028. joeux noel

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CAPÍTULO NÚMERO VEINTIOCHO




EL TIMBRE SONÓ y yo confundida pausé la serie que estaba viendo, no esperaba la visita de nadie. Me cerré la bata con su respectivo cordón y me dirigí a la puerta, cuando la abrí la galleta que llevaba en la mano se me cayó al suelo. Me quedé boquiabierta.

— ¡Joyeux Noël! — me lancé a los brazos de Kylian a abrazarle lo más fuerte que pude hundiendo a la vez mi cabeza en su pecho. Él acarició mi cabeza y plantó un beso en mi frente.

— No sabes hace cuanto quería hacer esto — él soltó una risilla y cuando me solté de Ky le hice pasar con su maleta.

— Yo siempre cumplo mi palabra, ya lo sabes, sólo podré estar aquí hasta el día uno, pero algo es algo — se encoge de hombros y yo asiento rápidamente.

Era la primera vez que el francés venía a mi casa aquí en Madrid, así que me hice un gesto de que me siguiera y le dirigí a la habitación en la que podría quedarse estos días. Iban a ser cinco días, pero cinco días que esperaba que disfrutase al máximo.

Le ayudé a que se instalara y dejase su ropa bien ordenada para que cuando tuviera que recoger no perdiese nada.

— ¿Qué tal el viaje? — preguntó y él infla sus mejillas.

— Realmente tendría que haber llegado hace una hora, pero el avión salió con retraso, aparte de eso bien — alcé las cejas y ladeé la cabeza.

  — Lo importante es que estás aquí — sonreímos los dos y el francés asiente un par de veces.

  — Quiero que me lleves al centro, desde que fuiste con Mina y me lo contaste me muero de ganas de ver cómo es aquí el tener luces — solté una carcajada limpia, amaba ir al centro así que no tendría inconveniente alguno en ir.

  — Hoy si estás muy cansado nos quedamos...— mis palabras fueron interrumpidas por las de él.

  — Me vas a sacar de casa quieras o no, no me importa lo que digas — levanté las manos.

  — Lo que el señor mande.

  Terminamos por fin de guardar las cosas, no era mucho porque él sabía que solo iba a estar durante cinco días aquí. Esto me hizo pensar en que tan solo me quedaba un mes aquí y ese mes debía estar trabajando a partir del día quince.

  Echaría de menos todo lo que hay por aquí, los paseos sin rumbo alguno por el centro, los desayunos espontáneos en mi cafetería preferida, el idioma incluso. Principalmente a João y a Mina, con la que había hecho muy buenas migas ya, no estaba preparada para perderles de vista.

  — ¿Mia? — una vez más había una lágrima al borde de salir — Mira, mejor nos quedamos en casa viendo una película o algo, ¿sí?

  — ¿Por qué no mejor me cuentas lo que sucedió con Neymar y Ari? — formulo la pregunta recordando que me dijo que cuando viniera hablaríamos de ellos.

  Me tiro en el sofá y él imita mi acción, se mordió el labio inferior pensativo y volvió su vista a la mía. Sus mejillas se llenaron de aire que fue expulsado lentamente haciendo un pequeño ruido.

  — No sé si es buena idea hablar de eso ahora — rodé los ojos y me crucé de brazos para que se diera cuenta de mi molestia —. O sea, lo mejor será que cuando vuelvas hables tú con ellos o al menos lo intentes.

— No puedo dialogar si hay una de las dos personas que no quieren — pauso unos segundos —. Eso me lo enseñaste tú y lo sabes.

— No siempre tienes que tomarte tan enserio las cosas que te digo, no todas ellas son útiles en todos los momentos. Siempre tiene que haber alguien que batalle por hablar porque sino habrá silencio por ambas partes — alzo sus cejas y yo me mordí el labio superior para después hacer una mala cara, algo parecida a la una mueca.

— Hablaré con ellos en ese caso, supongo que seguirán en tu casa — hablo más bien con cierto tono de cuestión, pero sin ser del todo una pregunta.

— Ari igual que siempre va y viene pero, ¿ves a Neymar con cara de irse alguna vez? Pues claro que siguen allí — suelta una risilla y le doy un golpe en el hombro.

— Tal vez no.

— Tampoco ha pasado tanto tiempo desde que te fuiste...en verdad, hace un mes ya — habla cuando se pone a pensar y yo también me paro una vez más, había estado ya un mes en Madrid y a penas me había percatado de ello.

— Bastante es ya — un teléfono empieza a sonar y es el mío, veo la pantalla y una pequeña sonrisa se forma en mi rostro.

— Cógelo que no molesto — yo le miro y después vuelvo mi vista al teléfono para deslizar hacia un lado y contestar a la llamada.

— ¡Miaaaa! ¡Feliz Natal! — veo a Hugo, el hermano de João en la pantalla y sonrío ampliamente.

Me dê isso... — veo a mi amigo forcejear con su hermano para que le devuelva el móvil y cuando por fin lo tiene entre sus manos saluda con la mano —. Hola guapa, ¿cómo va todo?

Giro el teléfono para que Kylian aparezca en cámara —. Genial, ha venido a visitarme este ser.

— ¡Gracias, eh! — el francés niega riendo y después saluda a João.

— Me alegro, así no te aburres durante mi ausencia y le paso mi pesada carga de aguantarte a otra persona — los tres nos reímos y a pesar de que en ese momento resultaba algo gracioso, no lo era en absoluto que estuviera fuera y no aquí.

— Yo me alegro de no tener que estar soportándote a ti y a tus quejas de octogenario — João era como yo, siempre se quejaba de algún dolor y era yo quien pagaba eso.

— Oh, que agradable eres tú como siempre — me saca su dedo corazón y yo le saco la lengua, era impresionante lo inmaduros que podíamos ser el uno con el otro — Bueno reina, yo te llamaba para ver qué tal todo, te dejo que estés con Kylian.

Me despedí con la mano de él y como buen intruso el francés también entró en la cámara para despedirse del portugués que entre risas colgó la llamada.










































miriam writes!
bueno pues para que tengáis algo para enteteneros.

ahora que ya llevo casi 30 capítulos me gustaría que dejarais una opinión sobre la historia, críticas constructivas, etc etc, os leo!

𝗙𝐔𝐈𝐌𝐎𝐒, 𝗦𝐄𝐑𝐄𝐌𝐎𝐒;; Neymar JRDonde viven las historias. Descúbrelo ahora