Capítulo 6: La venganza

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⚠️️Nota: pueden aparecer palabras o escenas que afecten la sensibilidad de determinadas personas. Pero tranquilos que no es nada muy gráfico (todavía 😅🤫). Ahora si, no molesto más, a lo suyo😘

Lucía

Salgo de la cocina como alma que lleva el Diablo y y voy rápidamente a mi cuarto en cuanto llego a la casa, evitando así que papá haga preguntas incómodas.

¿Pero qué demonios acaba de pasar? Lo he abrazado como si fuera un maldito salvavidas mientras se hundía el Titanic, y lo peor de todo es que me ha gustado. Tener mi cabeza presionada contra su pecho, su olor a menta y a pino por todas partes ha sido delicioso. Cuando comenzó a pasar sus manos por mi espalda me fuí a otro mundo, creo que me dió un ataque cardíaco al sentir la delicadeza de sus dedos bajar por mi columna vertebral.

Dejo escapar un suspiro profundo y me lanzo de espaldas en mi cama. Ay Dios, qué estás haciendo conmigo demonio.

🍭🍭🍭🍭🍭🍭🍭

Al llegar al insti veo a Selene en las taquillas recogiendo unos libros y me acerco para saludarla.

–Holaaa loquilla ¿Qué me cuentas?–
Se voltea con una enorme sonrisa y me abraza fuerte.

–¿Pero y eso a qué ha venido?– le digo sorprendida.

–Nada, estoy feliz de que seas mi amiga y de que hayas puesto a esos idiotas en su lugar sin importar las consecuencias.–

Consecuencias, esa palabra sigue dando vueltas en mi cabeza. Cierto que no me arrepiento de lo que hice ayer, “sobre todo en la noche”, cáyate conciencia, sin embargo tengo un poco de miedo por lo que Aiden va a hacer, porque de lo que si tengo total seguridad es que no se va a quedar como si nada.

Anoche no fue tan cabronazo, casi puedo decir que fue tierno, sobre todo lo que me dijo de: Puedes quedártelo, no me importa. No sé por qué tengo la sensación de haber escuchado esas palabras antes.

La gente a nuestro alrededor comienza a murmurar y reírse bajito, por un momento tengo miedo de que Aiden haya regado algún chisme sobre mi para vengarse, sin embargo, al girarme puedo apreciar que todos están burlándose del chico que empujó ayer a Lancaster, el pobre muchacho solo baja la cabeza, aprieta los puños y continúa su camino.

–¿Qué es lo que pasa?– pregunto a Selene.

–Seguro no te has enterado, es la comidilla de toda la escuela. Ese es Andrew Remington– señala con la cabeza.  –Hace dos días se regó por todo el insti que Remington le había roto el brazo a Gabriel Renaldi para ocupar su lugar en el partido de fútbol de la próxima semana, aunque nadie le vió hacerlo. El punto es que Aiden se enteró y bueno, cuando te metes con uno de ellos te metes con todos, así que ese mismo día en la tarde “alguien”– hace el gesto de comillas con las manos– subió fotos al grupo de WhatsApp de la escuela en las que se veía a Remington en una situación bastante amm... incómoda, por así decirlo.–

Hago un gesto de duda, ella se sonroja y murmura: –Fotos suyas, teniendo sexo, con otro chico–

Mi boca se queda en forma de O por la impresión.

–Pero que cabrón, cómo se atreve a poner fotos íntimas de alguien en un lugar tan público. Ese tío es un imbécil ¿No piensan expulsarlo?– le pregunto indignada.

–No, estás loca, es Aiden Lancaster, nadie se mete con gente como él. La directora es la hermana de su padre, o sea su tía y además, las fotos desaparecieron al otro día, como traían una advertencia de que no las guardaran y nadie se atreve a desafiarlo ya no hay pruebas que demuestren su culpablilidad–

¿Y qué si te desafío?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora