Capítulo 5: Encuentros nocturnos

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⚠️Nota: puede que determinadas expresiones afectan la sensibilidad de algunas personas. Pero la verdad, no hay nada del otro mundo. 😅😉⚠️

Aiden

Me ha pegado, esto es increíble, la pequeña peleona me ha pegado delante de todo el puto instituto y yo no puedo parar de reírme desde que salió por la puerta ¿Pero qué carajos me pasa?

Todos me miran como si estuviera loco y debo estarlo porque en estos momentos tengo un dolor en las pelotas, literalmente acojonante y un cabreo monumental, pero en vez de salir y darle una lección o echarla para siempre de este lugar, estoy en una mesa de la cafetería riéndome como un maldito desquiciado.

–¿Aiden, en serio estás bien?– me pregunta Gía, la pobre está muy preocupada. Ella es como mi hermanita pequeña aunque tenemos la misma edad. La verdad siempre ha sido muy noble.

–Tranquila risitos, todo en orden, ya me encargaré de hacerle pagar esto– digo controlando un poco mi ataque de risa.

–Si quieres yo puedo hacerlo– dice Lucas un poco cabreado.

–Les dije que Poppy es mía, yo me ocuparé de ella–

–¿Y sigues con esa tontería? ¿Es que ahora te gusta esa estúpida?– pregunta Vivian molesta, y es que se cree que porque me la haya follado unas cuantas veces puede dar opiniones sobre mi vida, que agradezca que la dejo andar con nosotros.

–¿Por qué no cierras tu boca celosa y dejas de decir idioteces? Que algo te pertenezca, no quiere decir que te guste, algunas cosas son solo para aguantar golpes, como un saco de boxeo pero con golpes verbales y una que otra travesura por así decirlo. No todos se encariñan tan rápido con la gente Viv.– le digo de forma socarrona.

Sus ojos se aguan un poco pero no deja que caiga una lágrima, la verdad no me importa, no es mi culpa que sea una perra obsesa sin dignidad ni orgullo. Sin embargo la pequeña Poppy sí que tiene orgullo, demasiado diría yo. Ya estoy maquinando algo para bajarle los humos. Esto va a ser muy divertido.

💙💙💙💙💙💙💙

Llevo una hora dando vueltas en la cama sin poder dormir, esperando a que llegue mañana para ver la cara de Poppy cuando me vengue de ella.

Salgo de mi cuarto y cuando estoy llegando a la cocina siento que alguien  registra en la nevera y una tenue luz invade la estancia. Me muevo sutil como un ninja. Al acercarme a la puerta veo el menudo cuerpo de Lucía sacando un envase de helado y tomando una cuchara de la alacena, con cuidado voy por detrás y le tapo la boca, su cuerpo se tensa y da un pisotón en mi pie descalzo.

–¿Estás loca mujer?– pregunto sosteniéndome el pie y dando saltos a la pata coja.

–Tú eres el loco ¿Cómo se te ocurre taparme la boca imbécil? Te lo tienes bien merecido, además no seas tan quejica, llevo pantuflas, no es para tanto– dice intentando contener la risa.

Voy a decirle algo más pero me doy cuenta de que sus ojos están un poco rojos e inchados ¿Habrá estado llorando? Su expresión parece un poco atormentada, debe ser algo grande porque esta chica no parece amilanarse fácilmente.

–¿Estás bien?– pregunto antes de pensarlo.

–Solo una tonta pesadilla–

No se por qué tengo la sensación de que hay algo que no me está diciendo, pero apenas la conozco así que no pienso insistir. Yo mejor que otros sé lo molesto que es que te toquen las narices cuando estás mal.

Después de la muerte de mi madre todos querían acercarse a mí y hacerme sentir mejor, sin saber que mi madre había muerto un año antes, desde que dejó de ser la mujer dulce y cariñosa para convertirse en una paranoica obsesiva que creí que nos iban a matar en cualquier momento. La locura ya la había devorado cuando decidió pegarse un tiro encerrada en la oficina de papá. Un escalofrío recorre mi cuerpo y agito la cabeza para olvidar ese día.

Me mira absorta y cuando se da cuenta que la estoy observando baja la cabeza, toma una cucharada de helado y un gemido de satisfacción escapa de su boca. Pasa la lengua por su labio superior para recoger unas gotas que quedaron en él haciendo, con ese gesto inconsciente que mi imaginación salga disparada. Visualizo esa misma boca alrededor de cierta parte de mi anatomía que ahora está muy despierta.

Maldición, estoy más duro que un bloque de concreto y solo puedo pensar en todas la cosas sucias que puedo hacerle para conseguir más de esos deliciosos gemidos.

Genial, ahora estoy pensando en follar con la tía que me pateó las pelotas, literalmente hablando. Definitivamente estoy como una cabra.

Carraspeo y redirijo mi atención a ser un cabrón que es lo que mejor se me da.

–¿Bueno, y quién te dijo que podías robar mi helado Poppy?–

–No lo estaba robando, Sara me dijo que podía coger un poco porque en la casa de servicio no hay este sabor y qué es eso de Poppy–

–Poppy, como la muñeca esa rosa que canta, la del pelo que hace esas cosas raras– le digo haciendo gestos de tentáculos con mis manos.

–¿Troll's, me llamas cómo la protagonista de una película animada? No sabía que veías musicales de Disney, Lancaster– dice autosuficiente.

–No lo hago, pero tengo una hermana pequeña con un cuarto lleno de pósters de esa enana y de los idiotas que son súper héroes en Francia–

–¿Lady Bug y Cat Noir?– me pregunta frunciendo el ceño.

–Y yo que voy a saber, al parecer tú eres la experta en animados, además, por qué no te comes el sabor de helado que tienes allá–

–No puedo, porque cuando tengo pesadillas siempre como helado de almendras, era el favorito de mi mamá, eso me hace sentir cerca de ella y a salvo– replica avergonzada.

–Lo siento, puedes quedártelo, no me importa–

Me siento como un imbécil, escuché a Julia decir que su madre estaba muerta y me he comportado de esta forma. Aunque odio que mi madre haya sido una cobarde suicida, a veces también la extraño.

Parece un poco sorprendida por lo que he dicho, asiente y sigue con su helado. Un ruido no muy lejos provoca que ambos volteamos la cabeza asustados, unos pasos se acercan a la cocina y nos movemos apresurados. Lucía mete el helado en la nevera y me empuja para que me esconda detrás de la barra de desayuno.

–¿Qué haces? Esta es mi casa, lo normal sería que tú te escondieras– le susurro intentando levantarme.

Ella abre mucho los ojos como dándose cuenta, pero ya es demasiado tarde, los pasos están prácticamente encima de nosotros. La tomo de la mano y la arrastro al cuarto de las escobas que está en una esquina alejada en total oscuridad. Cierro la puerta en el momento en que un hombre delgado entra en la cocina, ahí comprendo  que es Nolan, el mayordomo, exalo aliviado cuando se va.

Bajo mi cabeza y me doy cuenta de que Poppy está abrazada a mi cintura con la cara enterrada en mi pecho y los ojos apretados fuertemente. Inhalo el olor de su pelo y paso mi mano por su espalda, me detengo al darme cuenta de lo que estoy haciendo, ella también parece reaccionar y nos alejamos como si el contacto del otro quemara. Nos miramos con intensidad unos segundos y trato de regresar a la normalidad.

–Eres bastante rápida Poppy, pensé que haríamos manitas antes de que te lanzaras por mi cuerpo– le digo socarrón.

–Imbécil– protesta saliendo por la puerta trasera.

La veo marcharse toda colorada y una sonrisa crece en mi cara. Ay Poppy, tú y yo vamos a divertirnos mucho.


Esto se puso revelador.
Espero que les guste mucho 💚💚💚

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