El verano realmente no me gustaba por qué fue en la estación que nací y no me gustaba mi cumpleaños.
Pero, había tomado dos semanas de vacaciones, y es ahí donde me encontraba con Alexa.
Tumbado boca abajo en la toalla, en la playa, tomando el sol mientras que Alexa estaba sentada en su toalla y me echaba crema, parecía estar dibujando algo en mi espalda mientras se reía con diversión.
Tenía mis ojos cerrados por el sol, molesto, pero me sentía a la vez bien por la brisa que sentía.
-¿Que estás haciendo, Alexa?-
-Pues.. te estoy dibujando un corazón.-
Solté una risa leve por lo que dijo.
-Se me quedará la marca.-
Alexa extendió su mano a mi espalda para quitar el dibujo y me volvía a reír.
-Pero no me molestaba.-
Ella sonreía levemente sin darle importancia y luego se tumbó boca arriba colocándose mejor sus gafas de sol.
-Gracias a que mi hermana es mi jefa sino.. no hubiera tenido vacaciones.-
-¿Te ha dicho algo sobre lo nuestro?-
-No me dijo nada pero tampoco se puso contenta saber que hemos vuelto.-
Suspiraba, y decidí girarme mientras me sentaba en la toalla mirando el mar.
-Entiendo que esté molesta por lo que te hice aquella anoche..-
Pero Alexa me interrumpió.
-Nosotros hemos vuelto y es lo que importa, amor.-dijo mientras se quitaba las gafas de solo para mirarme.- Lo que opine mi hermana no me importa, solo somos nosotros.-
Desvíe mi mirada a ella sonriente por lo que dijo, al igual que ella a mí y me inclinaba a sus labios para darle un beso.
Me sentía bien por estas vacaciones.
Habíamos viajado al sur, dónde hacía mucha más calor que donde vivíamos, el ambiente es más alegre, la gente es muy sociable.
Nos fuimos a un hotel de calidad, frente a la playa, que por las noches hacían fiestas allí.
Y la gente aquí nunca dormía, lo cuál no me disgustaba, estábamos de vacaciones y me gustaba disfrutar.
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Nos fuimos a cenar una variedad de mariscos, y luego a un pub abierto a la playa donde servían cocktail veraniegos.
Decidimos llevarlos en vasos de plásticos mientras andábamos por la playa y veíamos a gente en las hamacas, y en camas blancas con pequeñas carpas por encima junto a una mesa de DJ que pinchaban techno o reguetón.
A cada diez metros había cada distinto pub sobre la playa.
Ahora mismo me sentía un gringo fuera de mi hábitat aunque estábamos en el mismo país pero aquí había mucha gente latinoamericana y me gustaba disfrutar de otras culturas.
Tenía Alexa rodeada de los hombros mientras que ella señalaba una fogata de fuego y había una pareja de profesionales bailando samba sobre la arena, había gente alrededor y nos acercábamos para ver aquel espectáculo.
Creo que eran brasileños, por su color de piel, y sus rasgos físicos.
Aquella chica de grandes caderas con pelo negro y largo con ojos negros, junto a un chico moreno alto, muy musculado con trenzas al pelo.
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Lo que siento por ti es amor
RomanceDos jóvenes llamado Christopher (23) y Alexa (22) se conocen de forma normal pero desarrollan una relación de una manera extraña. A medida de que su relación se va avanzando, uno de los dos va generando sentimientos que nunca había experimentado, y...