Alexa.
A si se llama de la chica que me había enamorado.
Fue un día que salí de fiesta, y nuestras miradas se cruzaron.
No se por que pero ahí sentí que su mirada, que ella era especial, no me equivoqué.
Me quedaba mirando como ella dormía, desnuda en mi cama, pasaba un dedo por su frío rostro mientras admiraba su belleza.
No sabía que podía pasarme a mí, pero me ocurrió.
Me enamoré.
Me enamoré de su sonrisa, de su voz, de sus ojos..
Me enamoré de su forma de ser, de su gran carácter, de lo divertida, de como me cuida.
Alexa es diferente a todas con la que he estado, no hay comparación a ninguna de las que me he follado, las anteriores eran básicas, ella es especial.
Dejé un beso en su hombro mientras que la dejaba dormir y me levantaba de la cama para ir al baño.
Entraba al servicio, me colocaba frente al váter y bajaba mi boxer para hacer pis.
Cuando hacía pis dentro del váter, me volvía a subir al bóxer y me dirigía a la cocina para tomarme un vaso de agua.
Me apoye a la encimera mientras que estaba tomando un vaso de agua y empecé a escuchar el móvil de repente.
Dejaba el vaso sobre la encimera, y me dirigía a paso acelerado al salón, no quería que Alexa despertará.
Cuando cogía el móvil, tomaba la llamada de repente y desviaba la mirada a otra parte.
-¿Quién es a estas horas?-
-Soy tu tío.-
Otra vez no, pensé.
Tocaba mi nariz en gesto de nerviosismo por ello.
-¿Que ocurre?-
Escuché a mi tío de suspirar profundamente.
-Tu madre está en el hospital.-
-¿Que?-pregunté alargando la pregunta mientras dejaba el ceño fruncido y miraba al suelo.- ¿Que le ha pasado?-
-Tu madre estaba sufriendo de pulmonía últimamente, no estaba bien.-
-¿Pero ella está ingresada?-
-Si, te he llamado desde el hospital, pero no se encuentra bien Christopher, más te vale que vengas pronto.-
-C-claro que iré pronto, le pediré a mi jefe unos días.-
-Esta bien, hasta luego sobrino.-
Me despedía de él con un nudo en la garganta y dejaba el móvil sobre la mesa sintiéndome fatal.
Me sentaba en el sofá lentamente pasando una mano por mi rostro, me sentía agobiado y me sentía perdido.
Estuve un rato solo, sentando, sin moverme de aquella compostura hasta que subí la mirada por qué Alexa estaba en el salón.
Solo tenía puesto el tanga, pero me miraba con preocupación y yo la miraba a ella entristecido.
-¿Has vuelto a tener una pesadilla?-
Me aguantaba las ganas de llorar, tenía que ser fuerte frente a ella, no quería contarle sobre mi madre.
Asentí desviando mi mirada y colocaba una mano sobre mi rostro.
Ella andaba lentamente hasta ponerse de rodillas en frente de mi y colocaba una mano sobre mi pierna.
-Estoy aquí, ¿vale? No tengas miedo.-
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Lo que siento por ti es amor
RomanceDos jóvenes llamado Christopher (23) y Alexa (22) se conocen de forma normal pero desarrollan una relación de una manera extraña. A medida de que su relación se va avanzando, uno de los dos va generando sentimientos que nunca había experimentado, y...