𝟬𝟬𝟳. 𝖿𝗂𝖾𝗌𝗍𝖺𝗌

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CAPÍTULO SIETE

 

  Ari estaba en mi habitación, más concretamente enfrente del espejo maquillándose. Íbamos a ir con los chicos a una fiesta así que la invité a que viniera para prepararnos juntas, nos habíamos llevado muy bien.

  — Te lo digo completamente enserio, no tengo ni idea de que ponerme — me tiré frustrada en un puf y bufé.

  — Tienes un montón de ropa en el armario, ¿me vas a decir que no encuentras nada? — dejó de pintarse los labios para mirarme alzando las cejas.

  — No puedo hacer nada, no he empezado a vestirme y salimos en media hora.

  Ari cerró el pintalabios cuando terminó, se había puesto un rojo muy fuerte, y se acercó a mi armario. Empezó a rebuscar entre todas las prendas que habían.

  Vi como dejó sobre mi cama un top de encaje blanco y una falda corta de tubo negra, me busco unos zapatos, pero le pare las manos antes de que sacara algo. Iba a ir con unas zapatillas deportivas, las blancas de siempre.

  — ¿No crees que es muy arriesgado? — le pregunté sin estar del todo convencida, o sea, me gustaba mucho pero no estaba segura de si llevar eso.

  — O te lo pones o te lo pongo...por muy mal que suene eso.

  Ambas soltamos una carcajada, decidí hacer caso y ponerme eso, me quedaba bien. Me puse una sudadera en lo que me iba a maquillar y arreglar el pelo, tenía fresco.

Me puse enfrente del espejo donde estaba antes Ari, que ya se había sentado, y me puse un poco de rímel, corrector y gloss.

Para el pelo no iba a hacer nada especial, iba a planchármelo bien y me lo dejaría suelto, de todas formas me llevaría una goma en la muñeca por si después quería recogerme el pelo.

Espere a que la plancha se calentara mientras bailaba frente al espejo. Ari había puesto el altavoz con algo de música, así que estaba más motivada que nunca. Empecé a plancharme el pelo que por suerte, al ser ya liso de por si, conseguí rápido el resultado que quería.

Me quité la sudadera y me puse las zapatillas blancas, me miré una vez más al espejo y dirigí mi mirada a Ari buscando aprobación por su parte. Me sentía bien, me sentía preciosa.

— Bajemos pues.

Abrí la puerta dejando que pase primero la gallega, yo pasé después de ella para cerrar la puerta.

Ari iba vestida con un vestido lila, tenía unos cordones a los laterales para reducir o aumentar el largo, su calzado era el mismo que el mío. Ella llevaba un bolso negro y yo en cambio uno blanco.

Llegamos abajo y vimos a Kylian y a Neymar sentados en el sofá hablando entre ellos, suponía que nos llevaban esperando un buen rato.

— Hasta que bajáis — habló el francés haciendo que su amigo se de la vuelta.

— Es que por aquí hay una persona que tardo más en elegir qué ponerse que yo en alistarme completa — me miró y yo levanté mis brazos.

— La espera ha valido la pena — dijo el francés tomando de la mano a la chica y dándole una vuelta con una sonrisa plasmada en el rostro.

𝗙𝐔𝐈𝐌𝐎𝐒, 𝗦𝐄𝐑𝐄𝐌𝐎𝐒;; Neymar JRDonde viven las historias. Descúbrelo ahora