo ahora