A veces me venían recuerdos de la infancia que me hacían ponerme triste, me entristecía.
Luego recuerdo la adolescencia, le da un poco más de color a mis recuerdos.
El primer beso.
El primer cigarro.
La primera fiesta.
La primera vez con la persona que te gusta.
Pero luego... viene aquel tormentoso día donde toda la vida mía cambio y caí en la perdición.
Recuerdo que le jodí la vida a mi madre, y no fue justo por qué no era culpa de ella sino mía.
Ahora estábamos en una carretera, conduciendo y venía un bus atropellandome, ese autobús traspasaba todo mi cuerpo y moría.
Despertaba de aquel sueño tan tortuoso, tan agonizante y estaba sudando, tenía la frente sudando, las manos me sudaban.
Me sentaba en la cama fijándome que ahí estaba Alexa tumbada en la cama durmiendo, desnuda, y destapada.
Me alivie por qué tenía a alguien conmigo, aunque fuera solo para follar, pero ahí estaba.
Ella repentinamente comenzó a respetar al notar el tacto de mi mano en su cuerpo, abriendo sus ojos despacio, y se quedó confusa al verme despierto.
Alexa frunció su ceño, parecía estar preocupada al verme despierto, y colocó mi mano sobre mi torso desnudo.
-¿Que te ha pasado?-susurró, en medio de un bostezo liguero y negaba contemplando su rostro pálido.-
-He tenido una pesadilla.-
-Vaya..-
Se me quedaba mirando con pena, mientras me acariciaba el cuerpo.
-¿Quieres que te prepare una taza caliente de leche?-
-No, pero gracias.-
Ella asintió cerrando sus ojos y me señalaba la cama para qué me volviera a tumbar.
Me tumbé a su lado lentamente, contemplando su precioso rostro y ella sonreía aunque mantenía los ojos cerrados.
Se pegó su cabeza a mi pecho, mantenía mis ojos abiertos, recordando a mi madre, recordando aquella pesadilla.
Alexa servía para algo más que follar.
Lo más lógico es que te follen, y te ignoren.
Pero Alexa me folla, se queda, me da cariño.
¿Que era esto?
No nos conocemos de mucho, apenas nos conocemos, sabemos lo básico de cada uno.
Y me gusta mucho Alexa en la cama, me gusta muchísimo como dije, pero tampoco puedo permitirme en mirar más allá que su físico, no puedo permitirme mirar su alma, o algo más sentimental aunque ella se muestre así.
Mañana trabajas, Christopher, descansa.
*****
Me encontraba en el trabajo, limpiando el suelo con la fregona.
Una mujer mayor había rotado unas botellas de cristal que contenía leche.
Subía la mirada al darme cuenta que Cassie había pasado por mi lado, y dije su nombre para captar su atención.
Ella se giraba de repente al escuchar su nombre.
Parecía sorprendida al escucharme pero su expresión se le fue a los segundos, parecía más seria de lo normal.
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Lo que siento por ti es amor
RomanceDos jóvenes llamado Christopher (23) y Alexa (22) se conocen de forma normal pero desarrollan una relación de una manera extraña. A medida de que su relación se va avanzando, uno de los dos va generando sentimientos que nunca había experimentado, y...