Relámpagos que surcan el cielo es lo primero que viene a mi mente, el sonido retumbante de los truenos y las gotas de lluvia caen aceleradas por la ventanilla del coche, que atraviesa veloz la carretera solitaria en medio de la noche. No este sueño otra vez, este día, pero no logró despertar y mi pesadilla continúa.
Mamá acaba de recogerme de casa de la abuela y mi yo de 7 años está muy feliz, porque mañana es mi cumpleaños y tendré una súper fiesta de princesas, abrazo mi oso de peluche rosa porque los truenos me asustan, pero mamá me dice que me calmé, que todo estará bien, sin embargo ella también luce asustada.
Su teléfono suena y ella contesta, luego de unos segundos cuelgan y ahora su cara es de verdadero pánico, pisa los frenos con insistencia pero el auto no se detiene, la bocina de un auto detrás nuestro comienza a sonar, la música de su teléfono igual y mamá vuelva a contestar:
–Ya lo sabe– dice frenética, la otra persona dice algo y mamá le grita:
–Es que no lo entiendes, no puedo detenerme, no puedo frenar el auto–, me mira y comienza a llorar.
–Luci está conmigo Marie, tengo que hacer algo para protegerla–
Marie, quién es Marie y por qué mamá tiene que protegerme.
Se desabrocha el cinturón, se pasa al asiento trasero conmigo y sostiene el volante con una mano, esto es raro, no puedes hacer eso cuando conduces, sostiene el teléfono y le dice a la tal Marie que por favor me cuide, que no puede dejar que él se salga con la suya de nuevo, luego que la quiere y le cuelga. Se voltea hacia mí y su expresión se dulcifica.
–Cariño tienes que prometerme que vas a ser fuerte, y que harás caso a tu padre y que cuidarás de él, que no vas a dejar que nadie te humille ni te ofenda y que siempre vas a pelear por las cosas en las que crees– No sé muy bien de qué habla, pero se lo prometo.
Entonces besa mi cabeza y me dice lo mucho que me ama y que sin importar lo que pase ella siempre va a estar a mi lado, luego enrolla su cuerpo a mi alrededor y gira el auto, que cae por una cuneta y da vueltas y vueltas y me mareo, se detiene, trató de empujar a mamá para que me suelte pero no se mueve, qué le pasa.
A lo lejos escuchó los gritos de una mujer, veo unos pies que se acercan al auto, que ahora me doy cuenta está volteado, unos brazos me separan de mamá y me sacan del coche, por qué mamá no sale, aún no se mueve, está como dormida.
La persona que me sacó es una mujer rubia con unos ojos como el mar, me abraza y luego me aleja para revisar que esté bien, su pelo está alborotado y su cara llena de lágrimas, entonces veo llegar en la carretera a una ambulancia y a la policía, papá también viene con ellos corriendo por el barranco y luego me levanta del suelo y me abraza con fuerza.
Cuando me deja bajar nuevamente dirige su mirada al auto destrozado, cae de rodillas, se sujeta la cabeza y ahí es cuando me doy cuenta de que mamá no va a volver, se fue al cielo igual que mi perro Campeón.
La señora pone una mano en el hombro de papá y entonces me carga y me saca del lugar, ahora no siento nada, no puedo ni llorar, ni moverme y lo único que puedo pensar es en que mamá no va a volver. La mujer me deja en la parte trasera de la ambulancia para que los médicos me revisen, luego trae un niño como de mi edad con el cabello rubio y sus ojos también son como el mar pero más oscuros, su expresión demuestra que está asustado, se sienta a mi lado y me da un oso café con una corbata roja.
–Se llama Timmy, te lo puedes quedar, ya no estés triste–
–Estoy triste porque mi mamá se fue al cielo– le digo tomando el oso y abrazándolo fuerte, no es como el mío, Pinky pero está muy suave, me gusta.
–Lo siento, pero bueno, en las estrellas se vive mejor–
–Pero ya no podré verla– le digo afligida.
–Siempre podrás verla– dice señalándome hacia el cielo y cuando veo un montón de puntitos titilantes pienso que tiene razón, en las estrellas siempre podré verla y con eso me despierto.
Veo al viejo Timmy en la mesa de noche, está casi igual que hace diez años, aunque un poco más raído, lo beso, lo coloco de adorno en mi cama como siempre y bajó a ver a papá.
🍭🍭🍭🍭🍭🍭🍭
Llego a la cosina y está casi todo recogido, papá está guardando algunas cosa.
–Hola papi, ¿qué tal todo?–
–Ya casi listo cariño, sube a recoger lo que creas que falte de tus cosas, y nos vamos–
–De acuerdo– le digo dándole un beso en la mejilla y corriendo de nuevo a mi cuarto.
Hoy nos volvemos a mudar, la tercera vez en dos años. Desde que mi madre murió hace once años y papá decidió que no era bueno para nosotros quedarnos en la casa en la que vivíamos con ella, siempre estamos mudándonos y terminamos quedándonos en el lugar al que la Empresa de seguridad para la que trabaja termine enviándolo.
Subo a mi habitación y me doy una ducha rápida, me cambio y recojo lo más importante de mi cuarto y que papá olvidó guardar, mi amada colección de libros , los guardo en una bolsa enorme (es que son muchos), luego le aviso a papá para que los baje.
Al cerrar la puerta del cuarto mientras sujeto el pomo para cerrarla me giro para despedirme de mi bonito cuarto, voy a extrañar este lugar.
Cuando ya estamos en la carretera, me pregunto como será la mansión en la que nos vamos a quedar, y es que esta vez viviremos en la casa del jefe, no sé si es porque el tipo es amable o porque es un obceso del control, pero bueno, me da igual, de todas formas la idea de vivir en una casa increíble con piscina incluida me parece fenomenal.
Me coloco mis audífonos y mientras escucho Bad Habits de Ed Sheeran, reso a Dios para que no sean gente demasiado pija y superficial, pero bueno quien lo puede garantizar.
Holaaa:
En verdad espero que les guste lo que escribí.
Les dejo también el capítulo 1 para que sepan bien de que va la historia.
Y pues no sé: me gustaría escuchar todo tipo de opiniones y críticas constructivas si quieren darlas.
PD: si alguien no ha escuchado la canción debe hacerlo, está súper.😘😘😘💚💚💚💚💚
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¿Y qué si te desafío?
Fiksi RemajaEl es un chico sexi que le gusta controlarlos a todos, ella es una fanática de los libros que ama los desafíos, el es un tirano y ella un rebelde, sin embargo tienen un oscuro pasado en común y el destino ha decidido que es hora de poner sus planeta...