Llego a casa cerca de las tres de la madrugada, ha sido una noche tan mágica que no soy capaz de explicar. Tengo una sensación extraña que me llena de una manera profunda, siento una conexión almática, y no sé si eso exista, pero yo la siento.
Como no logro conciliar el sueño, busco en mi celular algo sobre Agustín, hoy ha tenido una buena cantidad de recuerdos y eso puede deberse a varias cosas según lo que leí en estos días en uno de los libros de la abuela. Puede ser que al fin esté recordando porque el impacto de la tragedia que vivió se está difuminando al fin, o quizá se ha relajado un poco y eso le permite estirar recuerdos sin la presión de encontrar una salida. A lo mejor es solo que su espíritu se está preparando para cruzar y por eso comienza a tener mayor claridad... Sea lo que sea me dispongo a buscar información en internet. Su nombre y el de su tío es todo lo que tengo, pero sigue sin salir nada.
Me quedo dormida con la sensación de paz que me arropó cuando juntó su palma a la mía y por la noche sueño con la abuela.
Estoy en un campo lleno de flores que ella está podando.
—Abuela, ¿cómo estás?
—Bien, Sofy, muy bien. ¿Tú?
—Bien, abuela, pero me tienes que ayudar... hay un espíritu que está confundido... le dijeron que tiene un tiempo... no sé qué hacer, recuerda muy poco, no sabemos qué es lo que tiene que hacer...
Mi abuela sonríe y tarda en responder.
—Todas las respuestas llegan a su tiempo, Sofy...
—Abuela, ¿no puedes ser un poco más explícita esta vez? Has querido que me encargara de este don desde siempre y ahora no me dices nada... —me quejo.
—Yo te he dicho todo lo que debía decirte, el resto del camino lo debes hacer tú...
—Pero tú tienes más experiencia, siempre has ayudad a las almas a cruzar, yo apenas recuerdo algunas cosas que me has dicho... ¿Cómo voy a ayudarlo?
—El alma no se olvida de las cosas que de verdad importan... tus preguntas y las suyas hallarán sus respectivas respuestas cuando sea el momento.
—No lo comprendes, él tiene el tiempo contado, abuela.
—El tiempo es un gran misterio —responde y luego sonríe.
Su imagen se aleja de mi mente y aunque la llamo solo puedo oír el suave sonido de su sonrisa.
Despierto de golpe y me siento. Es domingo y no sé qué hora es, he dormido mucho.
—Buenos días...
—¿Qué haces aquí? —inquiero y me tallo los ojos—. ¿Qué pasó con la regla de no entrar a la habitación?
—Pues... hoy tengo ganas de romper algunas reglas. Levántate, tenemos que salir.
Como este es un cap muy cortito, les subo otro :)
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INTANGIBLE
RomanceSofía tiene un don heredado de su abuela, puede ver a los espíritus de las personas fallecidas y comunicarse con ellos. Es médium, pero odia serlo, por lo que ha ignorado esa parte de tu vida y finge vivir una vida normal. Agustín está en un sitio...