Capítulo 8

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Despertaba de una pesadilla nuevamente que había tenido, pero lo más curioso es que me había quedado dormido en la bañera.

Estaba en la bañera metido, llena de agua caliente y me miraba a mi mismo, respirando hondo.

Alexa entró de golpe al escuchar de gritar y se me quedó mirando con preocupación por ello, ella se agachó a mí tocando mi rostro y toque su mano, sintiéndome más tranquilo.

-¿Estás bien?-

Asentí sintiéndome mejor por su presencia.

-Solo fue una pesadilla.-

-Otra pesadilla.. veo que sueles tener muchas.-

-Si, será por el estrés del trabajo.-

Solté su mano de la suya pero ella dejaba mi mano por mi rostro pasando por mi cabello, me sentía relajado por sus acaricias.

-¿Y que pesadillas sueles tener?-

-Son pesadillas.. con mi madre, pero bueno, son pesadillas.-

-Tu madre..-lo dijo en un tono de misterio mientras me miraba con atención.- ¿Por qué tu madre no te llama? ¿O no viene a verte?-

Sabía, lo sabía que algún momento llegaría la ronda de preguntas.

-Si me llama, a veces, y como ya te dije mi madre vive en otra parte.-

-Si pero podría venir a visitarte o tu a ella, y en el tiempo que llevamos viéndonos no la has mencionado ni una vez.-

-Cada uno hace su vida, Alexa.-dije molesto por su insistencia al indagar de mi vida personal.-

Alexa retiraba su mano de mi cabello por la forma en la que le hablé y se agarraba al filo de la bañera al estar agachada.

-¿Y tu padre? Tampoco me has hablado de él.-

Comencé a negar por qué Alexa es muy persistente para lo que quiere y miraba al frente, no quería mirarla.

-¿Podemos dejar de hablar de mi familia?-

Ella parecía molestarse por mi respuesta, se levantó del suelo porque estaba agachada y se salía del baño, dejándome solo, en la bañera.

Suspiré tocando mi nariz por su enojo y pasaba mi pelo por mi cabello, colocándolo hacia atrás.

No entiendo por qué tenía esa obsesión de saber mi vida, si yo quería le contaría, pero no me salía de mi contarle nada, no me apetecía.

<< ... >>

Me había secado mi cuerpo entero, y me había puesto un vaquero de tiro bajo de color azul claro.

Andaba por la casa hasta que entraba a la cocina.

Alexa estaba de espaldas, tomándose una taza, seguramente sería de café por el aroma que entraba por mi nariz.

Ella se giraba lentamente al notar mi presencia, sostenía la taza de forma curiosa y se me quedaba mirando con sus ojos verdes.

Me acercaba a ella lentamente, suspirando levemente y colocaba mis manos a sus caderas, deposite un beso cariño a su mejilla.

-Lo siento por haberte hablado de esa forma.-susurré, después de darle aquel pequeño beso en su cara y me quedaba mirándola.-

Alexa suspiró por lo que le dije y dejaba la taza sobre la encimera, aunque no se apartaba de mi.

-Es que solo quiero conocerte más, y tal vez la que se está apresurando soy yo.-

Lo que siento por ti es amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora